Seis de nueve muertos en tiroteo de Apatzingán por fuego cruzado: Castillo
Seis de las nueve personas que perdieron la vida en un enfrentamiento el pasado 6 de enero en Apatzingán, fueron víctimas del fuego cruzado, informó este lunes el comisionado para la seguridad en Michoacán Alfredo Castillo.
El funcionario federal afirmó que sólo dos de los cuerpos de los fallecidos en Apatzingán, presentan impactos de bala correspondientes a los calibres de las armas que portan elementos de la Policía Federal.
“El resto presenta impactos sobre todo de calibre 9 milímetros, mismo que no coincide con las armas oficiales”, destacó el funcionario federal.
Castillo presentó croquis y esquemas de cómo se registraron los hechos y de los exámenes periciales realizados a los cuerpos.
El comisionado para la seguridad en Michoacán también exhibió un video, el que se ven los momentos en que elementos policiacos dan auxilio a los sobrevivientes.
Por todo ello, el funcionario federal rechazó que el enfrentamiento en Apatzingán esté relacionado como un hecho de lesa humanidad o ejecución por parte de elementos policiales.
El 7 de enero, algunos medios reportaron declaraciones de supuestos testigos que dicen haber visto que los efectivos federales ejecutaron a civiles armados a pesar de que estos ya se habían rendido, una versión que las autoridades rechazan.
Castillo confirmó además que entre los 44 detenidos por los hechos del pasado 6 de enero se encuentra uno de los hijos Jesús el Chango Méndez, detenido en 2011.
Todas las personas fueron consignadas ante un juez en una cárcel de Nayarit, algo que inconformó a los familiares, ya que acusan que fueron detenidas arbitrariamente.
Michoacán, en el Pacífico mexicano, es considerado uno de los estados más violentos del país.
El pasado 15 de enero de 2014 el presidente Enrique Peña Nieto nombró a Castillo como comisionado en la entidad, con la tarea de contener a los grupos de autodefensa y detener a los líderes criminales.
Algunos autodefensas han aceptado operar como Fuerza Rural en coordinación con las autoridades, pero otros se niegan a dejar las armas e incluso han sostenido enfrentamientos entre sí.
Mientras tanto, el gobierno federal mantiene la persecución de capos como Servando Gómez, la Tuta, cabecilla de Los Caballeros Templarios.
