Austria y Eslovaquia reinstalan control fronterizo, como lo hizo Alemania
Austria y Eslovaquia anunciaron este lunes que restablecerán sus controles fronterizos, sumándose a la medida adoptada por Alemania este domingo, en medio de la peor crisis de refugiados en el continente desde la Segunda Guerra Mundial.
La decisión del gobierno de Berlín , que suspende de facto el espacio Shengen de libre circulación en Europa, presiona a los ministros de la Unión Europea, que este lunes se reúnen en Bruselas para tratar la situación.
Austria "hará lo mismo que Alemania (...) y llevaremos a cabo temporalmente controles en las fronteras", dijo la ministra austriaca del Interior, Johanna Mikl-Leitner.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) advirtió a los países europeos que la confusión sobre las políticas fronterizas en cada país podría dejar a miles de refugiados en un "limbo legal". En tanto, el papa Francisco aseguró que la crisis es solo "la punta del iceberg" de un sistema socioeconómico "malo e injusto".
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Hungría, país que ha estado en contra de las medidas con las que Europa busca resolver la crisis, contabilizó una cifra récord de 5,809 ingresos de refugiados a su territorio el domingo. El país está construyendo una valla con Serbia.
Europa calcula que el número de refugiados, proyectado en 800,000 personas, aumentará a un millón a finales de año.
Alemania restauró sus controles fronterizos el domingo, con lo que varios refugiados sirios ya no pudieron cruzar por la frontera con Austria. Sin embargo, el gobierno aseguró que esta medida no significa que haya cerrado sus puertas a los refugiados.
"Los controles provisionales en las fronteras no son lo mismo que cerrar las fronteras, es totalmente distinto. Los refugiados continuarán viniendo a Alemania y esperamos que sea en el marco de un proceso más ordenado", dijo Steffen Seibert, ministro del Interior del estado de Bavaria, uno de los más afectados por la llegada de los solicitantes de asilo.
El gobierno de Angela Merkel y la Comisión Europea buscan establecer cuotas de reparto obligatorio a los 28 países de la Unión Europea, para colocar a 160,000 refugiados en dos años y ayudar a países como Grecia, Italia y Hungría, que reciben cada día a miles de personas.
La medida ha sido rechazada por República Checa y Eslovaquia, quienes prometieron bloquear cualquier iniciativa en ese sentido.
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