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12 detalles de la audiencia de Javier Duarte

Un exgobernador que sólo habló tres veces en más de 12 horas, la revelación de su supuesta amante y un vehículo blindado que se quedó esperando fueron parte del escenario de este sábado.
dom 23 julio 2017 12:27 PM
El caso que acapara la atención
El caso que acapara la atención Duarte estuvo prófugo seis meses y fue capturado en Guatemala en abril. El lunes pasado fue extraditado a México. (Foto: AFP/Johan Ordóñez)

Después de su primera audiencia judicial en México el lunes pasado, Javier Duarte volvió a sentarse en el banquillo este sábado y nuevamente escuchó las acusaciones en su contra por presuntos actos de corrupción cometidos cuando fue gobernador de Veracruz (2010-2016).

Aquí presentamos algunos detalles que rodearon el encuentro, en el que el expriista quedó vinculado a proceso y a la espera de un juicio.

Recomendamos: Javier Duarte es vinculado a proceso por delitos federales

1. Una larga jornada

La audiencia de vinculación a proceso duró un poco más de 12 horas y media: comenzó a las 10:00 y terminó pasadas las 22:30. A lo largo de ese periodo, el juez Gerardo Moreno García decretó tres recesos: dos de 15 minutos y uno más extenso —de una hora con 20 minutos a mitad de la jornada—, para que los asistentes pudieran comer.

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2. El silencio de Duarte

Durante toda la audiencia, Duarte habló solamente en tres ocasiones, y en todas lo único que dijo fue que se adhería a los argumentos expuestos por su defensa. El exgobernador vistió un pantalón café, una playera beige y una chamarra lisa del mismo color, y llevaba el rostro afeitado.

Ocupó el espacio central de la mesa destinada a su equipo —ubicada a la derecha del juez— e interactuó poco con sus defensores. Esporádicamente se volteaba a hablar en silencio con su principal abogado, Marco del Toro. En ninguna ocasión sonrió. Permaneció sentado con las manos unidas y situadas arriba del mueble, o bien, doblando una hoja de papel que tenía frente a sí.

3. “El señor JDDO”

En numerosas ocasiones, al exponer su acusación, el equipo de la Procuraduría General de la República (PGR) se refirió al veracruzano como “el señor JDDO”, derivado de las iniciales de su nombre completo: Javier Duarte de Ochoa.

4. El equipo de Duarte

Cuatro personas acompañaron a Duarte en su mesa a lo largo de la audiencia: el abogado Del Toro y tres defensores más jóvenes, a cuyas espaldas había otros ayudantes más.

5. Los refuerzos de la PGR

A diferencia de lo que ocurrió en la audiencia del lunes —cuando sólo acudieron tres funcionarios de la PGR, cuestionados y criticados por su exposición del caso—, esta vez asistieron seis representantes del gobierno federal. Entre ellos estuvo el titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), Israel Lira, quien permaneció en la primera parte de la exposición y después dejó las riendas al director de Control de Procesos Penales y Amparo en Materia de Delitos Federales, Pedro Guevara.

6. ¿Apoyo visual o “un Nintendo”?

En su exposición, el equipo de la PGR proyectó una presentación en PowerPoint para mostrar el esquema con el cual afirma Duarte y su círculo cercano desviaron recursos del gobierno de Veracruz a empresas fantasma y, de ahí, a la compra de diversas propiedades para su beneficio personal. Los funcionarios federales consideraron que esto ilustraba cómo operó la red, aunque el abogado Del Toro desestimó este recurso visual e incluso describió las imágenes como tomadas de “un Nintendo”.

7. “El campesino Mansur”

También en reiteradas ocasiones, el equipo de la PGR se refirió a Moisés Mansur Cysneiros, amigo y presunto cómplice de Duarte, como “el campesino Mansur”, en alusión a que éste —según la Procuraduría— se hizo pasar como ejidatario para poder comprar parcelas en el estado de Campeche, y luego revenderlas a un precio mucho mayor.

8. Las joyas de Karime

Entre sus argumentos, la PGR señaló que testimonios de excolaboradores de Duarte indican que el exgobernador ordenó comprar joyas para su esposa, Karime Macías, en la tienda Berger, ubicada en la lujosa zona de Masaryk de la Ciudad de México. Según esta versión, se trató de unos aretes de 40,000 dólares y de un anillo de 185,000.

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9. Una supuesta amante

Otra revelación de la Procuraduría fue que, según el testimonio de José Juan Janeiro, otro excolaborador de Duarte, el veracruzano ordenó a su círculo comprar un vehículo Land Rover y un departamento a Xóchitl Tress, una mujer identificada como pareja sentimental del exmandatario.

10. La computadora y el regaño

Cerca de la mitad de la audiencia, el juez Moreno García hizo una interrupción para regañar al equipo de Del Toro porque uno de sus integrantes estaba utilizando una computadora portátil. Por ley, nadie puede pasar a las salas de audiencia con dispositivos que puedan grabar audio o video, con la finalidad de proteger los datos personales de imputados, testigos y víctimas. Del Toro argumentó que sólo estaban tomando notas, pero tuvo que aceptar que el dispositivo fuera retirado del lugar.

11. Un empresario molesto

Antes del inicio de la audiencia, el empresario Rafael Matías acudió al Centro de Justicia Penal Federal ubicado en el Reclusorio Norte, con el objetivo de presentar documentos que —afirma— prueban que los gobiernos estatales de Duarte y de Fidel Herrera, su antecesor, le deben 3.5 millones de pesos por trabajos realizados en la entidad. Matías dijo a medios que fue recibido por funcionarios. Después se retiró.

12. El blindado que se quedó esperando

Por la mañana, también antes de que comenzara la audiencia, un vehículo blindado de la Policía Federal entró al centro, acompañado de dos camionetas de la institución policial. Se preveía que fuera utilizado para el traslado de Duarte al Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial del municipio de Ayala, Morelos, pero el juez Moreno García rechazó esta solicitud de la PGR.

La Procuraduría argumentaba que el penal federal tiene mejores condiciones para cuidar la salud de Duarte, quien padece de ansiedad e hígado graso. Sin embargo, el juzgador determinó que el Reclusorio Norte también cuenta con elementos para atender las enfermedades del exgobernador. Por ello, resolvió que Duarte de momento se quede en la cárcel capitalina. Tras la resolución, los policías federales se dispusieron a llevarse su camión.
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