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Filipinas cifra en 1,774 los muertos por los efectos del tifón 'Haiyan'

Los habitantes de zona más afectada se esfuerzan por asimilar la pérdida y los desafíos por venir cuando aún hay cadáveres en las calles
lun 11 noviembre 2013 05:09 PM

Al menos 1,774 personas murieron por los efectos del tifón Haiyan, indicaron este martes (tiempo local) las autoridades de Filipinas.

Mientras tanto, sobrevivientes buscan entre los escombros de sus casas destruidas a seres queridos que pudieron haber quedado atrapados. Otros batallan para encontrar comida y agua en zonas llenas de cadáveres.

Tres días después de que el supertifón Haiyan tocara tierra en el centro de Filipinas como una de las tormentas más fuertes registradas en la historia, la gente se esfuerza por asimilar las pérdidas y los desafíos por venir.


La tormenta, conocida como Yolanda en Filipinas, dejó devastación a una escala monumental. Miles de casas quedaron destruidas, muchas áreas están incomunicadas, sin transporte ni electricidad.

El presidente Benigno Aquino III declaró "estado nacional de calamidad", lo que da más libertad a los equipos de rescate y permite que el gobierno controle los precios de productos básicos.

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Algunos funcionarios calculan que unas 10,000 personas fallecieron durante los desastres ocasionados por la tormenta tropical.

"Hay muchas personas muertas", dijo Richard Gordon, presidente de la Cruz Roja de Filipinas. "Hay cuerpos sin vida en el agua, en los puentes, a la orilla de la carretera", dijo.

Cientos de miles de sobrevivientes intentan conseguir agua, alimentos, refugio y medicinas. Los trabajadores humanitarios y funcionarios del gobierno batallan para llevar suministros de emergencia a las zonas más afectadas, aisladas por la caída de árboles y postes eléctricos.

En Tacloban, una ciudad de más de 200,000 habitantes , hay cuerpos cubiertos con sábanas o lonas en las calles, pero otros cadáveres permanecen con el rostro descubierto.

Los trabajadores humanitarios están preocupados de que la abundancia de cuerpos cause riesgos de salud entre los sobrevivientes, quienes beben agua de pozos sin saber si están contaminados o no.

Pero Tacloban, en la provincia de Leyte, no es la única zona devastada. Las autoridades evalúan el nivel de destrucción en otros lugares por los cuales pasó Haiyan.

"No es solo Tacloban, son todas las zonas costeras" en esa región, dijo Gordon.

Al otro lado del Golfo de Leyte se encuentra Samar, la isla donde Haiyanhizo este viernes la primera de seis escalas en territorio filipino. Funcionarios del gobierno y de asistencia aún tratan de llegar a muchas comunidades afectadas.

En el oeste, en las islas de Cebú y Panay, hay un problema similar.

"Podemos dar estimaciones en este momento, pero ninguna será exacta", dijo Gordon.

Las autoridades organizan la ayuda que llega desde aviones militares que llegan al aeropuerto de Tacloban, donde los vuelos comerciales reiniciaron este lunes y cientos de residentes buscan un boleto de salida.

Un grupo de la Marina de EU llegó este lunes, pero debido a que el camino de 15 kilómetros al centro de la ciudad está bloqueado por escombros, llevar los suministros a donde más se necesita es difícil.

Algunas zonas también enfrentan saqueos. El empresario local Richard Young dijo que él y otros formaron un grupo para proteger sus negocios.

"Tenemos armas, dispararemos dentro de nuestra propiedad", dijo.

El gobierno envió policías y soldados para reforzar la seguridad y controlar la situación.

Haiyan tocó tierra este lunes en Vietnam y ahora se dirige como tormenta tropical al sur de China.

Magina Fernández, una sobreviviente que logró acercarse al presidente en el aeropuerto de Tacloban, lo abordó con peticiones de ayuda desesperadas.

“Consiga ayuda internacional que venga hoy, no mañana, hoy”, dijo. “Esto está realmente, realmente mal, peor que mal, peor que el infierno ”.

Sebastian Rhodes Stampa es un experto en devastación, cuyo cargo como jefe de equipos de desastres de Naciones Unidas lo han hecho viajar a distintas zonas del mundo. Dice que las consecuencias del tifón Haiyan le quitaron el aliento.

“Me tomó por sorpresa”, dijo el lunes. “En cuanto me bajé del transporte militar y vi el aeropuerto y casi no estaba ahí. Fue destruido por completo”, indicó.

Al viajar poa la región ha visto barcos lanzados por el mar a las costas, edificios aplastados. En todas partes hay escenas “aterradoras de devastación y tragedia”.

A partir de este lunes se colocaron puntos de revisión en la carretera que conduce al aeropuerto debido a que residentes desesperados en busca de agua y comida han estado asaltando los vehículos que circulan por ahí, según soldados.

Desde el aire, la vista de Tacloban es impresionante. Bosques de palmeras fueron arrojadas hacia abajo en por los cerros que rodean la ciudad.

William Hotchkiss, director general la Autoridad de Aviación Civil, dijo que nunca había visto algo igual, y que teme que el país enfrente más desastres como este.

“El mayor reto”, dice, “es hacer estructuras que tomen en cuenta lo que será lo que ahora es normal: tormentas que quizá sean tan destructivas como esta”.

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