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Los vecinos los creían normales... se trataba de espías rusos

Una pareja llevaba una vida tranquila con dos hijas en un suburbio de Nueva Jersey, hasta que llegó el FBI y todo cambió, incluso para el vecindario.
jue 20 julio 2017 10:54 AM
Los 'Murphy'
Los 'Murphy' Parecían ser una típica familia estadounidense, sin embargo eran espías rusos. (Foto: Laura Guadalupe Ortiz Zuniga)

Para los residentes incautos de un vecindario suburbano de Montclair, Nueva Jersey, parecía demasiado alocado como para creerlo: sus vecinos tranquilos y sencillos resultaron ser espías rusos.

La pareja, conocida como Richard y Cynthia Murphy, parecía ser parte de una típica familia estadounidense, viviendo en una casa beige de dos pisos de estilo colonial con sus dos hijas en el número 31 de Marquette Road.

La tarjeta de presentación de Cynthia indicaba que trabajaba como planificadora financiera en una empresa de contabilidad en Manhattan. Richard dijo a sus vecinos que era un papá que se quedaba en casa y criaba a Lisa, de 9 años, y a su hermana Kate, de 11.

Sin sospechas
Simulaban ser una planificadora financiera y un padre de familia.

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La sorprendente verdad surgió cuando el FBI hizo una redada en la casa en 2010. Los nombres reales de Richard y Cynthia eran Vladimir y Lydia Guryev.

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“Podrías haberme dicho que eran marcianos del espacio y me habría sorprendido menos”, dijo Elizabeth Lapin, una profesora de poesía que aún vive en la calle de la casa ahora conocida como la casa de los espías.

Los Guryev habían estado recopilando información desde la década de 1990 para la SVR de Rusia, lo que el FBI describe como el equivalente moderno de la KGB. Si no lo recuerdas, la KGB era la organización de seguridad nacional de la ya desaparecida Unión Soviética, que durante la Guerra Fría se encargó de dirigir una fuerza policial secreta doméstica y operar una red de espías en todo el mundo.

El 27 de junio de 2010, el FBI detuvo a los Guryev junto con otros ocho presuntos espías rusos en Manhattan, Yonkers, Boston y el norte de Virginia. El anuncio desencadenó titulares que recordaron a la Guerra Fría e incluso inspiraron la creación del drama de espías de los años 80 de FX The Americans.

Pero, mientras que los espías rusos de The Americans “hacen todo tipo de cosas imprudentes y salvajes”, dijo la vecina Virginia Bailey, esa no fue la impresión que tuvo de los Guryev.

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“Según todas las informaciones”, dijo Bailey a CNN, “estos vecinos no eran imprudentes ni salvajes”.

Así es como era vivir realmente al lado de un espía ruso, según varios residentes de Montclair, quienes hablaron con CNN.

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Ocultos a plena vista

En retrospectiva, los vecinos dicen que 'la casa de los espías' de Guryev era un lugar perfecto para esconderse a simple vista. Manhattan estaba a sólo 30 minutos en autobús directo y la casa colindaba con una reserva de vida silvestre de 8.5 hectáreas donde las reuniones con los agentes y los intercambios de información podrían ser fácilmente ocultados de las miradas indiscretas.

La familia no era demasiado social, pero tampoco estaban exactamente ocultos. Los vecinos dicen que a veces asistían a las fiestas de verano de la cuadra.

Antes de la redada, Bailey y su hija, Jessie Gugig, recuerdan haber visto a su vecina 'Cynthia' caminando con su perro muchas mañanas por Marquette Road. Aunque nunca se detuvieron para tener una conversación, Bailey la recordó como “muy atractiva y muy bien organizada, siempre se vestía muy bien”.

Algunos vecinos dijeron que la pareja hablaba con acentos distintos, pero Lapin dijo que nunca escuchó uno.

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“Las chicas pusieron un puesto de limonada un verano”, dijo Lapin. “Eso fue algo tan estadounidense”.

Lapin mencionó que tuvo una “premonición” de que “algo extraño” estaba ocurriendo mucho antes de la redada. Unos meses antes, se dio cuenta de una construcción inusual y prolongada bajo las calles del vecindario. El viernes antes de la redada, dijo que una patrulla había sido estacionada en frente de su casa.

Pero ¿espionaje? Eso nunca se le ocurrió, dijo Lapin.

Cómo fueron capturados

El FBI y la CIA se enteraron por primera vez de la colección de espías de la SVR profundamente encubiertos en Estados Unidos a principios de los años 2000. Vivían como los llamados 'ilegales', lo que significa que no tenían protección diplomática.

Las autoridades estadounidenses vigilaron secretamente a todos los espías durante años, colocando micrófonos en la casa de los Guryev e incluso buscando en secreto cuando no estaban cerca. El FBI dijo a la serie original de CNN, Declassifed que los Guryev se esforzaron tanto por mezclarse con la sociedad estadounidense que ni siquiera hablaban ruso dentro de su propia casa.

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Finalmente, Estados Unidos descifró un código secreto que los espías usaban para comunicarse con Moscú, permitiendo que el FBI aprendiera más sobre las idas y venidas de los Guryev. En 2009, el FBI filmó un video de una reunión entre Vladimir y un funcionario del gobierno ruso. Las autoridades decidieron que era hora de detener al grupo de espías.

Documentos 'oficiales'
Los espías poseían varios documentos falsos con distintas identidades.

