Una alumna de primaria de más de 90 años inspira a una generación en Kenya
Ella creció en Kenya durante el dominio colonial, cuando las mujeres no recibían educación.
Ahora, con 90 y tantos años, Priscilla Sitienei está cambiando eso, asistiendo a la escuela primaria e inspirando a una generación.
Empezó el kínder hace cinco años en un internado cerca de Eldoret, al oeste de Kenya. Ahora está en cuarto grado.
“Tuve nietos y bisniestos que huyeron de la escuela”, dice vía telefónica desde Ndalat. “Eso me molestó. Decidí que tenía que enseñarles que la educación es importante”.
¿La estudiante más vieja?
Durante la época colonial algunos hospitales en Kenya no mantenían registros de nacimientos. La edad exacta de Sitienei no está clara, pero ella dice que nació cerca de 1923, cuando una hambruna atacó a su pueblo. Al crecer, sus parientes le dijeron que apenas había sobrevivido la hambruna en su infancia, lo que le dio un estimado de su año de nacimiento.
Si lo confirman los Récord Guiness, ella sería la alumna más anciana en una escuela primaria.
La última persona en tener este honor fue otro keniano, Kimani Maruge, quien en 2004 fue nombrado la persona más vieja en empezar la escuela primaria. Cinco años después, murió a los 90 años.
Recuperar el tiempo perdido
Aunque trabajó como partera tradicional por décadas, dice que aún le queda mucho por aprender.
“Mi materia favorita es matemáticas”, dijo la nonagenaria. “Ahora que estoy en la escuela conozco la dosis correcta para darle a las mujeres a las que ayudo a recibir a sus bebés”.
Sitienei se casó cuando era joven y se enfocó en criar a sus 10 hijos.
“No podía ir a la escuela aún si hubiera querido”, dice. “En mi época, educar a una mujer se consideraba una pérdida de tiempo y dinero”.
“La educación no tiene límite de edad”
De manera entusiasta, ella describe su amor por la escuela y sus compañeros, algunos de los cuales ella ayudó a traer al mundo.
“Me llaman Gogo”, dice ella, usando la palabra destinada para referirse a "abuela" en su tribu local Kalenjin. “Jugamos en los columpios en el recreo, hablamos, me gusta la escuela”.
Sitienei tiene un dormitorio especial escondido en una esquina, donde reparte sabiduría a sus protegidos. Afuera de su puerta hay un cartel que dice “La educación no tiene límite de edad”.
Competencia amistosa
David Kinyanjui, el director de la Escuela Preparatoria Visión de Líderes (Leaders Vision Preparatory School), la describe como una alumna modelo.
“Aconseja a nuestras niñas, aconseja a nuestros niños”, dice Kinyanhui. “Participa en todo, incluyendo educación física. También es buena en matemáticas y ciencias, y es muy buena contadora de historias”.
El entusiasmo de Sitienei ya está dando frutos.
Sus tres bisnietos son sus compañeros de clases. Tienen competencias amistosas sobre quién tendrá las mejores calificaciones.
El año pasado, Sitienei fue la alumna número uno en el tercer grado.
“Sus bisnietos no podían creer que ella hubiera salido mejor que ellos. Eso realmente los motivó, uno de ellos incluso lloró”, dice el director.
Ahora, trabajan aún más duro para vencerla.
Lillian Leposo contribuyó a este reporte.
