Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

La historia de los niños de Tepito: de presunto secuestro a asesinato

Javier dijo que le habían robado a sus hijos, después que tuvo que entregarlos para saldar una deuda, hoy sabemos que los mató
mié 09 junio 2010 10:40 AM
tepito secuestro asesinato ninios ninos
cuao-teoito-ninios-secuestro-asesinato tepito secuestro asesinato ninios ninos

Durante 22 días, Isis Liliana y Darien Isaí estuvieron lejos de su hogar. Su madre Irma Merino y su padre Javier Covarrubias, denunciaron que ambos pequeños presuntamente habían sido secuestrados , arrebatados de brazos de su padre según él mismo relató.

El 18 de mayo Javier Covarrubias salió al parque con sus pequeños —ella de 1 años 7 meses y él de 2 años 7 meses—, ubicado a unos kilómetros de su casa, en Tepito, conocido como 'el barrio bravo', uno de los más populares de la Ciudad de México.

Pero en algún momento del camino, alguien que viajaba una camioneta, se los quitó. Regresó a casa con una herida y el brazo golpeado, producto -según contó- de la lucha por defender a sus hijos.

Ésa fue la versión que sostuvo durante casi 15 días, hasta que su mujer, Irma, desesperada por la ausencia de los pequeños, pidió la ayuda de los líderes de Tepito, dedicado principalmente al comercio y famoso por la venta de artículos ilegales, para exigir a las autoridades que encontraran a sus hijos.

Entonces se armó una trifulca popular que llegó a los medios de comunicación unas horas después. La versión era la misma, pero con tintes macabros: algunos sujetos llegaban a Tepito para llevarse a los niños, robarles los órganos y venderlos en Estados Unidos.

En México anualmente desaparecen 45,000 niños, según la Asociación Mexicana de Niños Robados y Desaparecidos, organización especializadas en la búsqueda de infantes, y México Unido contra la Delincuencia, asociación civil especializada en promover temas de seguridad. En muchos casos, los menores llegan a Estados Unidos o Canadá, donde se pagan hasta 50,000 dólares por niño, cifras que proporcionaron estas organizaciones.

Publicidad

La desesperación de Irma y la de sus vecinos llegó al límite el 31 de mayo, cuando iniciaron varios bloqueos en vialidades importantes cercanas al barrio -al centro de la ciudad-, para exigir la presencia de las autoridades que encontraran a Isis Liliana y Darien Isaí.

Un día después, el 1 de junio, al mediodía, cuando la tensión crecía, el procurador de justicia del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, acudió al lugar para recibir el reporte del robo de niños.

Aquel día -en entrevista con la agencia Notimex-, aceptó que "nos están hablando de motonetas en calles de esta colonia (Morelos, donde se ubica el barrio), estamos trabajando con Seguridad Pública esquemas operativos particulares para este tema precisamente, y efectivamente habrá operativos en breve”.

Horas después, la dependencia emitió un comunicado de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Niños, Niñas y Adolescentes en el que mencionó que “en el Barrio de Tepito no se ha suscitado ningún evento relacionado con sustracción de menores o tráfico de órganos”, y solicitó una orden de aprehensión en contra de Javier por falsedad de declaración.

Covarrubias, al enterarse de que las autoridades no le creían, huyó al estado central Tlaxcala, donde "se refugió en un cerro", según la averiguación de la Procuraduría local. Fue aprehendido el 6 de junio .

En su primera declaración, Javier Covarrubias aceptó que los niños no le fueron arrebatados sino que los había entregado para pagar una deuda de 25,000 pesos a Lupe, una ex compañera de trabajo, quien le había prestado el dinero en noviembre de 2009.

Lupe fue localizada y presentada ante las autoridades, donde negó la versión ofrecida por Javier. La segunda versión sobre la desaparición de los niños se derrumbaba.

Horas después, agentes policiales localizaron el cuerpo de un niño en el mismo parque donde había llevado a sus hijos a jugar. 

Fue entonces cuando Javier confesó que había matado a sus hijos porque “ no los podía mantener ”, y que por miedo a que su esposa se enojara y lo abandonara, inventó el plagio de los menores.

Qué sucedió realmente

El mismo 18 de mayo, Isis Liliana y Darien Isaí salieron con su papá al parque Tepeyac, al norte de la Ciudad de México. Allí, los pequeños comenzaron a jugar y en un momento, su padre llamó a la niña.

Según la declaración ministerial Isis, con sus casi 2 años de vida, llegó hasta su padre. Éste la abrazó con su mano izquierda y la acercó a su estómago; con su mano derecha, le tapó la boca y comenzó a apretarla contra su pecho. La niña hacía lo posible para zafarse pero no lo logró. Su cuerpo cedió y quedó inerte.

"(Isis) estaba con los ojos cerrados, procedí a tocarle el pecho y ya no latía su corazón, por lo que la dejé a un lado de donde me encontraba, tapándola con una de las bolsas negras de plástico, por si alguien pasara no viera que ya se encontraba muerta", detalló.

Después de cubrirla con una bolsa negra, se acercó a su hijo e hizo lo mismo: lo acercó a su cuerpo, lo apretó contra él y lo asfixió. Después, metió el cuerpo del menor en otra bolsa y los dejó detrás de unos arbustos. Se dirigió al mercado donde trabajaba y compró una maleta, que utilizó para meter al pequeño y enterrarlo, según él mismo narró en la declaración que hizo frente a las autoridades.

Los cuerpos permanecieron enterrados clandestinamente por 22 días.

La tragedia aún no termina: aunque Irma reconoció la ropa de los niños, el avanzado grado de descomposición impidió el reconocimiento físico y será hasta la prueba de ADN cuando se confirme si son Isis y Darien.

El padre pasó de ser presunto responsable del delito de tráfico de menores a homicida en razón de parentesco, cuya penalidad supera los 50 años de prisión, según el Código Penal para el DF.

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad