Alemania cierra la investigación sobre espionaje al celular de Merkel
La máxima fiscalía pública de Alemania cerró el viernes una investigación de un año sobre supuestas escuchas al teléfono celular de la canciller Angela Merkel por parte de espías estadounidenses, argumentando falta de pruebas.
Al poner fin a un caso que generó serios roces diplomáticos entre Alemania y Estados Unidos, la fiscalía señaló que no había hallado evidencia que respalde las acusaciones del excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA), Edward Snowden, sobre una intervención al teléfono de Merkel.
"Las acusaciones realizadas no se sostendrían en un juicio con los medios disponibles para procedimientos delictivos", indicó la oficina federal de fiscales en Karlsruhe mediante un comunicado.
"Las vagas declaraciones de funcionarios de Estados Unidos sobre una vigilancia desde (el área de) inteligencia estadounidense al teléfono celular de la canciller son evidencia insuficiente", agregó.
El portavoz de Merkel, Steffen Seibert se negó a opinar sobre el cierre de la investigación.
"El fiscal federal ha tomado su decisión", dijo. "Este tipo de decisión no debería ser comentada por el Gobierno", agregó.
Berlín y Washington han tenido cruces sobre la vigilancia de la NSA desde que las revelaciones de Snowden el año pasado mostraron que Estados Unidos había efectuado escuchas a varios de sus aliados, incluida Merkel.
El fiscal federal Harald Range había iniciado la pesquisa en junio del 2014 al señalar que había evidencia preliminar que indicaba que el área de inteligencia de Estados Unidos había intervenido el teléfono. Sin embargo, en ese momento dijo que no había claridad suficiente como para presentar cargos.
En diciembre, Range ya había adelantado que la investigación no sería exitosa porque no se había podido recabar evidencia concreta.
"El documento presentado en público como prueba de una intervención concreta en el teléfono móvil no es una orden de vigilancia auténtica de la NSA", dijo en diciembre.
Range dijo además que ni el periodista de la revista alemana Der Spiegel que había presentado el documento, ni la agencia de inteligencia germana BND, ni Snowden, habían brindado más detalles a su oficina.