Geithner restringe cabildeos por rescate
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, anunció el martes nuevas reglas para limitar el cabildeo de las compañías que reciben asistencia financiera del gobierno, en uno de sus primeros movimientos tras asumir el cargo.
Las reglas restringen los contactos de los "lobbistas" en relación con las solicitudes para o el desembolso del programa de rescate de 700,000 millones de dólares del Tesoro, dijo el Tesoro en un comunicado.
"Estas nuevas reglas van más allá del enfoque asumido bajo la Ley de Estabilización de Emergencia Económica a la fecha y ayudarán a asegurar un nuevo nivel de apertura y responsabilidad hacia adelante", dijo el Tesoro.
Geithner, quien renunció como jefe de la Reserva Federal de Nueva York, ganó la confirmación del Senado estadounidense el lunes en una votación de 60-34, pues su experiencia en la lucha contra la crisis financiera pesó más que las dudas sobre su falta de pago de impuestos en el pasado por 34,000 dólares.
El nuevo funcionario fue rápidamente investido, con el presidente Barack Obama a su lado, y participará el martes en un encuentro del equipo económico de Obama.
Geithner también hará llamados telefónicos a los ministros de Finanzas de otros países el martes, se verá con los técnicos del Tesoro por temas de estabilidad financiera y planes de reformas regulatorias, y participará en una cena de la Fed en su honor, dijo una portavoz del Tesoro.
William Dudley, responsable del grupo de mercados de la Fed de Nueva York, reemplazará a Geithner en la presidencia de la sucursal regional de la Fed más importante, anunció el martes la institución.
Las nuevas normas de cabildeo para el programa de rescate usarán como modelo las protecciones que limitan la influencia política en cuestiones impositivas, dijo el Tesoro.
Requerirán que el Tesoro certifique al Congreso que "cada decisión de inversión se basa solamente en criterios de inversión y los hechos del caso".
Las normas se difunden mientras el Congreso libera el segundo tramo de 350,000 millones de dólares del rescate financiero, tras una decepción generalizada por el manejo de la primera parte, gestionado por el ex secretario del Tesoro Henry Paulson.
