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Los ataques contra Siria podrían empeorar la guerra: analistas

Los observadores del conflicto proponen otras vías para brindar apoyo a los rebeldes sirios sin necesidad de una intervención armada
jue 29 agosto 2013 06:04 AM
siria, rebeldes, bastion, frontera
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Estados Unidos y sus aliados se enfrentan a varios riesgos al emprender una acción militar directa en contra de Siria con base en las acusaciones de uso de armas químicas contra los civiles, entre ellos los de mayores ataques con gases tóxicos y represalias en contra de los intereses estadounidenses.

Algunos expertos en armas químicas y analistas veteranos de Medio Oriente lanzaron esas advertencias; algunos dicen que Washington no tiene buenas opciones para enfrentar al sitiado líder sirio, Bachar al Asad.

Las autoridades estadounidenses dicen que están estudiando algunas opciones , como ejecutar ataques con misiles en contra de los centros de comando de Siria, contra los aeródromos o las baterías de misiles y lanzacohetes que se usan para lanzar proyectiles químicos. Sin embargo, no hay indicios de que los misiles tengan como objetivo los almacenes de armas químicas, lo que Hamish de Bretton-Gordon, excomandante del regimiento de defensa química de las fuerzas armadas británicas, llamó “la peor opción posible”.

“Si el misil y el explosivo son lo suficientemente potentes, claro que lo destruirán”, dijo De Bretton-Gordon. “Sin embargo, existirá el peligro de que el viento esté en contra y de que las personas que se encuentren en los alrededores —y es muy difícil saber el alcance, tal vez un kilómetro, más o menos— probablemente sufrirán y se sumarán a las bajas a consecuencia de las explosiones de esas armas químicas”.

Además, cualquier ataque contra Siria podría animar a al Asad a ordenar más ataques químicos contra las fuerzas rebeldes y los civiles en las zonas bajo el control de la oposición, explicó Amy Smithson, investigadora del Centro James Martin de Estudios para la No Proliferación en Washington.

“El no hacer nada indica a al Asad que no será castigado, que puede salir y usar armas químicas”, dijo Smithson, quien ha estudiado las armas químicas y biológicas durante dos décadas. “El atacar los sitios de almacenamiento de armas químicas implica un riesgo real de esparcir las sustancias químicas tóxicas sobre las poblaciones cercanas. El no atacar los sitios deja armas potentes en manos de al Asad, y ya demostró que está dispuesto a usarlas”.

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El atacar otros objetivos militares “tendrá como resultado a un déspota muy enojado que ahora tal vez se sienta más tentado a usar su arsenal químico”, dijo. “Ya lo castigaron por ello”. Eso podría convencer a al Asad de “caer envuelto en las llamas de la gloria… o en este caso, de la infamia”.

Juan Cole, profesor de Historia de Medio Oriente en la Universidad de Michigan, dijo que la clase de intervención que está a discusión probablemente no tenga mayor efecto en el equilibrio del poder en el conflicto sirio que ya lleva dos años fuera de dar un impulso psicológico a los rebeldes, quienes durante el verano han sufrido retrocesos en el campo de batalla.

“Me parece que esto tiene el objetivo de resguardar la reputación de Washington y no el de intervenir en el conflicto sirio como consecuencia”, dijo Cole, quien agregó: “Cuando estás en una situación en la que se asume que Estados Unidos debe hacer algo, un par de misiles Tomahawk son muy elocuentes”.

La guerra “se está librando en los callejones y en barrios cerrados, con artillería y tanques dentro de las ciudades”, dijo. Los ataques con misiles desde buques o aeronaves alejados no podrán sacar de combate las armas suficientes para hacer la diferencia sin ocasionar numerosas víctimas civiles, sentenció.

Siria reconoció poseer armas químicas, pero ha negado haberlas usado y afirma que sus tropas fueron víctimas de ataques de los rebeldes. Los inspectores de Naciones Unidas se encuentran en Siria para investigar si los reportes de la muerte de decenas de miles de personas a las afueras de Damasco, acaecidas la semana pasada, fueron el resultado de un ataque químico. Sin embargo, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el martes que “no había duda” de que las tropas del gobierno habían usado armas químicas contra los civiles.

Estados Unidos ya exigió que al Asad entregue el poder y apoya a la oposición siria, pero los posibles ataques estadounidenses no tienen el objetivo de derrocarlo, dijo el martes el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney.

“Se trata de la respuesta a una clara violación de un estándar internacional que prohíbe el uso de armas químicas”, dijo Carney.

La guerra civil de Siria ya se está extendiendo más allá de las fronteras con sus vecinos en forma de bombardeos y refugiados; muchas personas la consideran como una guerra entre las diferentes potencias regionales. Cole dijo que el gobierno de Al Asad tal vez trate de responder con ataques contra los intereses militares, diplomáticos o comerciales de Estados Unidos en Medio Oriente y tal vez use a sus aliados en la milicia libanesa de Hezbolá, que tiene el sangriento antecedente de haber atacado a estadounidenses durante la prolongada guerra civil en Líbano.

“Si Washington lanza bombas contra Siria, no querría ser un estadounidense en Beirut al alcance de Hezbolá”, dijo. “Podrías ver un retorno a la situación que se vivió en la década de 1980, cuando hicieron estallar nuestra embajada en Beirut y el jefe de estación de la CIA fue secuestrado y asesinado en el bosque”.

Tanto De Bretton-Gordon como Smithson dijeron que un mejor curso de acción sería empezar a proveer a los sirios con medios para defenderse de un ataque químico. Eso implica distribuir máscaras antigases, detectores y fármacos que se usan para tratar a pacientes que se expusieron a gases neurotóxicos e instruir a los sirios en su uso.

Smithson dijo que varios países podrían proporcionar esos suministros y capacitación, ya que sus fuerzas armadas están entrenadas en defensa química; las agencias de asistencia y los grupos de oposición podrían introducirlos en el campo de batalla, probablemente a través de Turquía. Se podría hacer “muy rápida y públicamente” y con el apoyo generalizado de la comunidad internacional, a diferencia de los ataques aéreos estadounidenses, explicó.

“Si la población civil puede equiparse para enfrentarse a esto, así como han ajustado su estilo de vida para adaptarse a la guerra urbana en su entorno, entonces tal vez eliminarían parte de la ventaja”, dijo. “Si tu ataque químico no tiene efecto, ¿para qué usar las armas?".

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