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Carta de invitación: el otro 'pasaporte' necesario para entrar en España

A decenas de mexicanos niegan la entrada en aeropuertos españoles por carecer de un documento que justifique su estancia en el país
jue 14 junio 2012 02:06 PM
aereopuerto de España
barajas aereopuerto de España

Un par de horas después de que el avión aterrizara, René Castrejón estaba desesperado. La pantalla informativa del aeropuerto indicaba que el vuelo había llegado sin problemas, pero su hermano no aparecía. Sentado en la sala de llegadas de una de las terminales del Aeropuerto de Barajas, en Madrid, René esperaba. Y se quedó esperando, porque a Guillermo no le autorizaron la entrada a España.

Cuando el agente de Migración preguntó a Guillermo el motivo de su viaje, el joven de 21 años indicó que visitaría durante dos semanas a su hermano, residente en Sevilla por un intercambio estudiantil. El agente le pidió la carta de invitación que su hermano tenía que haber tramitado, pero no la tenía. Era la primera vez que viajaba al extranjero y desconocía la necesidad de ese documento.

El agente le preguntó que cuánto dinero disponía en su billetera y en sus tarjetas bancarias, y a dónde pensaba viajar y hospedarse. Guillermo aseguró que contaba con dinero suficiente y un boleto de regreso para 16 días después. Al carecer de la carta de invitación, los agentes no pusieron el sello de ingreso en su pasaporte por lo que tuvo que cambiar el vuelo de regreso para ese mismo día, tras pasar casi 12 horas en una sala retenido.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana y de la embajada de éste país en España, más de 350 mexicanos han vivido durante el último año las mismas circunstancias en los dos principales aeropuertos españoles, ubicados en Madrid y Barcelona. El principal obstáculo ha sido la falta de la carta de invitación.

Ese documento es necesario para el visitante en caso de que no vaya a hospedarse en un hotel, sino en casa de un conocido, que debe tramitarlo ante la Policía Nacional. El proceso dura aproximadamente dos semanas. 

La documentación requerida en muchos casos es difícil de conseguir. Por ejemplo, se debe entregar un comprobante de nómina, el contrato de alquiler o el título de propiedad del domicilio, una certificación municipal de personas que se alojan en la vivienda, e incluso un informe del presidente de la comunidad (asamblea de vecinos) del inmueble. 

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Hasta hace un par de años, según datos de la Embajada de México en España, los casos en los que se negaba la entrada al país no eran un porcentaje significativo y se trataba de personas que no cumplían los requisitos más allá de la carta de invitación. Pero ahora el principal obstáculo es este último documento.

"Rechazados, retenidos y repatriados"

El gobierno de México se refirió a esta situación el 1 de junio en un comunicado, en el que señaló que sus ciudadanos eran "rechazados, retenidos y repatriados" en aeropuertos españoles de manera injustificada y apeló al Ministerio de Asuntos Exteriores a "solucionar este problema". La cancillería mexicana afirmó en el texto que sus ciudadanos son retenidos, "al alegarse que no cumplen ciertos requisitos administrativos establecidos por el gobierno español”. El Congreso mexicano aprobó un "punto de acuerdo" para exhortar al gobierno a hacer un "extrañamiento" al gobierno de España por la retención.

Aunque la solicitud de la carta de invitación por parte de España a los visitantes mexicanos forma parte del Acuerdo de Schengen, en el cual están suscritos todos los países de la Unión Europea y que reglamenta los requisitos de entrada a esta zona, el gobierno mexicano ha señalado en comunicados oficiales que esta medida va en contra de “los lazos de amistad históricos entre ambos países”.

Incluso el embajador de México en España, Francisco Ramírez Acuña, dijo en conferencia de prensa el 7 de junio que “esas condiciones complicadas, como la carta de invitación, no vamos a aceptarlas nunca y estaremos como gobierno y representación del gobierno, velando por los intereses de los mexicanos”.

“El principal problema es que muchos mexicanos traen las reservaciones de hotel en formato electrónico y no las traen impresas consigo, o no traen la carta de invitación porque no saben que hay que tenerla”, explicó Ramírez Acuña.

Conciliación en Chile

El reclamo diplomático provocó que el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, instruyera al canciller José Manuel García-Margallo a que se tratara el tema en la reunión que el 6 de junio sostuvo con su homóloga mexicana Patricia Espinosa, en Atacama, Chile, donde participaron de la cumbre de la creación de la Alianza del Pacífico.