Jessie Gugig recuerda que a sus 15 años experimentó el impacto de ver las furgonetas del FBI detenerse en la casa de los Guryev, a solo un tiro de piedra de su propia residencia.

“Eventualmente otro auto se estacionó y chicos con trajes y audífonos aparecieron con algunos papeles que debían ser una orden judicial”, recordó Gugig, ahora una estudiante de derecho de 22 años. Los agentes súbitamente entraron a la casa, encendieron las luces y registraron de arriba a abajo.

“La casa se iluminó como si fuera Navidad”, dijo.

Durante al menos una semana después de la redada, la prensa parecía estar en todas partes del barrio, dijo la madre de Gugig, Bailey. “Me refiero a hordas de ellos”, dijo. “Era simplemente un carnaval”.

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Las dos niñas de Guryev, dijo Bailey, fueron llevadas para que se quedaran con un amigo de la familia.

¿Qué pasó con los niños?

Dos semanas después del arresto del FBI, Moscú y Washington firmaron un acuerdo.

Después de que los 10 detenidos se declararon culpables de ser agentes rusos, Estados Unidos negoció transferirlos a la custodia rusa. A cambio, Moscú acordó liberar a “cuatro personas” que estaban “encarceladas en Rusia por presunto contacto con agencias de inteligencia occidentales”, dijo el Departamento de Justicia.

Kate y Lisa, quienes nacieron en Estados Unidos, eventualmente se reunieron con sus padres en Rusia. El Fiscal General de Estados Unidos, Eric Holder, dijo a Face the Nation de CBS en 2010 que las hijas de Guryev y todos los demás hijos de agentes rusos fueron “repatriados”.

“Todo ese aspecto fue muy triste”, dijo Bailey. “De repente, sus vidas habían cambiado por completo, los niños no conocían Rusia, tuvieron que dejar a sus amigos bruscamente y de repente todo fue radicalmente diferente”.

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El exagente del FBI, Eric O'Neill, quien ayudó a capturar el agente doble del FBI, Robert Hanssen, dijo en 2010 que es inusual que los espías que sirven en el extranjero tengan hijos, porque podrían experimentar una lealtad dividida.

“Cuando uno es padre, se supone que debes cuidar a tus hijos, se supone que debes ponerlos en primer lugar en tu vida y un espía no puede hacer eso”, dijo O'Neill.

¿Otros espías viven aún entre nosotros?

En ese momento, tener espías rusos en el vecindario se sintió como un extraño retroceso a la Guerra Fría, dijeron vecinos.

Pero ahora que la gente de Marquette Road está escuchando más sobre las tensiones entre Rusia y Estados Unidos, dicen que la idea de que espías rusos vivan entre los estadounidenses no parece tan sorprendente. Algunos de ellos están siguiendo las actuales investigaciones del gobierno estadounidense sobre la intromisión de Rusia en las elecciones de 2016 y posibles colusiones con los miembros de la campaña presidencial de Donald Trump.

De hecho, los espías rusos están incrementando sus esfuerzos de recolección de inteligencia dentro de Estados Unidos, dijeron a CNN funcionarios de inteligencia estadounidenses actuales y antiguos.

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Oleg Kalugin, exjefe de espionaje de la KGB, dijo a CNN que “no se sorprendería” al enterarse de que Rusia sigue dirigiendo espías ilegales profundamente encubiertos en Estados Unidos, pero sospecha que estos programas estarían menos activos ahora que en 2010. Kalugin, quien dice que nunca dirigió programas ilegales de cobertura profunda, los criticó como derrochadores e ineficientes.

“Es arriesgado, solitario y un trabajo realmente difícil”, dijo.

Una de las piezas clave de la evidencia descubierta por el FBI en el caso de 2010 fue un mensaje que los líderes de la red de espionaje rusa enviaron a los Guryev poco antes de su detención.

“Fueron enviados a Estados Unidos para un viaje de servicio a largo plazo”, decía el mensaje. “Su educación, sus cuentas bancarias, su automóvil, su casa, etc., todo eso sirve a un objetivo: cumplir con su misión principal, es decir, buscar y desarrollar vínculos en círculos políticos y enviar informes de inteligencia a C."

Se cree que 'C' se refiere al 'El centro', una casa de compensación de la información de espionaje en Rusia.

¿Qué sigue para 'la casa de los espías'?

Construida en 1950, la casa de dos pisos de color beige es una típica casa de clase media para la zona. Mide un poco más de 168 metros cuadrados y el condado la valoró este año en 425,700 dólares, de acuerdo con los registros de impuestos del condado de Essex.

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Tanto tiempo ha pasado que “es difícil creer que eso sucedió”, dijo Bailey.

“La naturaleza está recuperando la casa”, dijo Gugig. La hiedra empieza a invadir la casa, el jardín está completamente cubierto de vegetación.

“La casa sigue allí y está vacía”, agregó. “Es simplemente un recordatorio constante”.

Vecinos espías
Siete años después, la casa luce vacía.

Lapin, quien ha vivido cerca de la casa durante 11 años, dijo que el barrio era más amigable antes de la redada. “Me gustaba el vecindario... hasta que ocurrió ese evento”, dijo.

Pero la vieja vibra ha vuelto lentamente, dijo. Varios de sus vecinos se han mudado desde la redada; reemplazados por nuevos residentes que no asocian la casa con los espías.

Un agente de bienes raíces dijo que la casa había sido vendida recientemente.

Tal vez una nueva familia se mudará pronto, lo que ayudará a Montclair a pasar la página y alejarse de su conexión con el espionaje internacional.
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