Canadá desea la reestructura de Chrysler

El ministro de la industria canadiense, Tony Clement, dijo el viernes que declarar en bancarrota a Chrysler no era lo que preferiría el Gobierno, aunque es una posibilidad.

Sin embargo, claramente sigue siendo una de las alternativas, así como lo es el cierre total de la empresa.

"La opción preferida es que no haya protección contra acreedores porque la compañía (se ha vuelto) viable y ha alcanzado un acuerdo en este caso con (la italiana) Fiat para seguir adelante," comentó Clement a los periodistas.

Mientras tanto, en otras declaraciones, el ministro de Finanzas, Jim Flaherty dijo que la firma vive una crisis a la que calificó de "momento crítico".

"Tiene que haber un cambio fundamental en (...) el paradigma entre la compañía y la gerencia y el sindicato, si Chrysler va a sobrevivir y no será liquidada, porque esa es una posibilidad de que eso sucediera", añadió en una entrevista al canal de televisión CBC en Washington.

"Así que francamente en lo que están trabajando es en una suerte de cambio fundamental que resultará en más capacidad de supervivencia. Podría requerir pasar una bancarrota organizada," añadió.

Sin embargo, dijo que entendía el progreso que se hacía en las charlas de concesiones en Toronto entre Chrysler y el sindicato automotor canadiense.

El presidente del sindicato, Ken Lewenza, dijo el jueves que esperaba que un acuerdo de ahorro de costos fuera completado con Chrsyler en la mañana.

Una de las condiciones fijadas para la asistencia gubernamental tanto de Canadá como de Estados Unidos, así como Fiat, que busca una alianza estratégica con Chrysler, son concesiones significativas con los sindicatos.