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Irán contra Estados Unidos: una rivalidad que va mucho más allá del futbol

Desde hace más de 40 años, con el triunfo de la revolución islámica, las dos naciones se han convertido en rivales diplomáticos.
mar 29 noviembre 2022 05:04 AM
Una mujer con lágrimas maquilladas sostiene una camiseta donde se leer el nombre Mahsa Amini y el número 22, junto con un hombre con corazones pintados en las mejillas sostiene una bandera de franjas horizontales verde, blanca y roja con el mensaje "mujeres, vida, libertad" en las gradas de un partido de Irán en Qatar 2022.
Este año, la preparación de Irán para el Mundial se ha visto ensombrecida por las protestas a causa de la muerte en septiembre de Mahsa Amini detenida por incumplir el código de vestimenta islámico del país.

Estados Unidos e Irán definirán en su último enfrentamiento su futuro en Qatar 2022 en un partido este martes. Por si esto no bastará, el juego también tiene un importante trasfondo político.

Las décadas de enemistad entre ambos gobiernos, que rompieron sus relaciones diplomáticas tras la Revolución Islámica en Irán de 1979, serán el telón de fondo de un choque de alta tensión deportiva en el estadio Al Thumama de Doha.

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Los lazos se tensaron más cuando el entonces presidente Donald Trump sacó a Estados Unidos de un acuerdo nuclear con Irán en 2018. Las negociaciones para relanzar el acuerdo entre la república islámica y las potencias europeas —Alemania, Francia y Reino Unido— actualmente están en un punto muerto.

Estados Unidos mató a Qasem Solemaini, un general iraní de alto rango, en enero de 2020 y Teherán respondió con ataques de misiles a las fuerzas estadounidenses con base en Irak.

A Estados Unidos, tercera del Grupo B con 2 puntos, solo le sirve la victoria para avanzar a los octavos en su regreso a una Copa del Mundo tras la dolorosa ausencia de Rusia-2018. A Irán, segunda con 3, le podría bastar con un empate, dependiendo del resultado del otro partido entre Inglaterra y Gales.

Los entrenadores de ambas selecciones evitaron referirse a las gélidas relaciones bilaterales, diciendo que estaban centrados en el torneo y en su capacidad para unir a la gente.

"Preveo que el partido será muy disputado por el hecho de que ambos equipos quieren pasar a la siguiente ronda, no por la política o por las relaciones entre nuestros países", dijo el entrenador de Estados Unidos, Gregg Berhalter.

"Lo que tiene el fútbol es que conoces a tanta gente diferente de todo el mundo, y te une el amor común por este deporte. Somos futbolistas y vamos a competir y ellos van a competir y ya está”.

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La bandera de la discordia

El mensaje deportivo de Berhalter, sin embargo, se vio socavado por la propia Federación de Fútbol estadounidense (US Soccer), que generó una gran polémica al publicar en sus redes sociales una versión modificada de la bandera nacional de Irán.

Voceros de US Soccer justificaron el gesto como "solidaridad con las mujeres de Irán", un país sacudido por insólitas manifestaciones antigubernamentales desatadas por el fallecimiento de una joven que fue detenida por supuestamente incumplir el estricto código de vestuario para mujeres.

Este año, la preparación de Irán para el Mundial se ha visto ensombrecida por los disturbios civiles en su país a causa de la muerte en septiembre de Mahsa Amini, de 22 años, detenida por incumplir el estricto código de vestimenta islámico del país.

Su asesinato, acompañado de la violencia a la que fue sometida y las mentiras del gobierno iraní, ha levantado las iras de la población, por el abuso al que están subyugadas las mujeres.

La publicación, que luego fue retirada por US Soccer, enfureció a la Federación de Irán, que presentó una queja formal ante la FIFA, diciendo que Estados Unidos no respetó la bandera nacional de la República Islámica de Irán.

“De acuerdo con la sección 13 de las reglas de la FIFA, cualquier persona que ofenda la dignidad o la integridad de un país, una persona o un grupo de personas será sancionada con una suspensión de al menos 10 partidos o un período específico, o cualquier otra medida disciplinaria apropiada”, indicó la agencia semioficial iraní Yasmin.

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La agencia también dijo que la federación estadounidense había "eliminando el símbolo de Alá” de la bandera iraní diseñada en 1980, tras la llegada al poder de los Ayatolás. La bandera tiene cuatro curvas con una espada entre ellas para representar el dicho islámico: “No hay más dios que Alá”.

La bandera es un punto de conflicto para los aficionados iraníes en Qatar. Los opositores al régimen islámico ondean la bandera del león y el sol, usada en el gobierno del sha Mohammad Reza Pahleví, antes del triunfo de la revolución de 1979.

El equipo Melli se negó a cantar el himno nacional de Irán en su primer partido contra Inglaterra, en una aparente muestra de solidaridad con los manifestantes. El viernes cantaron en voz baja en el estadio Ahmad bin Ali, donde se escucharon abucheos de sus hinchas.

El antecedente: el “juego de la fraternidad “de Francia 98

Irán y Estados Unidos ya vivieron un recordado duelo mundialista en Francia 98, con una memorable victoria de los iraníes por 2-1 en el Stade Gerland de Lyon.

El juego estuvo también rodeado de tensiones externas. Las autoridades de Irán, designado como equipo visitante, rechazaron el protocolo de la FIFA que dictaba a sus jugadores caminar hacia sus rivales para saludarles antes del pitido inicial.

Los futbolistas iraníes, no obstante, sorprendieron a todos al regalar a los estadounidenses ramos de rosas blancas como símbolo de la paz y posaron junto a ellos para una fotografía conjunta.

El seleccionador de Irán, Jalal Talebi, y el veterano defensa Mohammad Khakpour reconocerían después la fuerte carga emocional que tuvo para ellos el juego, visto en algunos sectores como una batalla contra los representantes del "Gran Satán”.

"Imaginen que te digan durante seis meses, repetidamente, que este partido es el más importante de nuestra historia, lo que realmente fue", dijo Talebi en una entrevista de 2018.

Khakpour agregó: "Yo personalmente fui contactado por personas que habían perdido hijos en la guerra entre Irán e Irak. Padres, madres, me llamaron y me dijeron: 'Este partido nos importa de verdad. Tienes que ir y ganar este partido por nosotros”.

El seleccionador de Estados Unidos en 1998, Steve Sampson, ha lamentado desde entonces no haber utilizado las tensiones políticas entre ambos países como motivación.

"La FIFA, US Soccer y el comité organizador de Francia nos pidieron que hiciéramos que se tratara de fútbol, y no de política. Y yo lo acepté", declaró Sampson a la revista Time. "En retrospectiva, yo lo habría hecho sobre política. El trabajo de un entrenador es utilizar todas y cada una de las herramientas disponibles para preparar a su equipo", afirmó.

Con información de AFP y Reuters

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