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Los empresarios mexicanos piden a China ajustar la balanza en la relación

La visita de Xi Jinping abre la interrogante de si supone un gesto político con Peña o un intento de ajustar la balanza desigual con México
mar 04 junio 2013 06:30 AM

Avancemos de la mano por el desarrollo mutuo. Así se titulaba el discurso que pronunció en 2009 Xi Jinping en México. El entonces vicepresidente chino enunció varias propuestas para ahondar en la cooperación comercial. Tres años más tarde, Xi vuelve del 4 al 6 de junio como recién estrenado presidente.

Su visita está cargada de simbolismo: desde que en 2005 Hu Jintao se vio con el presidente Vicente Fox, ningún mandatario chino había viajado oficialmente a México. Durante la era de Felipe Calderón, las relaciones con el Partido Comunista Chino se enfriaron, y acaban de reavivarse con la administración de Peña Nieto. Pekín está más cómodo con el PRI, al que siempre ha considerado su aliado natural, según Chen Yuanting, experta en Latinoamérica de la gubernamental Academia China de Ciencias Sociales (CASS, por sus siglas en inglés).  

"La política exterior de Calderón estaba muy próxima a EU y no puso tanto empeño en acercarse a China", dijo Chen en entrevista con CNNMéxico. Para ella la visita de Xi responde en un 80% a motivos económicos y en un 20% a estrechar lazos políticos. Peña Nieto ha viajado a China en tres ocasiones: dos como gobernador del Estado de México, en 2005 y 2011, y en abril como presidente, cuando se firmaron dos memorandos sobre el sector petrolero entre las empresas chinas CNPC y Xinxing Cathay International Group, y la estatal Pétroleos Mexicanos. En esta visita de Xi Jinping, se espera que ambos países firmen 10 acuerdos sobre comercio, inversión, infraestructuras, ciencia y educación.

Ropa a cambio de minerales

El interés es mutuo: en Latinoamérica, México es el mayor mercado exportador y el segundo socio comercial de China después de Brasil. Según estadísticas mexicanas, en 2012 China exportó a México mercancías por valor de 56,900 millones de dólares. Principalmente, computadoras y productos eléctricos y electrónicos, productos metálicos, autopartes, maquinaria textil, ropa, accesorios y juguetes. México vende a China válvulas y tuberías, minerales y sus concentrados de cobre, plomo y hierro, equipos de procesamiento, camiones, circuitos integrados, productos químicos, maquinara electrónica, autos y motocicletas y sus piezas, entre otros.

Las exportaciones mexicanas sumaron 5,700 millones de dólares. Dado que el comercio bilateral total de 62,600 millones de dólares, la relación comercial es desigual en favor del gigante asiático. Y ese déficit no hace más que aumentar.

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Esto hace que, aunque mantienen relaciones diplomáticas desde 1972, México fue uno de los primeros países del bloque occidental en reconocer a la República Popular de China, en el plano económico arrastren tensiones. México ha sido uno de los países más contundentes a la hora de abrir expedientes e implementar medidas antidumping (contra los precios ventajosos sobre los nacionales) a los productos chinos en su mercado. El año pasado, acusó a Beijing de facilitar subsidios desleales a su industria textil.

"Es imposible resolver las disputas ni equilibrar la balanza comercial inmediatamente, pero es clave mostrar que ambos países van a cooperar para mejorar su respectiva competitividad internacional, especialmente en el sector manufacturero", dijo en entrevista con CNNMéxico Xie Wenze, investigador adjunto del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la CASS. "La industria maquiladora es un área de cooperación crucial. También el sector de componente de autos, electrodomésticos, ropa o el textil. A las empresas chinas les interesa participar en la construcción de infraestructuras como la electricidad, las carreteras, puertos, ferrocarriles y parques industriales", añadió.

Ante la pregunta de cómo se mantendría el equilibrio comercial para México, el embajador de China en México, Zeng Gang, dijo en rueda de prensa que "ni exportando todo el tequila y la carne de cerdo mexicana a China se podría lograr un equilibrio comercial entre ambas naciones, pero un tratado de libre comercio favorecería a ello".

México, destino estratégico

Para China, las empresas mexicanas cuentan con tres ventajas: alta capacidad manufacturera y recursos de mano de obra, estar cerca del mayor mercado del mundo, Estados Unidos, y gozar de acuerdos de libre comercio y redes globales para vender sus productos. El inconveniente es que la cadena industrial mexicana no es integral, es decir, que las compañías necesitan importar gran parte del capital fijo como máquinas, equipamiento y partes. Algunas firmas chinas están experimentando sobrecapacidad y necesitan mover sus excedentes fuera del país, de ahí que México se antoje como un destino interesante para ellas.

La académica Chen Yuanting cree que es un error pensar que a China solo le interesan los países latinoamericanos con materias primas. "Es cierto que México no tiene la ganadería argentina, el petróleo de Venezuela o los minerales de Chile, pero China lo considera un mercado clave para colocar sus productos", asegura.

Precisamente colocar sus productos en China es lo que llevan intentando varios años empresas mexicanas del sector alimenticio. "A pesar de que ofrecen una excelente calidad, productos como el puerco, el pollo, la carne de res o las fresas siguen sin conseguir autorización de las autoridades sanitarias para entrar en China", se lamenta Efrén Calvo, presidente de la Cámara Comercial mexicana en China (MEXCHAM). "Como empresarios, queremos que haya reciprocidad. Si el mercado mexicano está abierto a los productos chinos, y por eso nos venden por valor de 60,000 millones de dólares, aspiramos a que se nos abran sectores en China como el alimenticio".

Algunos empresarios mexicanos como Alejandro Gómez, director general de GAEAP (Grupo Asesores en Economía y Administración Pública) creen que la visita quedará en un simple gesto político. "Se anunciará que China estará invirtiendo varias decenas de miles de millones de dólares en México en los próximos años, pero la realidad es que, mientras China no elimine sus barreras no arancelarias a la importación de productos mexicanos, mientras no ajuste su tipo de cambio apreciándolo y mientras no elimine los subsidios que los gobiernos de las provincias otorgan a sus fabricantes, la realidad es que el desequilibrio comercial no se resolverá, sino que el déficit se hará cada vez más pronunciado como lo hemos visto en los primeros meses de este año", dijo Gómez.

Xi Jinping asistirá al Congreso de la Unión, se reunirá con empresarios chinos en México y, acompañado de su esposa, la primera dama Peng Liyuan (para muchos analistas, un elemento clave de la nueva imagen cercana que quiere dar el presidente), visitará Chichen Itzá.

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