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Los plazos para revisar la reforma laboral confrontan a los partidos

Los diputados del PAN dicen que los cambios del Senado deben votarse a más tardar el martes; otras bancadas afirman que no hay tiempo límite
jue 25 octubre 2012 01:43 PM

Los plazos para que la Cámara de Diputados revise las modificaciones que el Senado mexicano hizo a la minuta de reforma laboral confrontan a los partidos políticos, que difieren sobre los criterios que deben seguir los legisladores para tratar las iniciativas preferentes. 

El gobernante Partido Acción Nacional (PAN) asegura que la revisión de los cambios y su votación deben terminar a más tardar el martes 30 de octubre, cuando se cumplirán 60 días de que el presidente Felipe Calderón presentó al Congreso su propuesta para reformar la Ley Federal del Trabajo.

Por el contrario, los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM) sostienen que perdió ese carácter al ser devuelta a la Cámara de Diputados.

La iniciativa fue entregada con carácter de preferente , una nueva figura constitucional que obliga a cada cámara legislativa a votar un documento a más tardar en 30 días. La Constitución, sin embargo, no establece tiempos límite en caso de que los legisladores tengan que hacer más revisiones. 

Calderón entregó la reforma laboral a la Cámara de Diputados el 1 de septiembre. El documento fue avalado a finales de ese mes y enviado a los senadores, quienes esta semana lo aprobaron con modificaciones en ocho artículos sobre sindicatos .

El líder del PAN en la Cámara baja, Luis Alberto Villarreal, aseguró que está claro que el plazo vence el martes.

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"Para quienes se preguntan qué va a suceder, yo les diría que de acuerdo al artículo 71 de nuestra Carta Magna, se establecen los plazos para desahogar las iniciativas preferentes. (...) Esta Cámara de Diputados tendría que estar resolviendo la parte que no está controvertida por el Senado a más tardar el martes", dijo.

"No queremos que haya pretextos, no vamos a permitir que haya chantajes, no queremos retrocesos, creemos que la razón nos asiste y que podemos darle a México un gran cambio, un cambio para bien, estamos dispuestos a seguir modernizando a este país y a darle una gran reforma de trabajo a nuestro país", señaló a medios.

El diputado panista Marcelo Torres, integrante de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, consideró que el hecho de que la Cámara baja tenga que hacer otra revisión no implica que se extiendan los plazos para concretar la reforma. 

"El trámite de la iniciativa no pierde el carácter de preferente", dijo el legislador a CNNMéxico, y acusó al PRI de "amenazar" con querer retrasar el proceso.

La diferencia de criterios

Tras la aprobación de la reforma en la Cámara de Diputados, algunos legisladores priistas señalaron que si se le hacían cambios en el Senado era posible que quedara " congelada " en la Cámara baja porque las leyes no indican un plazo para que se efectúe una nueva revisión. 

Los panistas aseguraron entonces que esas afirmaciones eran una estrategia del PRI para evitar que en la reforma se incluyeran artículos sobre sindicatos. Los senadores del PRI, en el que militan varios líderes sindicales, trataron fallidamente de detener las propuestas del PAN y del bloque de izquierda sobre democracia y transparencia sindical. 

Torres también dijo que la revisión de las modificaciones puede pasar directamente al pleno de la Cámara de Diputados, aunque legisladores de otros partidos señalan que primero debe ir a la Comisión de Trabajo y Previsión Social para que ésta las dictamine. 

El priista Carlos Aceves, presidente de la comisión, declaró el martes a periodistas que el órgano está listo para analizar los cambios del Senado. Aceves también es líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), una central obrera afín al PRI, y en septiembre votó para que se retiraran de la reforma los puntos sobre sindicatos.

"Ya los tiempos terminan. Como no hay ley reglamentaria tenemos que aplicar criterios legislativos. Esa reforma preferente no está ya vigente, pero vamos a sacar la reforma, va a haber reforma laboral", dijo Aceves este jueves a periodistas.

Arturo Escobar, del PVEM, coincidió con Aceves en que la reforma laboral ya perdió el carácter de prefente y estimó que se discutirá en comisiones y en el pleno de la Cámara baja durante noviembre, para tenerla lista antes del 1 de diciembre, cuando asume la presidencia el priista Enrique Peña Nieto.

Luisa María Alcalde, diputada de Movimiento Ciudadano y también integrante de la Comisión de Trabajo, señaló que si bien la Constitución no aclara a qué tiempos deben apegarse las nuevas revisiones, los legisladores deben tener "voluntad política" para analizar las modificaciones con rapidez. 

"Esperemos que no sólo no traten de alargar los tiempos, sino que podamos votarlo próximamente. Es fundamental este tema de la transparencia y la rendición de cuentas", dijo Alcalde a CNNMéxico. 

Los partidos de izquierda de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano determinaron hacer alianza con el PAN para impulsar los temas sindicales a los que se opone el PRI. 

Los escenarios para la reforma 

Entre otros puntos, la reforma laboral incluye nuevas modalidades de contratación —por temporada, por periodo de prueba y de capacitación inicial—, contratos por hora, normas para la subcontratación o outsourcing y límite a los salarios vencidos, aquellos que debe pagar un patrón tras un juicio laboral.

La nueva revisión de los diputados no abarcará esos temas, porque ya fueron avalados en ambas cámaras, sino que se centrará únicamente en los aspectos que modificó el Senado, es decir, los ocho artículos sobre sindicatos. 

Francisco Burgoa, profesor de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y consultor parlamentario, dijo a CNNMéxico que si la Cámara baja da el visto bueno a las modificaciones de los senadores, la reforma será enviada al presidente para su promulgación. 

El otro escenario consiste en que los diputados rechacen los cambios y los devuelvan al Senado, explicó. 

En tal caso, los senadores tendrán que decidir si aceptan los argumentos de la Cámara baja. Si es así, la reforma irá al Poder Ejecutivo para su publicación.

Por el contrario, si la Cámara alta insiste en mantener sus modificaciones la Constitución abre dos posibilidades: que se deseche el conjunto de la reforma o que ambas cámaras acuerden enviar a promulgación los artículos ya aprobados. De ser así, la discusión de los temas sobre sindicatos se postergaría para otras sesiones del actual periodo legislativo.

La distribución de fuerzas políticas es distinta en el Senado y en la Cámara de Diputados. El PRI es la primera fuerza en ambos, pero en el Senado el bloque que conforma con sus aliados tradicionales, el PVEM y Nueva Alianza (Panal), es superado por la suma de PAN, PRD, PT y Movimiento Ciudadano. En contraste, en la Cámara de Diputados el bloque encabezado por el PRI tiene la mayoría simple.

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