Juez da 241 años de cárcel a un hombre por abuso de menores en Iztapalapa
Jorge Antonio Iniestra Salas recibió una condena de 241 años de prisión al ser declarado responsable en el Distrito Federal por los delitos homicidio calificado, secuestro agravado, corrupción de menores de edad, explotación laboral de menores y violencia familiar equiparada en la delegación Iztapalapa.
Además del encierro, se estableció una multa de 665,971 pesos, según refiere un comunicado de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).
Las autoridades capitalinas dieron a conocer que familiares y cómplices de Iniestra Salas también recibieron sentencias: para Soledad Salas Torres se estableció una pena de 20 años, siete meses y 15 días de prisión.
En el caso de Juan Carlos Iniestra Salas y Claudia Iniestra Salas, 18 años y nueve meses de cárcel, cada uno, como responsables del delito de secuestro agravado.
Lee: Las casas del horror
En el expediente 245/2011, quedó registrado que Jorge Iniestra comenzó una relación sentimental con Clara Tapia Herrera en 2004, con quien vivía en la conserjería de una escuela, localizada en Iztapalapa, Ciudad de México; la mujer habitaba el lugar con sus hijas e hijo, menores de edad.
Jorge Antonio obligó al varón a recolectar cartón, vender dulces y le exigía una cantidad de dinero al día, y sedujo a las menores procreando con ellas cinco hijos.
El sujeto se llevó a dos de las menores embarazadas a vivir al domicilio de su madre en la delegación Iztapalapa, lugar donde los privó de la libertad, en complicidad con sus familiares.
Iniestra Salas golpeó a una de las adolescentes, matándola, y participó en la muerte por asfixia de una bebé de tres meses de nacida.
A los cuerpos sin vida los colocó en bolsas de plástico, y los abandonó en la autopista México-Puebla.
La sentencia de 214 años de prisión y más de 600,000 pesos contra el hombre fue dictada por un juez de primera instancia y confirmada por magistrados de la Octava Sala Penal.
Jorge Iniestra fue detenido en 2011 por autoridades capitalinas.
Tras su detención, el entonces procurador del DF, Miguel Ángel Mancera, le dijo a Carmen Aristegui de CNN en Español que la madre de las niñas sabía lo que pasaba, e incluso le entregó al agresor su tarjeta de débito, para que no tuviera que trabajar.
"Ellas (las hijas) empiezan a padecer lo que se conoce como síndrome de Estocolmo, y empiezan a hacer exactamente lo que él les pide", contó Mancera.
"Él está muy tranquilo, todo lo justifica, no niega lo que hizo, dice que eran una familia, y que sentía mucho amor por las niñas y que ellas sentían mucho amor por él", explicó el entonces procurador capitalino en 2011.