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La difusión de cifras sobre el alud en Oaxaca 'golpea' al gobierno estatal

Tras el derrumbe en Santa María Tlahuitoltepec, las autoridades cometieron errores en el manejo de las cifras sobre el hecho, dicen expertos
jue 30 septiembre 2010 11:15 AM

El deslave de un cerro en Oaxaca, estado del sur de México, puso en alerta al país el martes pasado.

La madrugada de ese día, alrededor de las 2:00 horas (hora local), unos 200 metros de tierra se derrumbaron por causa de las intensas lluvias que cayeron sobre la entidad en las últimas semanas, sepultando parte del municipio de  Santa María Tlahuitoltepec , donde viven unas 9,000 personas, en su mayoría indígenas mixes.

Dos horas después, a las 4:00, los gobiernos estatal y federal recibieron los primeros reportes del hecho, según los cuales podía haber 300 casas y hasta 1,000 personas enterradas.

En entrevista con televisoras nacionales e internacionales, el gobernador Ulises Ruiz dijo durante la mañana que había "entre 100 y 300 viviendas (sepultadas), el número exacto no lo tenemos, y entre 500 y 600 gentes, se dice que hasta 1,000".

La que parecía ser una alarmante situación fue difundida en todo el mundo.

El presidente Felipe Calderón declaró que pediría ayuda a otros países para atender la emergencia en caso de ser necesario, al tiempo que el gobierno de Estados Unidos expresaba sus condolencias por el suceso y ofrecía su apoyo.

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Durante todo el martes, sin embargo, la magnitud del hecho se reveló distinta.

Antes del mediodía, el gobernador Ulises Ruiz ofreció nuevas cifras: siete muertos y 400 desaparecidos. Tres horas después, redujo el número de muertes a cuatro.

Para entonces, grupos de rescate integrados por soldados, marinos, policías y elementos de protección civil ya se dirigían al lugar, al que tardaron 10 horas en llegar.

En la noche, el panorama cambió. Ruiz y el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, dieron una conferencia de prensa conjunta en la que informaron que no había fallecimientos confirmados y tenían registrados 11 desparecidos.

"A los primeros reportes se tuvo con una magnitud de 200 metros el deslave, lineales, 60 de ancho aproximadamente, afectando directamente cuatro viviendas, que ha cambiado considerablemente —como lo hemos informado— con la información original que se tuvo, de las cuales dos quedaron sepultadas (...) mientras que otras 30 viviendas se encuentran sobre el cauce del deslave, las cuales se consideran de alto riesgo", informó Blake Mora.

De manera preliminar reportó a 11 personas desaparecidas, entre las que se encontrarían ocho niños y tres adultos.

Ahí, el gobernador explicó el cambio de las versiones y dijo que "afortunadamente no fue lo que se dijo, pero no se podía hacer otra cosa a las cuatro de la mañana: pensando, checando a ver si era o no cierto".

"Qué bueno que no fue cierto, si fuese sido lo que se confirmó a las cuatro de la mañana, pues está la gente para haber actuado oportunamente", dijo Ulises Ruiz.

Más tarde, en entrevista con Carmen Aristegui en CNN, el gobernador atribuyó la variación en las cifras a que los primeros reportes llegaron durante la madrugada.

"A las 4 de la mañana, tanto el secretario de Gobernación como su servidor recibimos una llamada de la autoridad de bienes comunales y de la presidencia municipal de Tlahuitoltepec, informándonos de la emergencia de cerca de 200 metros de cerro que había sepultado a cerca de 100 a 300 viviendas, nos dijeron", expuso.

Explicó que a las cuatro de la mañana, sin luz, sin poder constatar, decidieron hacer una fuerte movilización para trasladarse al municipio, la carretera tenía tres cortes y 10 horas después comenzaron las labores de rescate y empezó a aclararse la información durante el día.

CNNMéxico intentó concertar una entrevista con el gobernador para hablar del manejo de los datos sobre el derrumbe, pero personal de la oficina de comunicación social dijo que ni el gobernador ni otros funcionarios estatales emitirán declaraciones del tema hasta nuevo aviso.

La noche de este miércoles, el gobierno oaxaqueño difundió un comunicado en el que informó que los rescatistas habían encontrado los primeros cinco cadáveres producto del deslave.

'Regla de oro' para manejar una crisis

De acuerdo con el consultor en comunicación Francisco Vidal, en la difusión de datos sobre el deslave el gobierno oaxaqueño rompió la primera regla de oro del manejo de situaciones de crisis: "No se puede emitir ninguna información no verificada".

"En cualquier tipo de situación crítica, lo primero es la verificación de la información. Es mejor decir que no se sabe y se está investigando a dar información errónea (…) y que cuando se tenga la información se dará a conocer", expresó Vidal en entrevista con CNNMéxico.

Explicó que el manejo de información en casos de crisis como los desastres naturales siempre es difícil. Por ello, las autoridades deben establecer y seguir protocolos para saber cómo reaccionar ante hechos así, "pero prácticamente ningún gobierno en México lo hace".

Además de los errores informativos, otro problema derivado de la falta de protocolos es la descoordinación entre niveles de gobierno —municipal, estatal y federal— para responder a una crisis.

Miguel Ángel Lugo, profesor de derecho de la Universidad Panamericana (UP), dijo a CNNMéxico que las leyes de protección civil no establecen límites técnicos precisos para saber cuándo una autoridad municipal se ve rebasada frente a un desastre natural, por lo que debe intervenir el estado, y cuándo la federación debe actuar si el estado es incapaz de enfrentar un hecho.

"No hay un parámetro fijo para saber cuándo entra uno y cuándo entra el otro. (…) Se necesitan límites precisos para coordinarse bien", sostuvo Lugo.

El académico atribuyó los errores en las estimaciones y los ajustes de cifras a falta de coordinación.

Para Vidal, lo ocurrido en Oaxaca refleja "la necesidad de que no sólo gobiernos sino otras instituciones, como empresas, tengan protocolos de gestión de crisis. No es un lujo. Ojalá se diseminara más esta cultura en México".

Este miércoles, en el estado de Chiapas, vecino de Oaxaca, se registraron otros dos deslaves que produjeron la muerte de al menos 16 personas.

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