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Los nuevos aliados de Rusia (y sus intereses) tras ser apartado del G-8

Rusia, alejado de las potencias occidentales, tiene la opción de acercarse a países en desarrollo y a socios económicos, como Siria y China
lun 31 marzo 2014 12:13 PM

La decisión de Estados Unidos y sus aliados europeos de apartar a Rusia del G-8 y la aplicación de otras sanciones económicas, más que un castigo, podría abrir una puerta a Moscú para encontrar nuevos simpatizantes o aliados económicos.

“Las sanciones económicas pueden ser un arma de doble filo porque más que castigar a Rusia, implica empujarlo hacia un mayor acercamiento con China y esto sería un desequilibrio bastante importante donde los dos bloques hegemónicos tradicionales como son la Unión Europea y Estados Unidos podrían debilitarse. A pesar de ser expulsado del G-8, Rusia tiene muchos más mercados y no es tan dependiente de ese club de Toby de los países mas industrializados del mundo“, opinó Dejan Mihailovic, profesor investigador del Tecnológico de Monterrey.

A Rusia no parece preocuparle su expulsión del G-8 (conformado por Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Japón e Italia y del que forma parte desde 1998). 

“El G-8 es una organización informal que no entrega una carta de membresía y, por su definición, no puede remover a nadie (…) Todas las preguntas económicas y financieras son decididas en el G-20, y el G-8 tiene como propósito de existencia ser un foro de diálogo entre los países líderes de Occidente y Rusia", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, luego de conocerse la decisión de las potencias occidentales de apartar a Rusia del foro, el pasado 24 de marzo.

El canciller ruso agregó que Rusia no estaba “atado a este formato y no vemos una gran desgracia si no nos reunimos. Quizás, por un año o dos, será un experimento para ver cómo vivimos sin él”.

Aliados políticos y económicos

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Once países dieron su apoyo a Rusia durante la votación en la Asamblea General de las Naciones Unidas que declaró –con 100 votos a favor y 58 abstenciones- inválido el referéndum de Crimea en el que la población de la península aceptó separarse de Ucrania para anexarse a la Federación rusa.

Además del propio voto ruso, los 10 países restantes que votaron en contra, -Venezuela, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Bielorrusia, Armenia, Corea del Norte, Siria, Sudan y Zimbabwe- son aliados tradicionales de Rusia, o críticos de las políticas estadounidenses.

Políticamente, Siria es uno de los pocos aliados de Rusia, que además es su mayor proveedor de armas. Rusia ha apoyado al cuestionado régimen de Bachar al Asad por los numerosos contratos sirios con la industria de defensa rusa, pero también por una cuestión ideológica: la política clave de Rusia es bloquear los esfuerzos estadounidenses en la región. Rusia cree que las preocupaciones humanitarias son utilizadas como una excusa de Estados Unidos para perseguir sus propios intereses políticos y económicos.

Moscú cuenta con simpatizantes económicos como China -el mayor comprador de armas rusas y dependiente de su energía- con quienes podría expandir su área de influencia.

En una conversación telefónica, el presidente Vladimir Putin se dirigió a su homólogo Xi Jinping para buscar apoyo, pero encontró una posición neutral. “La posición de China desde hace mucho tiempo es no interferir en los asuntos internos de los demás“,  informó poco después el vocero de asuntos exteriores del país , en un comunicado fechado el 2 de marzo.

La posición estratégica de Rusia, localizada en un área prolífica para la extracción de combustible y su cercanía con exrepúblicas soviéticas como Kazajstán, Bielorrusia, Turkmenistán y Armenia también juega a favor de Rusia para aumentar su liderazgo económico y político gracias a una unión aduanera impulsada por el presidente Putin.

Con respecto a Venezuela –uno de los mayores críticos de la política exterior estadounidense- Rusia también tiene acuerdos económicos e incluso de cooperación nuclear .

Además, las recientes sanciones también podrían hacer que Moscú voltee la mirada hacia otros países en vías de desarrollo.

“Los países llamados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) pueden beneficiarse de este conflicto porque un mayor acercamiento con China y eventualmente Sudáfrica, Brasil hasta Argentina podría promover un nivel de integración interregional de países situados en el sur del hemisferio y que ampliarían la influencia a nivel global de Rusia para presentarse como un bloque interlocutor válido para enfrentar los intereses de la Unión Europea y Estados Unidos“, dijo Mihailovic.

Argentina fue uno de los países que manifestó su apoyo a Rusia. En una plática telefónica el 25 de marzo, el presidente ruso Vladimir Putin y la presidenta de Argentina Cristina Fernández criticaron la postura de occidente sobre el referéndum en Crimea.

"O sea si el que hace el plebiscito para la autodeterminación es Crimea está mal. Ahora si el que quiere hacer un plebiscito para la autodeterminación es Malvinas, los kelpers, está bien. No resiste el menor análisis. De verdad, no resiste el menor análisis", dijo la presidenta en una crítica a lo que llamó el doble estándar occidental. 

Con información de Melissa Rodríguez

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