Un Obama fortalecido confronta a Romney en el segundo debate
El ambiente se encendió pronto en el segundo debate presidencial entre el candidato republicano, Mitt Romney, y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, este martes por la noche.
Los candidatos discutieron acerca de los rescates a la industria automotriz, el empleo, las políticas energéticas y la educación. A diferencia de otros debates, este se llevó a cabo en un auditorio, en el que los miembros del público preguntaron a los candidatos, mientras que la jefa de corresponsales políticos de CNN, Candy Crowley, fungió como moderadora.
El presidente Obama contraatacó y el contendiente republicano, Mitt Romney, defendió su territorio. Un impetuoso Obama defendió su trayectoria y retó a Romney por cambiar de postura a lo largo del debate de 90 minutos, alegando que las políticas de su rival republicano favorecerían a los ricos si resulta electo.
Romney atacó repetidamente la trayectoria de Obama al decir que los millones de desempleados y la lenta recuperación económica demostraban que las políticas del presidente habían fallado.
Obama se mostró más animado y comprometido que en su decepcionante y ampliamente criticada actuación en el primer debate, hace casi dos semanas.
El presidente y Romney, quien también expuso agresivamente sus posturas, se presentaron en la Universidad de Hofstra, en el estado de Nueva York, y con micrófono en mano, alzaron la voz y desafiaron las posturas de su oponente.
“El gobernador Romney dice que tiene un plan de cinco puntos. El gobernador Romney no tiene un plan de cinco puntos, tiene un plan de un solo punto: asegurarse de que la gente de arriba juegue con reglas muy diferentes”, dijo Obama sobre las propuestas de su oponente republicano para estimular la economía.
Romney respondió que Obama era “un excelente orador, pero sus políticas no funcionan”. El republicano agregó que daría prioridad al crecimiento de la clase media. “Se trata de dar a la clase media de este país un futuro próspero y brillante”.
Sin embargo, Romney no profundizó en sus políticas fiscales, aún cuando un miembro del público preguntó acerca de las deducciones no especificadas y las lagunas que el candidato se comprometió a eliminar.
Las versiones sobre el ataque en Libia
Tocando un delicado tema de política exterior, los candidatos discutieron acerca del ataque terrorista del 11 de septiembre en Libia, en el que murieron cuatro estadounidenses. Romney insinuó que el gobierno de Obama prefirió ser diplomático antes que reconocer lo que había ocurrido.
Obama respondió que era un insulto que se insinuara que cualquier miembro de su gobierno hubiera recurrido a la política en un asunto tan delicado. Cuando Obama dijo que al poco tiempo de que ocurriera, él calificó al ataque de terrorista, Romney lo confrontó, a lo que Obama respondió: “Revisa la transcripción”.
La moderadora Candy Crowley, de CNN, interrumpió para decir que ambos tenían razón: Obama había dicho que había sido un ataque terrorista, pero el gobierno se demoró en explicar con detalle lo ocurrido. Crowley fue la primera mujer en fungir como moderadora de un debate presidencial en 20 años.
¿Quién puede crear empleo?
La primera pregunta la hizo un estudiante universitario de 20 años, quien se mostró preocupado por su capacidad para mantenerse después de graduarse.
“Más deuda y menos empleos. Yo cambiaré eso. Sé lo que hay que hacer para volver a crear buenos empleos”, dijo Romney, respondiendo al votante novato. “Cuando te gradúes en 2014, supongo que yo seré presidente, me aseguraré de que consigas un empleo”.
En cuanto a inmigración, Romney dijo que Obama no había cumplido su promesa de aprobar una reforma migratoria, mientras que el presidente dijo que Romney respaldada posiciones conservadoras como oponerse a una medida que da a algunos hijos de inmigrantes no registrados como ciudadanos un camino hacia la legalización. Se trataba de la primera vez que la inmigración se convertía en un tema relevante en un encuentro electoral.
Obama necesitaba tener una buena actuación en el debate para contrarrestar el repunte de Romney en las encuestas desde su primer encuentro en Denver, en el que, tanto las encuestas como los analistas, indicaron que el contrincante republicano había ganado claramente.
La más reciente Encuesta de Encuestas de CNN, un promedio de las últimas encuestas más importantes, mostró que Romney tenía una ligera ventaja a nivel nacional de 48 contra 47%. En los estados clave en los que cualquiera puede ganar, las encuestas señalan que Romney redujo la ventaja de Obama o empató con él justo tres semanas antes de las elecciones.
El equipo de campaña de Obama reconoció que en el primer debate había tenido una mala actuación y prometieron que adoptarían una postura más agresiva en Nueva York. El tercer y último debate, que se centrará en la política exterior, se llevará a cabo el 22 de octubre, en Florida.
Las encuestas muestran que los votantes consideran que el tema más importante para la elección es la economía. El desempleo disminuyó a menos del 8% en septiembre , primera vez desde el mes en que Obama asumió la presidencia, en 2009. Sin embargo, millones de estadounidenses siguen desempleados y el crecimiento económico es ínfimo.
Romney y su campaña han buscado que la elección sea un referéndum de la presidencia de Obama, aduciendo a la falta de empleos, la lenta recuperación económica y los déficits federales crónicos como las razones para negarle un segundo periodo.
Obama y los demócratas han tratado de enfocar la elección en las visiones encontradas respecto al futuro. Hacen referencia a las propuestas republicanas para derogar la legislación clave, como las reformas a la ley de servicios de salud y el control de Wall Street; señalan que la reducción de la burocracia y la extensión de los recortes fiscales sin identificar las fuentes adicionales de ingresos obstaculizarán la lenta pero constante recuperación económica.
