Rescatistas abren hoyos al casco del Eastern Star; no hay señales de vida
Rescatistas de China utilizan grandes grúas para comenzar la difícil tarea de enderezar el barco Eastern Star, que naufragó esta semana en las aguas del río Yangtsé, en el intento de recuperar los cuerpos de cientos de personas que se creen están atrapadas dentro.
Las autoridades señalaron que seguirán buscando a sobrevivientes dentro de la nave hasta este jueves, 72 horas después de que se hundió en el río, en el centro de China.
“Esto es mostrar respeto por la vida”, afirmó Wang Zhigang, un funcionario local a cargo de las inspecciones de la nave.
Como último esfuerzo, los rescatistas han abierto hoyos en la parte del casco que se asoma a la superficie pero no han encontrado señales de vida. En un inicio, medios locales informaron que los rescatistas consideraban podía haber sobrevivientes dentro.
Solo 14 personas han sido encontradas con vida, un número que no ha cambiado desde el martes, el día después de que el Eastern Star naufragó durante una tormenta en la sección del Yangtsé que atraviesa la provincia de Hubei.
La cifra confirmada de muertos aumentó a 77 personas este jueves, señalaron las autoridades. Mientras que 360 personas aún están desaparecidas, la mayoría de entre 60 y 70 años.
Las autoridades esperan lo peor. Los rescatistas han colocado tiendas a las orillas del río que funcionarios señalan es para recibir a los cuerpos que se saquen del agua. Y los medios locales han reportado que trabajadores de una funeraria cercana están preparando cámaras refrigerantes para recibirlos.
El enojo de las familias
Familiares de muchos de los que iban a bordo, la mayoría de ellos del este de China donde inició el recorrido del barco, han enfrentado una espera tortuosa por noticias en la operación de rescate obstaculizada por la lluvia frecuente y las fuertes corrientes.
Algunos familiares han llegado por si solos al sitio del desastre y expresado enojo ante la respuesta de los funcionarios.
“Nadie lo está ayudando”, declaró Chen Suhua, cuyo esposo de 78 años viajaba en el barco.
“El bote aún está volteado y los políticos solo están dando discursos”, dijo a CNN en el lugar del naufragio este miércoles.
Algunos residentes del distrito de Jianli han ayudado a los familiares distribuyendo agua y ofreciendo trasladarlos gratuitamente en coches a los que han colocado listones amarillos.
Revisiones a otros barcos
Aún hay muchas dudas sobre lo que ocurrió al Eastern Star la noche del lunes. Las autoridades tienen bajo custodia al capitán y al jefe de ingenieros, pero poco se ha revelado de sus declaraciones, solo que la nave fue golpeada por un tornado.
Aún no está claro si el barco era la única nave en el río que fue afectada por la tormenta.
Datos satelitales de un sitio dirigido por el Ministerio de Transporte chino muestran que la nave cambió de dirección en cuestión de minutos, antes de que las autoridades dijeran que se hundió, pero la causa del movimiento aún no está clara. Una posibilidad es que la nave cambió su dirección cuando quedó a la deriva por la tormenta.
Las autoridades de navegación para el Yangtsé han ordenado a la compañía Chongqing Eastern Shipping, operadora de Eastern Star, que realice inspecciones de todas sus naves y suspendió los viajes de Eastern Pearl, una nave hermana de Eastern Star, para que sea revisada.
Eastern Star al parecer tuvo problemas para cumplir los estándares marítimos hace dos años. De acuerdo con un documento del sitio de la Oficina Marítima de Nanjing, el Eastern Star y otros cinco cruceros turistas fueron incautados en 2013 con problemas reportados a la Administración de Seguridad Marítima de Chongqing, donde están registradas. El documento, sin embargo, no dice cuándo tiempo estuvieron detenidas ni cuáles fueron los problemas
Eastern Star estaba en un viaje de varios días en el Yangtsé, de Nanjing a Chongqing, cuando naufragó el lunes
David McKenzie de CNN reportó desde Jianli, Jethro Mullen y Steven Jiang reportaron desde Hong Kong. Ivan Watson, Tim Schwarz, Kevin Wang, Elizabeth Joseph y Shen Lu, de CNN, así como los traductores Daisy Ng y Wayne Chang contribuyeron con este reporte.
