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Angélica Rivera no aprovecha su popularidad para impulsar su agenda social

El papel de primera dama lo está haciendo muy bien, pero le falta encontrar qué causa social abanderará en los siguientes años
mar 03 diciembre 2013 06:27 AM

Durante 27 años, Angélica Rivera construyó una carrera como actriz que la llevó a los puntos más altos de popularidad en el país; ahora, desde su rol como primera dama, deberá elegir la causa social que le permitirá ser recordada como algo más que la compañera del presidente.

Para la escritora Sara Sefchovich, quien ha documentado las acciones de las primeras damas desde la época colonial, Rivera ha cumplido muy bien con su papel, pues siempre se ha mostrado como acompañante discreta, pero aún no “parece venir en camino” la causa social que abanderará.

“Cada una (de las primeras damas) encontró algo, una se preocupó por los viejitos, otra por los adolescentes, dónde está el tema de la señora Angélica yo no lo veo y el DIF está ahí para apoyar todas estas cosas, nada más necesita que alguien le guíe y le tire línea en ese sentido”, dice la académica de la UNAM.

En marzo pasado, Rivera fue nombrada presidenta del Consejo Ciudadano Consultivo para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) . Ahí aseguró que visitaría cada estado del país para escuchar de viva voz “las inquietudes y necesidades de las madres, los padres, los niños, los jóvenes y los abuelitos de México, para buscar soluciones en materia de asistencia social”.

A la fecha, ha visitado solo ocho entidades: Querétaro, Yucatán, Quintana Roo, Tlaxcala, Jalisco, Nuevo León, Guerrero y Estado de México, en el que ha estado al menos en cuatro ocasiones.

“Hizo todo ese anuncio del lanzamiento del DIF, pero no se está viendo el trabajo concreto, no se ve que tenga una campaña especifica que sea la que ella decida”, comenta Sefchovich.

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En espera de "un tema"

Trabajar por una causa no consiste en buscar el hilo negro, sino en hacerlo de manera adecuada para dar beneficios reales a la gente, dice Sefchovich.

“(Rivera) se ha tardado muchísimo (en encontrar una tema). Muchas primeras damas no inmediatamente lo hacen, pero tienen ya una idea a lo mejor la anuncia y les toma un tiempo echarla a andar, pero yo nunca había visto en todo el tiempo que he estudiado este tema que alguien tardará mas de un año”, añade.

Hasta el momento, a la primera dama se le ha visto en acciones coyunturales o sueltas, dice, como la entrega de apoyos a personas con discapacidad o viviendas en el Estado de México, o en compañía de su marido en visitas a los damnificados por desastres naturales. Incluso, organizó un centro de acopio de víveres, donde recibió la ayuda de sus excompañeros actores.

“Es una herramienta estupenda, la gente quiere mucho a los actores, sobre todo a los que están en programas que vemos cotidianamente en las telenovelas, y en ese sentido me parece excelente que ella haya echado mano de eso, ahora lo que le falta es completar ese trabajo echando mano de quiénes saben de asistencia social, de expertos en el tema, de organizaciones no gubernamentales”, señala Sefchovich.

Su popularidad, una fortaleza

Angélica Rivera llegó al papel de primera dama con una fortaleza que la distingue entre todas sus antecesoras, el gran carisma y cariño que tiene de la gente gracias a su carrera como actriz.

“Es muy diferente a lo que tradicionalmente pasa con las esposas de los mandatarios, que generalmente toma un rato para que la gente las conozca”, explica.

En cambio, con Rivera, la gente “está fascinada observando cada uno de sus movimientos, de sus pasos de su ropa, de sus actividades ”, esto es, explica la escritora, porque ha sabido elegir en qué medios aparecer.

Los ciudadanos no se han hartado de verla en los noticieros y la televisión, como sucedió con Martha Sahagún de Fox, quien además de ser parte del equipo de comunicación del mandatario, tenía una relación personal con él.

Rivera ha mantenido un perfil bajo y ha hecho de las redes sociales el espacio para mostrar sus acciones y momentos de su vida personal.

Angélica y su familia son el lado amable del gobierno de Peña Nieto, dice Sefchovich, pues mientras el presidente hace política y toma las decisiones que no a todos gustan como el impulso de las reformas estructurales, ella y sus hijos aparecen en las revistas de sociales, donde a la gente les gusta verlos.

“Esa separación que otras esposas no supieron, hacer aquí se está manejando muy adecuadamente, por eso tiene ese éxito su presencia en los medios en los que está”, comenta la autora del libro La suerte de la consorte.

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