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Finlandia, ¿el pionero de un mundo libre de tabaco?

La nación europea se ha fijado como meta poner fin al problema del tabaquismo en su totalidad para 2040, algo que los expertos y mismo gobierno finlandés creen que es posible.
sáb 04 marzo 2017 06:15 AM
Pionera
Pionera Finlandia es la primera nación en establecerse como meta poner fin al problema en su totalidad. (Foto: KUO CHUN HUNG/Getty Images/iStockphoto)

El gobierno finlandés fijó un ambicioso objetivo para sus residentes en un intento de beneficiar su salud… y sus bolsillos.

Las autoridades planean liberar al país del tabaco para el 2040, lo que significa que quieren que menos del 2% de sus adultos consuman tabaco, en cualquier forma, antes de ese plazo.

Eso se traduce en más del 98% de la población finlandesa diciendo “no” a cigarrillos, al tabaco en polvo y a otras formas de tabaco sin humo, a los puros, pipas e incluso a los cigarros electrónicos.

En línea con la tendencia en los países industrializados, las tasas de tabaquismo en Finlandia han descendido en las últimas décadas debido a medidas como la prohibición de publicidad y la exhibición en tiendas y la creación de espacios públicos libres de humo. En 2013, el 16% de la población finlandesa de 15 a 64 años fumaba diariamente, mientras que en el Reino Unido el 19% de los adultos eran fumadores en 2014.

Pero a partir de este año entraron en vigor nuevas medidas de control.

"El enfoque finlandés es revolucionario. Queremos deshacernos de todos los productos del tabaco", señaló Kaari Paaso, jefe de la unidad de prevención de daños en el Ministerio de Salud y Asuntos Sociales del país.

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Los expertos están de acuerdo en que el gobierno finlandés eche mano de la innovación y la creatividad para conseguir que todos abandonen el hábito.

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En lugar de enfocarse en una esfera a la vez, como la exposición en espacios públicos o el consumo de cigarrillos, Paaso dijo que su ministerio quiere ser preventivo desde todos los ángulos. No busca defender productos más suaves que pueden hacer menos daño, como los cigarrillos electrónicos o el rapé. "Es un paquete integral de políticas", dijo.

La vecina Suecia, por ejemplo, también ha visto una reducción dramática en el número de fumadores - solo 12.7% entre los hombres y 15.2% entre las mujeres en 2013 - pero lo consiguió en parte promoviendo el uso de snus, un producto de tabaco sin humo que se consume por vía oral. El producto, junto con todas las otras formas de tabaco oral, está prohibido en otros estados miembros de la Unión Europea.

Reino Unido también está adoptando un enfoque similar para reducir el número de fumadores. En lugar de snus, apoya el uso de los cigarrillos electrónicos para ayudar a la gente a dejar el hábito.

Pero Finlandia quiere deshacerse de todo.

"No queremos caer en la trampa de otras políticas que tienen productos menos dañinos", aseveró Paaso, quien teme que la promoción de otros productos resulte en una nueva adicción a la que tendrán que hacer frente en el futuro. "Queremos eliminar progresivamente todos los productos".

Y ese retiro paulatino ya ha comenzado.

Subir el costo de venderlo

Los expertos coinciden en que una de las políticas más fuertes en términos de control del tabaco a nivel mundial ha sido la fiscal. Aumentar el costo del hábito, imponiéndole mayores impuestos, ha hecho que muchos ya no puedan permitirse el lujo de fumar, y los que pueden pagárselo proporcionan ingresos para campañas contra el tabaquismo y servicios de apoyo para dejar de fumar, por mencionar algunas opciones.

"La evidencia sugiere que subir los precios es la forma más efectiva de reducir la demanda", dijo Vaughan Rees, director del Center for Global Tobacco Control en la Escuela de Salud Pública Harvard T.H. Chan.

"En los estados donde vemos las tasas impositivas más altas, vemos la prevalencia más baja", dijo, destacando la ciudad de Nueva York, donde el entonces alcalde Michael Bloomberg introdujo impuestos municipales además de los impuestos estatales en 2010. En 2016 un poco más del 14% de los neoyorquinos fumaban, según el programa NYC Smoke-Free .

Por lo tanto, Finlandia introdujo otra gigantesca barrera financiera para los consumidores: aumentó los costos de los vendedores de productos de tabaco.

"Hay una tarifa bastante alta para obtener la licencia y venderlos", dijo Paaso

Cualquier negocio que desee vender tabaco debe primero solicitar y pagar una licencia, un proceso único, pero luego debe pagar una cuota adicional anualmente para cubrir los costos de los agentes de vigilancia en cada municipio que verificarán que los minoristas cumplan las reglas.

Esa tasa de vigilancia es la disuasoria, ya que se calcula por caja o cajero en cualquier negocio y puede llegar hasta los 500 euros anuales por caja registradora.

La tarifa la fija cada municipio, no el estado, y muchos de ellos han decidido que este límite máximo sea el efectivamente cobrado. "Hemos recibido críticas de los propietarios de tiendas pequeñas y grandes... alegan que es desproporcionadamente alta respecto al año pasado", dijo Paaso. Pero esa no era la idea, el ministerio esperaba que la cuota fuera aumentada paulatinamente año con año.

Una tienda con 10 cajas podría por lo tanto pagar más de 5,000 dólares por año además de su tarifa de licencia por vender tabaco al público.

