Gran Bretaña reactiva a Northern Rock
Gran Bretaña inyectará miles de millones en libras en el banco estatal Northern Rock para tratar de destrabar el crédito y ayudar a la economía a salir de la recesión, dijo el lunes el ministro de Finanzas Alistair Darling.
El plan para lograr reactivar el financiamiento en Northern Rock forma parte de un paquete que se espera para esta semana y que apunta a hacer fluir el crédito nuevamente en Gran Bretaña después de que la economía se contrajera un 1.5% en los tres últimos meses del 2008.
Los precios de las casas británicas se desplomaron casi un 20% en el último año, puesto que el financiamiento hipotecario casi ha desaparecido frente a la contracción crediticia global que ha colocado a muchas de las principales economías del mundo en una recesión.
"Es mejor ver esto como una serie de medidas que estamos adoptando para tratar de reconstruir el sistema bancario para el futuro", dijo Darling a la radio BBC. "Me quiero asegurar de que cuando lleguemos a la fase de recuperación, el dinero esté ahí para las empresas, que el dinero esté ahí para la gente que quiere adquirir viviendas", agregó.
El banco llenaría la brecha creada por el retiro de préstamos de los bancos extranjeros, agregó. Sin embargo, Northern Rock no reanudará sus agresivas políticas por la cual ofrecía préstamos a los propietarios bien por encima del valor de sus propiedades.
"Tengo realmente graves dudas sobre los préstamos del 100% plus que estaban disponibles. Eso es ridículo", dijo el ministro. "La mayoría de las hipotecas serán a una hipoteca sensata. Northern Rock no tendrá el 100%. Pueden ser hasta un 90", sostuvo.
Un funcionario del Tesoro dijo que Northern Rock incrementaría sus préstamos hipotecarios en hasta 14,000 millones de libras (20,330 millones de dólares) durante los próximos dos años. A pesar de las bajísimas tasas de interés, los bancos han recortado el crédito mientras tratan de reconstruir su base de capital evitando riesgos innecesarios.
El Northern Rock fue nacionalizado el año pasado, convirtiéndose en una de las primeras víctimas de la contracción crediticia, cuando las noticias de que estaba buscando financiamiento de emergencia del Banco de Inglaterra dispararon la primer corrida bancaria en más de un siglo.
