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“Dejamos todo para poder vivir”, dicen familias desplazadas de Guerrero

Unas 29 familias de Tierra Caliente en Guerrero dejaron sus comunidades por las amenazas de grupos armados y piden ayuda gubernamental
dom 18 agosto 2013 04:52 PM

Los 135 desplazados de la comunidad de Las Chascuitas, perteneciente a la región de Tierra Caliente, dejaron sus viviendas, tierras y ganado para salvar su vida por los hechos de violencia que están provocando en esa zona al menos 200 hombres, que visten ropa militar y pertenecen a un grupo armado.

Estas 29 familias permanecen desde hace 17 días  en Acapulco,  uno de los destinos turísticos más importantes de México, sin tener garantías de seguridad o apoyo por parte del gobierno del estado, informaron a los medios de comunicación.

Con los rostros cubiertos,  el grupo de desplazados  relataron la violencia que vivieron desde el 30 de julio que llegó a su comunidad ese grupo armado.

Afirmaron que muchas viviendas fueron quemadas y después de ser amenazados por los hombres armados.

La comunidad de Las Chascuitas pertenece al municipio de San Miguel Totolapan, en la región de la Tierra Caliente. En esa zona junto con la región Norte de  Guerrero  se han registrado desde el 18 de julio hasta el 12 de agosto al menos 1, 336 personas desplazadas.

Nos dedicamos a la siembra

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Una mujer de aproximadamente 40 años, que vestía gorra y lentes oscuros para no ser reconocida, y quien por seguridad no dio su nombre, contó a CNNMéxico que se dedica a la siembra y al ganado.

“Nos quemaron nuestras viviendas y estamos amenazados de muerte por eso salimos con lo que pudimos. La comunidad quedó ya toda abandonada. Tenemos mucho miedo”, explicó.

La mujer firmó que para salvar su vida ‘tomamos valor’ y dejaron pertenencias y su ganado, para emprender un viaje de más de 18 horas por la zona serrana del estado hasta llegar a Acapulco, en busca de ser escuchados por el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero.

“Nosotros nos vimos entre la vida y la muerte. Decidimos dejar todo, casas, tierra, siembra, ganado, porque nos dedicábamos a engordar cerdos y a sembrar para mantenernos. Lo único que queremos es vivir”, relató a CNNMéxico mientras permanecía sentada en una banqueta.

El llamado al presidente

El grupo de 135 desplazados pidieron al presidente Enrique Peña Nieto su apoyo y atención a la problemática social que se ha provocado la violencia en la sierra de Guerrero.

En un manifiesto, las familias pidieron mejores condiciones de vida y garantías de seguridad para poder ser reubicados en otro municipio y poder reiniciar su vida.

“Al gobierno federal y estatal le pedimos nuestra reubicación en un territorio digno, así como un apoyo económico para cada una de las familias para reiniciar nuestra vida ya que perdimos todo”, señalaron.

Según las 29 familias, el apoyo que han recibido es por un grupo de la Iglesia católica, mientras que el gobierno de Guerrero se reunió hasta este sábado para ofrecerles 1,700 pesos y medicina.

“El señor del hotel ya nos está corriendo y nos amenaza con cobrarnos. Señor gobernador, no tenemos nada y solicitamos nos den su apoyo. Nuestras familias están desesperadas y los niños se están enfermando, se nos están deshidratando y ya no sabemos qué hacer, auxilio, suplicamos su ayuda” indica el comunicado.

El éxodo

Según relataron este grupo de desplazados, salieron de su comunidad el primero de agosto tras un viaje de más de 18 horas bajo el resguardo del ejército mexicano, para encaminarse al municipio de ciudad Altamirano, perteneciente a la región de la Tierra Caliente.

“Caminamos por la sierra, pedimos auxilio al 40 Batallón del Ejército y ellos nos sacaron. De ahí nos llevaron al municipio de Altamirano, después nos fuimos solos a la comunidad de San Lucas y ya de ahí nos venimos hasta Acapulco”, contó uno de los afectados.

Las familias señalaron que decidieron llegar a este puerto turístico para ser atendidos por el gobierno del estado, pero eso no ha ocurrido.

El 13 de agosto, cuatro alcaldes perredistas –cuyos municipios están ubicados en las regiones de la Tierra Caliente y Norte- exigieron la intervención del gobierno del estado para “intensificar y reevaluar” las medidas de seguridad para el combate al crimen que obligaron a más de 1,000 personas a abandonar sus poblaciones.

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