Fox Valley negociará con inmigrantes
Más de 80 trabajadores inmigrantes de la compañía Fox Valley Forge lograron que las autoridades empresariales acepten negociar su recontratación y un aumento salarial, luego de tres meses de huelga.
El representantes de los trabajadores inmigrantes, Ignacio Alcalá, afirmó que la medida de protesta recibió el apoyo de la comunidad inmigrante local, así como de algunos concejales, y que la amenaza de un boicot con los clientes mexicanos de la empresa funcionó.
Alcalá aseguró que tras anunciar que pediría a las empresas SISAMEX, de Monterrey, y DANA, de Toluca, ambas en México, que suspendieran negocios con Fox Valley por el trato indigno que da a sus empleados mexicanos, la compañía accedió a escuchar sus demandas.
"Fue cuando recibimos un ofrecimiento de pláticas de la empresa y ya redactamos nuestro pliego petitorio, pero falta definir la fecha" para reunirnos, explicó.
El líder de los trabajadores precisó que los huelguistas piden un contrato por tres años, nivelación de salarios y sólo un dólar de incremento.
Alcalá confió en que sus peticiones se cumplan, pero de lo contrario harán efectiva su "amenaza económica" contra la empresa estadounidense.
La Fox Valley Forge, dedicada a la fabricación de flechas y engranes de transmisiones de automóviles y camiones, redujo el salario de los mexicanos de 13 dólares la hora a sólo 8.50.
En respuesta, los trabajadores iniciaron hace tres meses una huelga, que sostienen afuera de la fábrica, ubicada en el suburbio de Aurora, al suroeste de Chicago.
En los tres meses de huelga, los trabajadores han recibido el apoyo de los concejales, de la alcaldía de Aurora y la visita de funcionarios de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México.
