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Los panistas tratan de 'sanar heridas' tras la destitución de Cordero

Aunque algunos mantienen sus críticas al relevo de Madero en la coordinación parlamentaria, todos llaman a recuperar la unidad en la bancada
mié 05 junio 2013 06:35 AM

Tres semanas después de la destitución de Ernesto Cordero como líder de bancada, los senadores del Partido Acción Nacional (PAN) buscan superar las tensiones que generó ese relevo y recuperar la unidad en su grupo parlamentario, que representa la segunda fuerza en la Cámara alta con 38 escaños.

Algunos panistas como Gabriela Cuevas mantienen sus críticas hacia la decisión del dirigente Gustavo Madero de retirar a Cordero del cargo sin antes consultar al resto de los legisladores. Sin embargo, consideran necesario que las diferencias se resuelvan pronto para que el PAN siga con su trabajo legislativo y se prepare para las elecciones locales del 7 de julio en 14 estados.

“Habemos a quienes no nos gustaron las formas. Si bien el presidente del partido tiene facultades que le da el estatuto, también es una realidad que hacer política es parte de nuestro trabajo, y hacer política significa generar los consensos para tomar las decisiones que vayan acompañadas”, dijo Cuevas en entrevista.

“¿Qué es lo que necesita o espera México de la bancada del PAN en el Senado? Pues mucho más que este tipo de pleitos o este tipo de divisiones”, señaló.

Cuevas forma parte del grupo de 24 panistas que respaldó el desempeño de Cordero —político cercano al expresidente Felipe Calderón— y que se negó a asistir a la reunión privada del 21 de mayo en la que Madero  decidió nombrar en su lugar a Jorge Luis Preciado , exdiputado local y federal.

Salvador Vega Casillas, en cambio, fue uno de los 14 senadores que sí acudieron al encuentro convocado por Madero. Afirma que lo hizo para tratar de “conciliar” a las fracciones en pugna y, aunque difiere de Cuevas en sus críticas a la decisión del dirigente, coincide en que el PAN debe resolver sus conflictos internos.

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“Siempre, en cualquier grupo, especialmente en un grupo parlamentario, hay opiniones distintas. Esto es normal y sano. En un grupo donde todo mundo piensa igual, lo que significa es que nadie piensa. Esto no es una secta”, dijo.

Entrevistado por separado, Madero consideró que las tensiones generadas por el relevo de Cordero permiten que los panistas discutan y resuelvan sus diferencias.

“Esto es una clara oportunidad para procesar abiertamente los distintos puntos de vista y claramente de una manera democrática, y qué quiere decir esto, que se discute, se analiza, y aunque haya expresiones minoritarias, respetan la voluntad mayoritaria del partido y por ahí nos ceñiremos todos”, dijo.

El Pacto, punto de conflicto

Cordero, exsecretario de Hacienda y de Desarrollo Social en el mandato de Calderón (2006-2012),  fue destituido como líder parlamentario luego de una serie de críticas contra el Pacto por México, el acuerdo político que la dirigencia de Madero firmó en diciembre con el gobierno del priista Enrique Peña Nieto y otras fuerzas políticas.

Al respecto, Cuevas dijo que los panistas críticos del Pacto exigen que la discusión de las reformas legislativas se abra a más sectores, en vez de únicamente debatirse entre los líderes de los principales partidos.

“Al Pacto por México hay que exigirle mucho más, y creo que se ha convertido más en una camisa de fuerza que en una plataforma que nos lleve a encontrar los máximos o los mejores resultados. El Pacto por México creo que corre el enorme riesgo de convertirse en un documento o en un espacio donde se busquen los mínimos, un documento que no le va a incomodar a nadie que esté en la mesa”, señaló.

Vega Casillas, partidario del Pacto, reconoce que el tema seguirá generando diferencias en la bancada panista, pero llama a que estas no se conviertan en divisiones que la debiliten en su relación con otros grupos parlamentarios.

“Es un riesgo. Si existen algunos senadores que tratan de llevar su punto de vista con otras bancadas, eso sí puede ser que se transforme en una debilidad”, dijo.

El 27 de mayo, los senadores cercanos a Cordero y al expresidente Calderón presentaron una iniciativa de reforma política, que impulsarán junto con la bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y que es distinta a la que los integrantes del Pacto por México anunciaron ese mismo día.

La disputa por el PAN

La decisión de remover a Cordero del liderazgo en el Senado echó a andar la disputa por la dirigencia del partido entre los grupos de Calderón y Madero, consideró el senador Ernesto Ruffo Appel.

“Aquí en el fondo lo que veo es que ya inició la sucesión de Madero, esa es la discusión de fondo para mí, esa es mi opinión”, dijo Ruffo Appel, uno de los líderes históricos del PAN luego de ser el primer gobernador de oposición en vencer al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Baja California en 1989.

“Hay una fecha que es diciembre, donde debe haber una asamblea nacional (consejo) donde se debe elegir al nuevo jefe. Puede ser reelecto Madero y me parece que no fue el mejor momento para que esto surgiera. Las pasiones creo que ya se desbordaron”, señaló en entrevista días después de la destitución de Cordero.

Vega Casillas consideró por otra parte que, desde su designación, Jorge Luis Preciado “está haciendo un gran trabajo” para volver a unir a los senadores del PAN, con quienes ha hablado por separado para plantearles sus objetivos como coordinador parlamentario.

“Jorge Luis creo que es una persona que ha demostrado trayectoria, que tiene muchos años como legislador. Creo que lo mínimo que merece es un beneficio de la duda”, dijo Cuevas sobre el tema.

Las tensiones en el PAN por el relevo de Cordero y por la postura del partido con relación al Pacto por México se suman a las diferencias que, desde finales de 2012, han tenido los grupos cercanos a Calderón y a Madero.

Al respecto, Cuevas rechaza que la situación esté dividiendo al PAN en dos fracciones.

“Se está maximizando un conflicto que no es tan grande. Hay quienes quieren polarizar a la bancada entre calderonistas y maderistas y no es así. Esa me parece una visión completamente reduccionista”, dijo.

El líder nacional aclaró que, en su opinión, no hay una interferencia del expresidente Felipe Calderón en los conflictos del partido.

“Él no está operando, no está trabajando aquí dentro del partido, el partido siempre tendrá un reconocimiento del trabajo de nuestros expresidentes, de los logros de sus administraciones, y los acompañaremos y defenderemos esos logros porque son logros de todos”, dijo.

Para Vega Casillas, en cambio, la pugna es real.

“Evidentemente sí la hay. (Pero) yo a veces este asunto de los grupos de maderistas, calderonistas y yunques (como popularmente se conoce al sector conservador del panismo), la verdad es que cuando estás adentro del partido te das cuenta de que muchas veces no es así y ese tipo de afinidades y esas cosas finalmente se mueven. Pero sí, ciertamente me parece que sí hay una lucha”, señaló.

Tras perder la presidencia en 2012, los panistas iniciaron una reforma al partido que busca fortalecerlo y hacerlo más competitivo electoralmente. Sin embargo, la reforma quedó inconclusa en marzo por falta de acuerdos entre los militantes. 

Tania L. Montalvo contribuyó con este reporte.

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