"Finlandia ha llegado muy lejos... y ahora irá al siguiente nivel, con la innovación", explica Kelly Henning, directora del programa de salud pública de Bloomberg Philanthropies, una organización fundada por el exalcalde de Nueva York que trabaja para promover políticas de control del tabaco.

Henning destaca que la Iniciativa Tobacco Free de la Organización Mundial de la Salud tiene seis pasos que recomienda para el control efectivo. El último de ellos es "aumentar los impuestos sobre el tabaco". Y agregó, "En Finlandia han llevado esas políticas impositivas al nivel más alto posible".

Terrazas y autos sin humo

Otro enfoque singular que el país escandinavo implementó en enero fue la posibilidad de solicitar la prohibición de fumar en los balcones si la presencia de los fumadores es una molestia.

Las empresas inmobiliarias ahora pueden solicitar la prohibición si se ve que el humo se propaga desde el balcón privado de alguien hacia otros espacios. Como en muchos otros países, las prohibiciones rigen en las áreas públicas, pero esta nueva política se dirige al espacio privado de un fumador.

"Tú puedes solicitar una prohibición. No ha habido grandes cambios... pero estas medidas son todavía muy nuevas", dijo Paaso.

A los residentes finlandeses tampoco se les permite fumar en automóviles si hay personas menores de 15 años presentes. Esto no es único, ya que otros países como Reino Unido han impuesto prohibiciones en los automóviles cuando viajan menores, si bien en este país la edad de corte es mayor, a los 18 años.

Restarle atractivo

Una estrategia clave en el enfoque de Finlandia para erradicar el tabaquismo es reducir en primer lugar el número de adolescentes que adquieren el hábito, reduciendo su presencia y su atractivo.

Como resultado, las nuevas políticas también limitan la compra de productos que imitan el tabaco o los cigarrillos, como dulces y chocolates en forma de pipas o cigarrillos. Aunque estos productos no están prohibidos, están sujetos a restricciones. Por ejemplo, las tiendas que emplean tarjetas de fidelidad para ofrecer descuentos no pueden ofrecer tales descuentos en dichos artículos.

Pero la industria del cigarrillo electrónico enfrenta restricciones aún mayores. "Los cigarrillos electrónicos se venden en tiendas normales, pero tenemos reglas estrictas", señaló Paaso.

Lee: ¿Los cigarros electrónicos causan daños a la salud?

A partir de agosto, los cigarrillos electrónicos tenían las mismas restricciones en términos de ventas y uso público que los cigarrillos regulares, como los límites de edad, y ya no se les permite tener ningún sabor. "No pueden tener ningún sabor distintivo", explicó Paaso, añadiendo que "nuestro enfoque es esta idea básica de eliminar gradualmente todos los productos con nicotina".

El uso de sabores en esa clase de cigarros ha sido objeto de mucho debate, ante los temores de que atraigan a los jóvenes y actúen como una puerta de entrada para fumar.

"Eso es absolutamente crucial", dijo Rees de Harvard, quien cree que los cigarrillos electrónicos pueden ser una herramienta útil para ayudar a las personas a dejar de fumar y aboga por la posición del Reino Unido en evitar un daño mayor. Pero su apoyo termina cuando entran en juego los sabores. "Estamos viendo una proliferación de sabores, incluyendo sabores de gomitas y dulces que son intrínsecamente atractivos para los niños".

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¿Una misión global?

Finlandia no es la única nación empeñada en reducir el tabaquismo y todos los hábitos relacionados con el tabaco entre su población.

Henning y Rees destacan el caso de Australia, donde el embalaje de las cajas de cigarrillos, aunado a los impuestos, ha ayudado a reducir rápidamente el consumo. En 2014-15, solo el 14.7% de los adultos de 18 años o más fumaban diariamente —menos que Finlandia— en comparación con más del 16% en 2011-12.

"Ellos aumentaron el precio dramáticamente, y ahora están viendo los beneficios", dijo Rees.

En el otro extremo del espectro está China. Después de un aumento de la demanda en los últimos años conforme más personas comenzaron a fumar, tres ciudades han prohibido fumar en lugares públicos cerrados, incluida la capital, Beijing.

"Las muertes relacionadas con el tabaco están aumentando porque las tasas de tabaquismo en los hombres son altas", indicó Henning. En China, más de 1.3 millones de personas mueren cada año de enfermedades relacionadas con el tabaco, de acuerdo con el Atlas del Tabaco, vinculado al hecho de que más del 45% de los hombres son fumadores.

A nivel mundial, la OMS estableció como meta para 2025 reducir el consumo de tabaco entre las personas mayores de 15 años en un 30%, a fin de ajustarse en consecuencia a los objetivos de reducir las tasas de enfermedades no transmisibles, como el cáncer.

Pero Finlandia sigue siendo pionera, la primera nación en establecerse como meta poner fin al problema en su totalidad. Los expertos, así como el gobierno, creen que es posible.

"Los gobiernos deben fijarse el objetivo de lograr exactamente eso", dijo Rees. Pero reconoce que no todos los países necesariamente podrían lograrlo, pues la cultura juega un papel clave. "Finlandia, al tener mucho más control sobre una población relativamente homogénea, puede establecer esa meta de manera realista".

Y Henning coincide en que simplemente establecer un objetivo puede marcar la diferencia. "Es una posibilidad remota, pero Finlandia cree que es alcanzable", afirmó.

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