La confrontación causa siete muertos en Venezuela tras las elecciones

La violencia entre simpatizantes del oficialismo y opositores en Venezuela ha causado siete muertos y 61 lesionados desde el pasado domingo, informó la fiscal general, mientras se suceden los reportes de enfrentamientos a lo largo del país, que el presidente electo y su principal contendiente se atribuyen mutuamente.

Henrique Capriles pidió a sus seguidores no asistir el miércoles a la manifestación en Caracas a la que convocó el lunes y acusó que el oficialismo preparaba infiltrados para violentar la protesta. “He tomado la decisión: mañana no vamos a movilizarnos y le pido a todos mis seguidores recogerse. El que salga está en el lado de la violencia”, dijo en conferencia de prensa.

Horas antes, Maduro tachó primero a Capriles de fascista y lo acusó de alentar la violencia. “No se va a permitir la marcha al centro de Caracas (…) Mano dura voy a poner frente al fascismo y la intolerancia. Si me quieren derrocar, vengan por mí, aquí estoy”, dijo en el estado de Miranda.

Ambos líderes llamaron a no caer en provocaciones en sus diferentes discursos.

"¡Nadie caiga en provocaciones, esta lucha es firme, pero pacífica! ¡A nosotros nos interesa que reine la Paz! ¡Al ilegítimo no!", escribió Capriles en Twitter.

Además de denunciar un asedio al domicilio de Tibisay Lucena, la presidenta del CNE, Maduro llamó a sus seguidores a “no caer en provocaciones”, y a la oposición a evitar la violencia y “rectificar” su convocatoria a las protestas. “Pueden rectificar, lo dudo. Porque tienen un plan, porque están siendo financiados por el Departamento de Estado de Estados Unidos”, dijo Maduro.

El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, anunció que se encargará “personalmente” contra “el daño” que está generándose en el país. “Desde la Asamblea Nacional, solicitaremos que se dé inicio a una averiguación penal a Capriles por la violencia generada en el país”, dijo en un mensaje de su cuenta de Twitter.

Los hechos violentos en Venezuela fueron confirmados por la fiscal general Luisa Ortega, según EFE."En estos hechos violentos, fallecieron siete venezolanos, de esos siete, uno de ellos era funcionario policial, de la Policía del Táchira".

Luis García Polanco, de 24 años, presuntamente fue asesinado por un simpatizante de la oposición venezolana en la provincia de Zulia cuando se encontraba realizando una manifestación a favor del presidente electo, Nicolás Maduro, según un reporte de la Agencia Venezolana de Noticias (AVN)

“Luis estaba con un grupo de amigos revolucionarios, trabajadores también del Universitario, y participaron en una gran caravana a favor de Nicolás Maduro”, relató Elbano Sánchez, un dirigente sindical entrevistado por AVN. “Culminaron el recorrido en el CNE (Consejo Nacional Electoral), donde también estaba un grupo de personas que exigían el reconteo de votos. Estos jóvenes de oposición se pararon frente a ellos y uno sacó un arma y disparó a Luis”, aseguró Sánchez.

Otras dos personas murieron en el estado Miranda durante enfrentamientos entre simpatizantes del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y otro más en Táchira, donde un joven fue asesinado a balazos por un grupo de “antichavistas”, según AVN.

La violencia se ha generado en torno a las clínicas de los Centros Médicos de Diagnóstico Integral, sedes del PSUV, del CNE y de medios de comunicación, según la agencia de noticias del gobierno.

El lunes por la noche, miles de seguidores de la oposición realizaron un cacerolazo en todo el país para protestar contra la proclamación de Maduro como ganador de las elecciones. La convocatoria derivó en varios episodios violentos.

La confrontación en Venezuela ocurre tras los comicios realizados el domingo, que buscaban la elección de un nuevo líder en el país venezolano tras la muerte del presidente Hugo Chávez, quien gobernó durante casi 14 años.

Nicolás Maduro resultó ganador en el proceso con el 50.75% de los votos, mientras que Capriles sumó el 48.98%, según los resultados dados el domingo por el CNE. Capriles ha calificado los resultados como “apretados” y ha exigido un recuento, una medida respaldada por el gobierno de Estados Unidos y el secretario general de la OEA.