Un día después, las cancillerías de ambos países emitieron un comunicado conjunto que indicaba que "los turistas mexicanos que viajan a territorio español son altamente apreciados y bienvenidos". Ambos gobiernos reiteraban "su firme voluntad de encontrar una solución satisfactoria a los problemas que hayan podido producirse, y que contribuyen a facilitar la entrada y tránsito de los turistas mexicanos, eliminando los eventuales casos de inadmisiones no cualificadas".

De acuerdo con el documento, antes de que acabe junio se "aclararán" y "flexibilizarán" los requisitos de entrada en España, sobre todo en lo referente a la carta de invitación. CNNMéxico buscó a fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores de España y señalaron que no tienen acreditado ningún mal trato ni retención ilegal a algún visitante mexicano y que lo único que sus agentes aduanales han hecho es respetar el Acuerdo Schengen.

Las fuentes señalan que la orden que se les ha dado es aceptar los datos oficiales que les ha proporcionado la embajada mexicana  y que la única postura oficial al respecto es la del canciller José Manuel García-Margallo del mes pasado: “Es impensable que unas relaciones tan estrechas y tan amistosas como las nuestras se vean empañadas por un asunto que en mi opinión tiene una resolución fácil y desde luego, no sé si es fácil o no, pero desde luego será rápida”.

Un día en la "sala de inadmitidos"

La prima de Martha Rivera ya le había advertido que los funcionarios de la aduana española estaban siendo más estrictos con los turistas mexicanos. El rumor ya había corrido entre la comunidad de ese país después de varias personas a las que no habían aceptado en el país.

Cuando llegó al aeropuerto de El Prat, en Barcelona, llevaba consigo toda la documentación requerida: pasaje de regreso fechado dos meses después de su llegada, la carta de la universidad que justificaba su asistencia a talleres y cursos sobre Historia del Arte, dinero en efectivo y tarjeta de crédito. También la reservación de un hostal para una semana, en el cual se hospedaría hasta que rentara una habitación.

Cuando le recibió el agente de aduanas, la apariencia de Martha no le ayudó, según su percepción: cabello rosa con franjas azules en las puntas, piercing en una ceja, nariz y boca, y pantalones de mezclilla rotos. Pese a contar con toda la documentación requerida, el oficial la separó casi inmediatamente de la fila y la llevó a una habitación, la "sala de inadmitidos", donde estuvo cerca de 20 minutos.

Martha reclamó una explicación y que le permitieran ir al baño. Le negaron ambas cosas, según relata. Después de 18 horas, los agentes comprobaron su inscripción en la universidad. La joven asegura que revisaron su documentación y su equipaje en repetidas ocasiones, y que la amenazaran con devolverla a México antes de dejarla finalmente entrar al país.

"Me decían que quienes querían venir de inmigrantes ilegales no eran bienvenidos en España”, dice Martha. “Yo les explicaba que no pensaba quedarme en el país, que era estudiante, pero igual no les importó nada, me quedé en esa sala casi un día entero casi sin saber qué pasaba”.

Desde 2007, cuando entró en vigor el Acuerdo de Schengen, la embajada de México en España ha atendido anualmente un promedio de 60 casos similares al de Martha.

Un conflicto como el que vive México inició entre España y Brasil hace cuatro años, después de que el gobierno del país sudamericano denunciara malos tratos a sus ciudadanos y un aumento en el nivel de solicitudes de ingreso denegadas en el país ibérico. Incluso Brasil comenzó a aplicar en sus aduanas las mismas medidas que el gobierno español y el número de rechazos a ciudadanos para entrar a ese país aumentó en casi 100%.

Tras una protesta similar a la que realizó México, Brasil logró la semana pasada concretar un acuerdo con el gobierno español en el cual no se solicitará la carta de invitación a sus turistas y sólo se deberá dar a conocer el nombre y dirección de la persona a la que se visita.

“Nos daremos por satisfechos una vez que hagamos unas negociaciones más favorables para los mexicanos”, señaló al respecto el embajador Ramírez Acuña. Y aunque aún no se tiene conocimiento claro de cuáles serán los acuerdos a los que se llegarán a finales de mes, en la Embajada mexicana se espera que sean similares a los que España ya aprobó con Brasil.

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