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Autoridades de EU difunden llamadas durante la masacre en Newtown

En las llamadas se escuchan a dos adultos aterrados que reportan a los servicios de emergencia disparos en la escuela Sandy Hook
mié 04 diciembre 2013 05:47 PM

La primera llamada fue de una mujer dentro de la escuela. "Escuela Sandy Hook", dice. "Creo que hay alguien disparando aquí, en la escuela Sandy Hook".

"Está bien, ¿qué le hace pensar en eso?", pregunta la oficial del servicio de emergencias 911.

"Porque alguien tiene un arma, creo que vi a alguien corriendo por el pasillo".

"Todavía están corriendo, todavía hay disparos", afirma la mujer. "Es la escuela Sandy Hook, por favor".

Los audios dados a conocer este miércoles, un año después del segundo ataque con mayor cantidad de muertos en Estados Unidos, ofrecen un panorama escalofriante del horror vivido en la escuela primaria de Connecticut.

Los operadores telefónicos se escuchan responder calmadamente a tensas llamadas de personal de la escuela. Ellos les aseguran que la ayuda va en camino y les preguntan sobre los niños. Al personal se le pide permanecer dentro de la escuela y cubrirse. En al menos dos de las llamadas pueden escucharse disparos.

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El 14 de diciembre del año pasado,  la masacre dejó a 20 niños y seis empleados muertos , lo que causó que se llamara a que se aprobaran controles sobre las armas más estrictos en todo el país.

La primera llamada al 911 se realizó a las 9:35 horas (local), y los primeros policías llegaron a la escuela en menos de cuatro minutos, según los investigadores.

El atacante, Adam Lanza, de 20 años,  se suicidó poco más de cinco minutos después de la llamada.  Un reporte dado a conocer el mes pasado describió a Lanza, un exestudiante de la escuela, como un joven antisocial obsesionado con los asesinatos masivos.

La policía dice que Lanza disparó contra su madre Nancy, entre las 08:00 horas y las 9:00 horas de ese día con un rifle calibre 22.

Entonces Lanza se subió a su auto y condujo unos kilómetros a la escuela, armado con un rifle de asalto, una pistola 9 milímetros, una pistola de 10 milímetros y gran cantidad de municiones, según los investigadores. Lanza disparó contra la  puerta de cristal en la entrada de la escuela para poder entrar.

La segunda llamada fue de un conserje de la escuela. "Creo que hay un tiroteo en la puerta de enfrente", dice el conserje. "Algo está pasando".

"Está bien, quiero que se quede en la línea conmigo", aconseja el oficial del servicio de emergencias. "¿En qué lugar de la escuela se encuentra?".

"Estoy al fondo del corredor", afirma el conserje.

"Está bien, quiero que se proteja, que lleve a todos los que pueda a donde está usted", aconseja el operador.

El conserje entonces confirma que la puerta fue destruida a tiros, y el operador telefónico le pregunta por los niños. “Todo está cerrado con seguro por lo que sé”, responde.

El operador mantiene su compostura mientras los empleados de la escuela siguen reportando que el tiroteo continúa. "No, todavía está pasando", dice el conserje. "No puedo ir ahí".

"No quiero que vaya allá. Quiero saber qué está pasando con los estudiantes. ¿Puede ver algo o escuchar algo más?".

"Sigo escuchando disparos", responde el conserje.

La divulgación de las llamadas que tienen una duración de 25 minutos, hechas en Newtown, Connecticut, hace casi un año, se produjo después de que la agencia The Associated Press desafió la negativa de las autoridades de liberar las cintas del teléfono de emergencias.

La semana pasada, el juez de la Corte Superior de Connecticut, Eliot Prescott, confirmó la petición de divulgación de la Comisión para la Libertad de Información de Connecticut de liberar las llamadas relacionadas con el tiroteo del 14 de diciembre 2012.

Un fiscal del estado había tratado de bloquear la liberación para proteger a las familias de las víctimas.

Los asesinatos en Newtown, a unos 100 kilómetros de la ciudad de Nueva York, ocurrieron a menos de cinco meses después de una masacre similar ocurrida en una sala de cine en Aurora, Colorado, en las afueras de Denver.

Esos asesinatos masivos provocaron un debate nacional sobre la violencia armada, la seguridad escolar y la salud mental, un debate que produjo algunas nuevas restricciones a las armas de fuego en varios estados.

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