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Los argentinos salen a las calles en otro 'cacerolazo' contra el gobierno

Los manifestantes protestan contra las políticas de Cristina Fernández, quien considera la iniciativa una muestra de libertad de expresión
jue 08 noviembre 2012 06:37 PM

Miles de manifestantes salieron a las calles de la capital Buenos Aires golpeando ollas y sartenes mientras marchan, en una jornada de protesta más del llamado cacerolazo en contra de los crecientes problemas económicos y políticos de Argentina.

El sonido de las cacerolas sonó en un barrio de la zona de Miami conocida como Pequeña Buenos Aires, donde los manifestantes mostraron pancartas que decían "No tenemos miedo".

"Estamos aquí simplemente para apoyar a todos los argentinos", dijo Christian Ferreyra, uno de los organizadores entrevistado por CNN en Español.

La manifestante Romina Daviani dijo que había una variedad de razones, incluida la alta delincuencia y la inflación en Argentina, para salir a las calles. "Pero sobre todo, la necesidad de un diálogo", dijo. "No podemos expresarnos. Si expresas una opinión diferente, ellos te persiguen".

Las protestas de este jueves llegan una semana después que los legisladores argentinos aprobó una nueva medida que reduce la edad mínima para votar de 18 a 16 años.

Algunos críticos han dicho que el cambio se da un año antes de la elección intermedia como un intento de Fernández para cosechar más votos y aumentar las probabilidades de que los legisladores cambien la Constitución para permitir su reelección.

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"La Constitución debe ser respetada, no debe ser reformada", dijo Francisco Bugallo, quien ayudó a organizar la manifestación de Buenos Aires este jueves.

Rosendo Fraga, analista político con sede en Buenos Aires, dijo que las protestas de este jueves afectarán el futuro político del país. "Ellas, sin duda, influirán en las elecciones intermedias... Hay mucho tiempo antes de las elecciones", dijo. "Pero esto da a la oposición una oportunidad".

Es una escena que se ha repetido durante varios días del año en contra del gobierno de la presidenta Cristina Fernández y que este jueves, según los organizadores, se está expandiendo a varias ciudades del país sudamericano, e incluso otros países.

Los cacerolazos intentan llamar la atención sobre cuestiones como las tasas de delincuencia, la inflación, la corrupción política y la posibilidad de que Fernández busque un tercer mandato presidencial a través de cambios en la Constitución del país.

Las marchas de este jueves fueron programados en las calles de Buenos Aires, y en destinos internacionales como Miami, Nueva York, Londres, Madrid, París y Roma. El diario La Nación informó que los manifestantes también salieron a la calle en Sydney, Australia.

Las protestas han atraído fuertes críticas de los partidarios de la presidenta argentina, que se lanzaron a las redes sociales durante este jueves para critican lo que ellos dicen es un empuje de la derecha para difamar al presidente.

La popularidad de Fernández ha estado en declive desde su reelección del año pasado, debido en parte a los problemas económicos.

Oficialmente, la tasa de inflación anual del país es de 12%, pero la mayoría de los analistas y consumidores sospechan que es mucho más alta. En septiembre, el Fondo Monetario Internacional dio a la Argentina tres meses para proporcionar estimaciones más fiables.

En tanto, Cristina Fernández respondió a las críticas y tomó la jornada de protesta como un ejemplo de libertad de expresión la mañana de este jueves en un comunicado publicado en otra red social.

“Estamos viviendo un momento de libertad de expresión nunca antes visto en la Argentina, estamos viendo una democracia total, en donde cada uno puede vivir, puede decir lo que piensa”, aseguró Fernández en su cuenta en Facebook.

“Estamos viviendo un momento de ampliación de derechos… yo lo único que les pido a cada uno de los argentinos, y fundamentalmente a sus clases dirigentes, que cada uno realmente diga lo que piensa y lo que quiere para el país, con sinceridad, que nadie se va a ofender, que nadie se va a molestar”, añadió la presidenta este jueves.

La presidenta encabezó la inauguración del centro cultural “Amigo Kirchner” en la localidad bonaerense de Ezeiza, donde aseguró que fue el expresidente quien le enseñó a “no aflojar nunca”, y añadió que “en los peores momentos es cuando se conoce a los verdaderos dirigentes de un país”. El diario Clarín, insignia de uno de los principales grupos opositores al gobierno, destacó en sus titulares que Fernández no se refirió a la protesta.

“Creo que más allá de esto, (la protesta) abre varios desafíos para el gobierno”, dijo a CNN en Español el periodista argentino Reynaldo Sietecase. “(El gobierno) debe escuchar a estos votantes de la calle, que quizá no son votantes tradicionales del gobierno nacional, pero no pueden ser soslayados. Ningún gobierno tiene que soslayar lo que dice la calle”, añadió.

Fernández llegó al poder en 2007, sucediendo en el cargo a su fallecido esposo Néstor Kirchner. A finales de 2011 alcanzó la reelección con un voto histórico del 54%, y sus críticos la acusan de buscar otro periodo en la presidencia fortaleciendo una voz única del gobierno.

La posibilidad de que Cristina Fernández busque un tercer periodo presidencial en las elecciones de 2015 ha contribuido a las protestas, con un dos de cada tres argentinos opuestos a esta idea.

La protesta de este jueves es similar a la que llevó a los argentinos a tomar golpear cacerolas en las calles en septiembre pasado. En esa ocasión, la manifestación alcanzó algunas de las principales ciudades del país, como Mendoza, Córdoba, Rosario, La Plata, Santa Fé y Bariloche, además de Buenos Aires, la capital.

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