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"No voy a descansar hasta saber dónde está mi hijo": madre de Jesús Ángel

Leonor Olvera exige que le entreguen a su hijo, desaparecido desde 2002, tras ser detenido por agentes del Estado mexicano
lun 01 octubre 2012 08:16 PM
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Leonor Olvera López, madre de Jesús Ángel, un joven que desapareció hace 10 años después de que lo detuvieran elementos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), pidió a las autoridades que se empeñen en encontrar a su hijo.

“No voy a descansar hasta saber dónde está mi hijo; porque no me robaron una casa, o un carro, se llevaron a mi hijo. Yo exijo que me lo entreguen, porque se lo llevaron personas que están para que nos cuiden, no para que nos desaparezcan”, expresó Olvera.

Desde 2002, cuando detuvieron a su hijo en su lugar de trabajo, Leonor ha tratado de encontrarlo en delegaciones, reclusorios y hospitales, en ocasiones recibiendo amenazas, sin lograr su objetivo, indicó en un comunicado la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).

“Inicialmente los policías que tenían que brindarle seguridad lo detuvieron arbitrariamente, lo torturaron y luego lo desaparecieron”, dijo Alejandra Nuño, directora del Centro del Centro para la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) para Centroamérica y México y representante de la familia Olvera.

Las asociaciones Acción de los Cristianos para la Abolición de la Tortura (ACAT-México) y CEJIL denunciaron el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en julio de 2003.

El gobierno de México reconoció este lunes su responsabilidad en la desaparición forzada de Jesús Ángel Gutiérrez Olvera, se comprometió a castigar a los responsables y pidió perdón a sus familiares en un acto público.

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La titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Marisela Morales Ibáñez, prometió redoblar los esfuerzos para esclarecer el caso.

La procuradora afirmó que el Estado mexicano asume la responsabilidad y pide perdón por el caso atraído por la Comisión Interamericana, en un acto celebrado en la CDHDF este lunes.

"El Estado mexicano reconoce que el señor Jesús Ángel Gutiérrez Olvera, padre de familia, hijo y hermano, fue víctima de violación a sus Derechos Humanos el 14 de marzo de 2002, tras ser detenido por agentes del Estado Mexicano, entre ellos, de la extinta Agencia Federal de Investigación.

“Me corresponde asumir en este acto, el enorme compromiso de referirme a un hecho trágico, ocurrido hace 10 años, en la persona de Jesús Ángel Gutiérrez Olvera", dijo Marisela Morales.

Las dos asociaciones que llevaron el caso a instancias internacionales aseguran que Gutiérrez Olvera fue detenido ilegalmente en la ferretería de la popular colonia Doctores en la Ciudad de México, lo cual violaría derechos consagrados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Según el expediente, publicado por la CIDH, la petición para atraer el caso se basa en la "supuesta detención arbitraria el 14 de marzo de 2002 y posterior desaparición forzada de Jesús Ángel Gutiérrez Olvera".

El Estado mexicano alegó que la ACAT-México y el CEJIL no agotaron los "recursos internos" dentro del sistema de justicia mexicano y negó haber incurrido en la vulneración de derechos "porque el aparato gubernamental ha funcionado para esclarecer la desaparición de la presunta víctima".

Las asociaciones continuaron entregando información a la Corte en los siguientes años, incluyendo la petición de medidas cautelares (en 2002) para la familia de Jesús Ángel y un testigo presencial de la desaparición forzada.

Las medidas fueron concedidas en 2002 por supuestas amenazas de muerte, pero el caso fue aceptado por la CIDH hasta 2010.

Según los relatos entregados a la Comisión Interamericana, dos personas sin uniforme de alguna corporación llegaron al negocio de Jesús Ángel, pidieron ser atendidos "personalmente" por él y luego ocho personas armadas ayudaron a detenerlo.

Ese hecho habría sido precedido de amenazas por parte de elementos de la PGJDF, según el expediente de la CIDH, donde se informa que el detenido fue llevado a las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR).

"Asimismo, dos de ellos (los testigos) habrían declarado que un exagente federal de investigaciones afirmó 'haberse percatado cuando Jesús Ángel estaba detenido en las instalaciones de la policía judicial federal el día 14 de marzo de 2002, que estaba atado a una silla, torturado y que de un golpe en el pecho, había caído desnucado'”, dice el expediente de la Comisión Interamericana.

Según la CIDH, Gutiérrez Olvera estaba vinculado con delitos de secuestro por las autoridades que lo detuvieron. Según las asociaciones que llevaron el caso a instancias internacionales, no había ningún procedimiento legal en su contra.

"La solicitud de perdón implica reconocer que se ha cometido una violación de derechos humanos, pero también deber ser un compromiso expreso y público, por las más altas autoridades del Estado, que significará además y principalmente esperar en un futuro más cercano que distante, la ubicación del paradero de Jesús Ángel, dar a conocer la verdad de lo sucedido, y sancionar a cada uno de los responsables”, expresó Alejandra Nuño, del CEJIL.

Con información de Rodrigo Soberanes

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