Policía desmantela un nuevo sistema de videovigilancia criminal en Reynosa
Policías de Tamaulipas desmantelaron 39 videocámaras en el municipio de Reynosa, instaladas por un grupo delincuencial que opera en la región, después de que en mayo pasado igual número de aparatos fueron desmontados, informaron fuentes oficiales.
El Grupo de Coordinación Tamaulipas, integrado por autoridades federales y estatales, indicó en un comunicado que este miércoles poco después de las 19:00 horas (local), los agentes sorprendieron a dos individuos instalando en un poste una de las videocámaras, "las cuales utiliza el grupo delincuencial para monitorear las actividades y desplazamientos de las fuerzas de seguridad".
Ambos individuos, que fueron detenidos, declararon que acababan de instalar otras 38 cámaras y llevaron a los policías a los puntos donde las colocaron.
"Fuerza Tamaulipas (Policía estatal) desplegó un operativo para desmantelarlas en su totalidad", señaló un boletín.
"Las videocámaras desmanteladas y los dos detenidos, cuyos nombres no se dieron a conocer para no entorpecer las investigaciones, quedaron a disposición del Ministerio Público de la Federación", señaló el Grupo de Coordinación.
El propio Grupo informó el pasado 22 de mayo que la Policía estatal había desmontado un sistema ilegal de vigilancia formado por 39 cámaras de video en Reynosa, municipio fronterizo con Estados Unidos.
Las cámaras operaban en puntos claves para vigilar las actividades del Ejército, la Armada, la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Policía estatal, así como centros comerciales y zonas residenciales.
En ninguno de los dos casos, el Grupo de Coordinación precisó a qué organización criminal se atribuye la instalación de las cámaras, aunque en la zona opera el Cártel del Golfo.
Durante años, Tamaulipas, estado al noreste de México, ha sido escenario de violentos choques entre grupos del crimen organizado, principalmente el Cártel del Golfo y Los Zetas, y de éstos con las fuerzas de seguridad.
El gobierno federal implementó en mayo del año pasado una nueva estrategia de seguridad que involucra un despliegue mayor de fuerzas federales y la depuración completa de los cuerpos de seguridad del estado.
