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Contra la globalización, la BMV y Nasdaq

Las empresas mexicanas podrían blindarse de la competencia mundial al convertirse en públicas; muchas de ellas tienen miedo a perder control; pero ahora la ley protege tu negocio, según la A
lun 01 septiembre 2008 06:00 AM
Una forma de financiamiento y un escudo contra la competenci

Una oportunidad para las empresas mexicanas de blindarse ante la creciente y fuerte competencia internacional (globalización), además de conseguir financiamiento de socios de confianza, es a través de convertirse en una empresa pública.

“Eventualmente puede llegar un competidor de cualquier parte del mundo y atacar sus mercados, se puede presentar una adquisición o fusión en el entorno del mercado local y, si no son públicos, no contarán con las herramientas para abordar ese tipo de oportunidades o defenderse de ese tipo de amenazas”, dijo el director general de la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB), Efrén del Rosal.

Ante estos obstáculos, para crecer en el mercado local y a su vez lograr una internacionalización del negocio, las empresas tienen la oportunidad de empezar a cotizar acciones en la Bolsa Mexicana de Valores o en el Nasdaq estadounidense.

Entre 300 y 400 empresas mexicanas podrían listarse en la Bolsa Mexicana de Valores en este momento, por sus buenas prácticas corporativas y el gran capital que manejan, estimó Del Rosal.

Pero muchos  empresarios arrastran muchos temores como perder el control de su negocio, compartir decisiones con consejeros independientes y ser totalmente transparentes.

“El sector empresarial (mexicano) está en una zona de comfort, la globalización va a llegar, la amenaza existe, hay que ver al mercado de valores como una herramienta para ganar mercado”, precisó Del Rosal en un evento de altos directores realizado por Endeavor.

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En el mercado del Nasdaq generalmente se incorporaron empresas pequeñas que ahora son los gigantes de los negocios de Estados Unidos y que ahora facturan miles de tenedores de acciones, indicó el director para América Latina de Nasdaq, Hernán López.

“Lo que hace Nasdaq como Bolsa, los exponemos a inversores en todas las regiones del mundo, para que ustedes como emprendedores cuenten su historia”, dijo López.

Ley del Mercado de Valores

El directivo de la AMIB precisó en entrevista que con la nueva Ley del Mercado de Valores (2006), se pretendió acercar a más empresas al mercado bursátil mexicano.

“El esquema de la ley funciona como una escalera para que a través de los distintos peldaños, las empresas cuenten con una serie de facilidades que les permitan construir una trayectoria de empresa privada a eventualmente colocarse como figura pública”, dijo Del Rosal.

Así las empresas pueden pasar por tres distintas etapas para ser públicas: Sociedad Anónima Promotora de Inversión (SAPI), donde, sin ir a la Bolsa, se crea un marco legal para establecer las condiciones en la empresa en la integración de socios y que le permita crecer con un gobierno corporativo.

La segunda es la Sociedad Anónima Promotora de Inversión Bursátil (SAPIB), donde se permite obtener financiamiento de capital de riesgo o de fondos privados o de inversionistas calificados, sin que tengan que cumplir los requisitos de las grandes empresas.

En esta última instancia se les da un periodo de 3 años para cumplir con los requisitos necesarios antes de convertirse en una Sociedad Anónima Bursátil (SAB), como las grandes empresas que ya cotizan en Bolsa.

Según el presidente de la AMIB, con la nueva ley se abre la posibilidad de incorporar cláusulas en los estatutos de una empresa, que eventualmente se vuelva pública, que la protegen de una adquisición hostil, o de establecer límites para los socios mayoritarios en la toma de decisiones.

Para entrar tanto a la Bolsa mexicana como al Nasdaq, se necesita que las empresas manejen un gobierno corporativo, y un capital promedio de 80 millones de dólares en México y 150 millones en Estados Unidos, y que estén dispuestos a invertir por lo menos un 15%.

Mientras que esas 300 a 400 empresas mexicanas, que tienen la posibilidad de entrar al mercado de valores, no consideren la posibilidad están generando un impacto social negativo, generan menos empleos y se tienen menores historias de éxito en el país, concluyó Del Rosal.

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