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La marihuana se convierte en un problema político para Obama

El gobierno federal de EU se ha mantenido al margen de la actividad legislativa estatal sobre el 'cannabis' mientras los estados se definen
mié 05 febrero 2014 11:23 AM

El movimiento que las entidades de Estados Unidos encabezan para legalizar la marihuana es un problema "crónico" para el gobierno de Obama. La marihuana no solo es legal en los estados de Colorado y Washington, también se ha convertido en un negocio casero con 420 recorridos turísticos y tiendas con pastelillos con marihuana.

Según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, los estados de Florida y Nueva York podrían unirse pronto a los 20 estados y el Distrito de Columbia, en donde la marihuana medicinal es legal. El gobierno ha adoptado una postura incierta sobre el tema: en los estados en los que fumarla es legal no aplicará sanciones.

"Veremos qué pasa con los experimentos en Colorado y Washington ", dijo el presidente Barack Obama en entrevista con Jake Tapper, de CNN. "El Departamento de Justicia señaló que vamos a seguir aplicando las leyes federales. Pero en esos estados, reconocemos que el gobierno federal no tiene los recursos para controlar si alguien fuma un porro en una esquina".

Esa postura frustra a algunas autoridades estatales y federales, entre ellos la jefa de la Agencia de Control de Drogas (DEA), Michele Leonhart, quien, según varios reportes de los medios, criticó al gobierno por su postura durante una reunión anual de sheriffs que se celebró el mes pasado.

Jon Gettman, profesor asistente de Justicia Criminal en la Universidad de Shenandoah, dijo que permitir que los estados se encarguen de trazar las políticas sobre la marihuana en vez de cambiar la postura federal es "políticamente conveniente" para el gobierno. "Ven que está ocurriendo un cambio social y están atrapados entre la espada y la pared", dijo Gettman. Ese cambio social incluye un cambio en la forma en la que los estadounidenses ven el consumo de marihuana.

En una encuesta de CNN y ORC International del mes pasado, se demostró que poco más de la mitad del país —el 55%— apoya la legalización de la marihuana. Es un aumento respecto al 16% que pensaba así hace un cuarto de siglo. Casi tres cuartas partes de los encuestados dijeron que el alcohol es más peligroso que la marihuana.

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Obama: "Yo fumé marihuana"

El presidente comparte esa opinión. "Todo se ha documentado bien; yo fumé marihuana de joven y lo veo como un mal hábito y un vicio, no es tan diferente de los cigarrillos que fumé de joven y a lo largo de gran parte de mi vida adulta", dijo el presidente a la revista The New Yorker en una entrevista reciente. "No creo que sea más peligrosa que el alcohol".

Poco después de que se publicara la entrevista, el gobierno se apresuró a aclarar la postura del presidente. Señalaron que la Casa Blanca se opone al movimiento nacional por la despenalización de la marihuana a pesar de la postura personal de Obama sobre el consumo de marihuana.

Actualmente, la marihuana está clasificada en el Apéndice I de la Ley de Sustancias Controladas, al igual que la heroína y la cocaína, que tienen una alta probabilidad de abuso y carecen de valor médico. "Decir qué sustancia pertenece o no al Apéndice I es trabajo del Congreso", dijo Obama a Taper durante su entrevista con CNN. Sin embargo, el presidente no dijo si exhortaría al Congreso a reclasificar la marihuana.

El asambleísta demócrata por Oregon, Earl Blumenauer, ha trabajado para reunir firmas de los legisladores en una carta dirigida a Obama en la que apoyan la reclasificación de la marihuana. El gobierno ha indicado en otras ocasiones que es poco probable que se reclasifique la marihuana en una categoría de drogas menos estricta.

El gobierno tiene un "grave problema político" cuando se trata de la marihuana, dijo Kevin Sabet, profesor asistente del Instituto de Políticas sobre Drogas de la Universidad de Florida.

Las posturas de Obama enfurecieron a tal grado a Leonhart, directora de la DEA, que se desahogó un poco durante la reunión anual de sheriffs que se celebró el mes pasado, según el diario The Boston Herald. Los alguaciles que estaban presentes declararon para el diario que ella manifestó su frustración porque Obama había comparado fumar marihuana con consumir alcohol.

"Sus comentarios no son necesariamente inesperados", dijo Dan Riffle, director de políticas federales del Marijuana Policy Project, un grupo que apoya la legalización de la marihuana. "Hay muchas personas que han pasado los últimos 20 o 30 años luchando en la guerra contra las drogas. Es natural que se rebelen". Sin embargo, la actitud y las leyes del país respecto a la marihuana están cambiando.

Durante un debate sobre políticas sobre drogas que se llevó a cabo en enero en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, el gobernador de Texas, Rick Perry, dijo que defendía la legalización de la marihuana, aunque no llegó a pedir que se legalizara. Sin embargo, el que un republicano que alguna vez se postuló a la presidencia opine así parece ser una prueba más de que las posturas sobre la marihuana están cambiando hasta en los rincones conservadores.

Tanto los defensores como los oponentes de la legalización de la marihuana dicen que, tarde o temprano, el gobierno federal tendrá que poner las cosas en claro.

"El asunto real es: ¿vamos a tener un sistema en el que 25 estados legalizan y 25 estados no?", dijo Gettman, el académico judicial. El rumbo de la política federal respecto a la marihuana podría definirse en las próximas elecciones intermedias y en la elección presidencial de 2016, mientras los estados ponderan la legalización de la marihuana.

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