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El noreste de México: una caseta de cobro para migrantes centroamericanos

El noreste de México es una caseta de cobro, donde un pago en pesos o dólares asegura la estancia de indocumentados centroamericanos
mar 14 diciembre 2010 09:24 AM
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Nuevo León, estado industrial del noreste de México, no sólo se ha convertido en los últimos cinco años en la entidad que menos inmigrantes centroamericanos detiene en esta región del país, sino en una caseta de cobro que asegura su permanencia mientras deciden si cruzan la frontera hacia Estados Unidos.

Aunque las cifras parecen indicar que dicha entidad es un paraíso de la inmigración ilegal desde el último lustro, datos y testimonios proporcionados a CNNMéxico revelan que el fenómeno se debe a prácticas migratorias que cambiaron a raíz de la coyuntura de inseguridad que azota al noreste del país .

De 2005 a mayo de 2010 el número de migrantes centroamericanos asegurados  en el estado cayó algo más de 22 veces: de 3,476 descendió a 156, según cifras de la delegación de Nuevo León del Instituto Nacional de Migración (INM).

Esta disminución no se debe a que haya menos inmigrantes que quieran cruzar la frontera, sino que la inseguridad ha convertido la migración en una actividad más clandestina , asegura el miembro de la asociación civil Sin Fronteras, Gabriel Pérez.

"Los operativos de verificación, los retenes militares y de la policía federal están obligando a que la gente transite por rutas más riesgosas", asegura.

Pérez, voluntario del albergue Belén, posada del migrante, que acoge a indocumentados centroamericanos en la capital del norteño estado de Coahuila, Saltillo, basa su argumento en los testimonios que la institución recaba al menos cuatro veces por semana de migrantes víctimas o testigos de secuestro, así como de la información que intercambia con sus compañeros de Nuevo León.

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"No es un número tan elevado —de aseguramientos— como puede ser en el sureste, pero Monterrey capital de Nuevo Leónes la penúltima ciudad que los migrantes cruzan. Es una garita donde la gente está flotando. Muchos se quedan ahí esperando a que puedan hacer su cruce", señala.

En esta garita los inmigrantes centroamericanos pagan a las autoridades en pesos o dólares un precio que les permite pasar sin ser detenidos para permanecer en el territorio mientras deciden quedarse en México o trasladarse hacia Estados Unidos, según los testimonios que recopiló CNNMéxico.

"Si te sacas un poco de dinero, puedes pasar"

Uno de ellos es el de Émilex M., originario de la aldea serrana de Sihuatepec, del centro de Honduras . Llegó en tren al norte, cruzó la frontera sur para pasar por el céntrico estado de Aguascalientes y de ahí atravesó por el costeño Veracruz hasta el Distrito Federal, donde abordó clandestinamente un tren que lo dirigió a Nuevo León.

En una localidad neolonesa que no pudo precisar, Émilex fue secuestrado y golpeado por policías municipales mientras una familia le ofrecía agua para beber, según su propio testimonio. "Nos quitaron el dinero (...) ahí fue donde nos dijeron que pagáramos para pasar y ahí nos quitaron los únicos pesitos que traíamos", rememora.

Otro migrante que tuvo que pagar en esta garita fue Óscar D., del sur de Guatemala. Atravesó en tren Tabasco y San Luis Potosí para llegar a Nuevo León, donde los policías federales los bajaron del vagón, los desnudaron, y asaltaron a él y a otros de sus acompañantes. 

Óscar D. migró con cuatro compañeros. De dos de ellos no sabe nada. Permanece en Monterrey mientras espera noticias de su primo, el único del grupo que se aventuró a cruzar la frontera hacia Estados Unidos.

José R., de la capital de El Salvador, San Salvador, migra por segunda vez desde 2004. En esta ocasión, los militares lo amenazaron con no dejarlo cruzar hacia la estación de trenes de Monterrey si no pagaba una cuota. Había llegado en tren desde Toluca, en el céntrico Estado de México.

"(Los soldados) tratan a uno de ponerle miedo a modo que uno ceda y les dé el dinero (...) Si tú te sacas un poco de dinero, te dejan pasar", indica.

El perfil del indocumentado

Migrantes como Émilex, Óscar y José representan las tres nacionalidades de migrantes que las autoridades mexicanas aseguran con más frecuencia: hondureña, guatemalteca y salvadoreña. Sólo en 2009, de los 67,309 indocumentados detenidos en el país, el 92.6% provenía de estos tres países y casi el 83% eran hombres, según cifras del INM.

En ese año, 29,169 migrantes fueron detenidos de Guatemala, 23,184 de Honduras y 9,981 de El Salvador, de acuerdo con los boletines estadísticos del INM. La mayoría de los 72 inmigrantes indocumentados que fueron encontrados sin vida en Tamaulipas en agosto procedía de alguno de estos tres países centroamericanos.

En esa ruta hacia Estados Unidos, el corredor Tamaulipas-Texas se ha convertido en parada habitual . Más de la mitad de los migrantes indocumentados de esos tres países que atraviesan entidades del norte como Nuevo León cruzaron por esa zona en 2009, según un documento de la delegación en Nuevo León del INM.  

Desde la organización Sin Fronteras indican que los principales puntos que Belén, posada del migrante ha identificado como destinos fronterizos de los centroamericanos son las ciudades de Nuevo Laredo y Reynosa (Tamaulipas), y Piedras Negras y Acuña (Coahuila).

El Informe Especial sobre Casos de Secuestro en Contra de Migrantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) se refiere a estas cuatro ciudades como en las que se registran más secuestros contra indocumentados.

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