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La Iglesia católica renueva sus lineamientos contra abusos de menores

El Vaticano aprobó en julio los nuevos procedimientos de "cero tolerancia" a los abusos que cometen sacerdotes, según el Episcopado Mexicano
jue 05 diciembre 2013 05:30 PM

La Iglesia católica de México posee desde julio pasado lineamientos aprobados por el Vaticano para atender casos de abusos de menores por parte de sacerdotes, dijo el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), monseñor Eugenio Lira.

Al celebrar el anuncio del Vaticano sobre la creación de una nueva comisión para casos de abuso, monseñor Lira explicó que estos nuevos procedimientos de “tolerancia cero” obligan al miembro de la Iglesia a permanecer en el lugar donde es acusado hasta que finalice la investigación, judicial y clerical, que determine su culpabilidad o inocencia.

“Se prohíbe cualquier traslado del acusado”, dijo monseñor Lara en entrevista con CNNMéxico. “Establece un proceso apegado a derecho que busque la verdad, la justicia y la caridad, asumiendo el principio de responsabilidad, transparencia y tolerancia cero”.

El Vaticano solicitó la elaboración de lineamientos sobre cada país, incluido México, sobre cómo la jerarquía católica atiende los abusos de menores y personas con discapacidad.

En el caso mexicano, el CEM presentó las leyes de la propia iglesia aplicables junto a los códigos penales federal y de los estados que persiguen los abusos. La Congregación para la doctrina de la fe aprobado en julio pasado estas líneas que “tienen por prioridad la protección de los menores y las que le son equiparables, y la integridad del ministerio”, explicó monseñor Lira.

Pero para que un caso sea puesto bajo investigación, la denuncia debe ser “verosímil”, dijo el secretario general del CEM, pues la Iglesia católica también busca proteger que este tipo de acusaciones no se conviertan en algún tipo de “venganza”, e incluso cuando se comprueba judicialmente que no hay culpabilidad, la Iglesia se reserva el derecho de exigir una reparación.

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El sacerdote acusado es separado del ministerio, ya sea sacerdote, laico o integrantes de la Iglesia. La jerarquía ofrece atención “psicológica y espiritual” siempre y cuando la acepte la persona señalada.

Después, se abre un proceso de investigación del tribunal eclesiástico, el cual es paralelo a la investigación judicial civil. “La Iglesia debe colaborar con las autoridades civiles en el caso de un acusación de abuso sexual de un menor por parte de un clérigo”, explicó monseñor Lara.

La presunta víctima tiene el derecho a intervenir “en todo el proceso”, así como el acusado tiene el derecho a su legítima defensa. La autoridad encargada en El Vaticano de investigar el caso es el Tribunal de la Congregación para la Doctrina de la Fe, mientras la autoridad civil sigue su proceso.

“La víctima tiene el derecho a la reparación del daño, a la asistencia pastoral, y a la terapia”, mientras que el sacerdote, de ser encontrado culpable, recibe el castigo judicial civil, y es separado definitivamente de la Iglesia. “Ya no podrá ejercer el ministerio”, indicó monseñor Lira.

El papa Francisco  tomó la decisión este jueves de crear la nueva comisión . El Papa aún no ha elegido a los miembros de la nueva comisión, pero será una composición internacional e incluirá expertos, dijo el cardenal Sean Patricl O’Malley, quien hizo el anuncio.

En julio pasado, el Comité de los Derechos del Niño de  la ONU solicitó al Vaticano información sobre los casos de abuso sexual  a niños, por lo que por primera vez, la sede de la Iglesia católica pasó de ser "observador permanente” a “observado" por el organismo internacional, de acuerdo con un comunicado.

Tanto organizaciones como personas de forma individual denunciaron durante el pontificado de Juan Pablo II y Benedicto XVI la poca respuesta e incluso encubrimiento del Vaticano en los casos de abuso de sacerdotes a niños.

“No es algo que apenas vaya a comenzar, lo aclaró muy bien el cardenal O’Malley, es en continuidad con lo que ya había hecho Benedicto XVI y previamente a él Juan Pablo II y que ha involucrado a los episcopados del mundo”, indicó monseñor Lira.

“Con todo esto queremos seguir adelante teniendo como prioridad la protección de menores y los que le son equiparables, y también la integridad del ministerio de tal manera que los sacerdotes realmente vivan su ser y su misión, y jamás algo contrario a lo que Jesús ha establecido”, concluyó.

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