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Los bancos buscan liberarse del TARP

La Fed revelará la próxima semana a cuáles bancos se les permitirá devolver el dinero del TARP; pero librarse del programa del rescate no significa el fin del escrutinio gubernamental sobre ellos.
jue 04 junio 2009 06:00 AM

Por fin, se acerca el final del Programa de Alivio para Activos en Problemas (TARP, por sus siglas en inglés) para algunos bancos importantes. La próxima semana, la Reserva Federal revelará a cuáles de los 19 bancos que se sometieron al programa de las pruebas de estrés del gobierno se les permitirá pagar el dinero del controversial TARP del Departamento del Tesoro. 

Los analistas de la industria estiman que al menos cuatro y a lo sumo diez bancos podrían obtener la aprobación para salir del TARP la próxima semana.

Cansados del intenso escrutinio y de la veleidosa naturaleza de los legisladores, los bancos se han quejado y discutido sobre las reglas asociadas con el pago  los fondos de los contribuyentes. Es evidente que varios se han mantenido ocupados recaudando grandes volúmenes de capital para redimir las acciones preferenciales que el gobierno adquirió de ellos.   

Esta semana, JPMorgan Chase, Morgan Stanley y American Express anunciaron sus planes para recaudar una combinación de 7,700 millones de dólares mediante la venta de acciones.

JPMorgan Chase, American Express, Goldman Sachs, State Street y Bank of New York Mellon están entre los más mencionados como los bancos capaces de pagar el financiamiento gubernamental tras ser considerados bien capitalizados, como parte del programa de pruebas de estrés. 

Se cree que otros bancos que podrían estar incluidos son el gigante regional Capital One, BB&T y U.S. Bancorp.

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El banco de inversión Morgan Stanley, que enfrentó un déficit de capital de 1,800 millones de dólares después de las pruebas de estrés, puede ser la excepción, pues la compañía ha recaudado gran parte de los 6,200 millones de dólares en capital que planeaba vender en acciones el mes pasado.

Otros se apresuran para ponerse a la altura, como es el caso de Bank of America, el cual reveló el martes que había recaudado casi 33,000 de los 34,000 millones de de dólares del capital que necesitaba como resultado del programa de las pruebas de estrés. 

El prestamista de Charlotte, Carolina del Norte, añadió que "superará fácilmente" esa cantidad muy pronto, lo que sugiere que también tiene el objetivo de liberarse de las garras del TARP, aunque está en duda que el banco más grande por activos del país gane la aprobación como parte del anuncio de la próxima semana.   

Lo que hoy perturba a muchos prestamistas con respecto al TARP es que ellos mantendrán una desventaja competitiva importante, como dijo Stuart Plesser, analista de investigación de Standard & Poors.

Esos bancos no sólo están obligados a pagar dividendos corpulentos de las acciones preferenciales del gobierno, lo cual afectará sus resultados al final del trimestre, sino que también serán vistos por los clientes y por el mercado como más débiles que la competencia.

También está el problema de la compensación: los bancos varados en el TARP muy probablemente serán forzados a soportar restricciones más severas en cuanto a bonos y salarios, permitiendo potencialmente a su competencia atraer a los ahorradores más significativos. Esto complicaría aún más que los bancos en problemas se mantengan competitivos.  

"Los bancos no quieren dejar ir ese tipo de talento", dijo Plesser.

Lo bueno y lo malo del TARP

Los bancos que salgan del programa del Departamento del Tesoro necesitarán, entre otras cosas, probar que pueden emitir deuda sin tener que depender del programa de garantía de deuda de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés). También será necesario que tengan suficiente capital para que sigan haciendo préstamos a consumidores y negocios que los ameriten.

La capacidad de los bancos para seguir haciendo préstamos después de pagar al TARP sigue siendo una preocupación clave de los reguladores.

El crédito ya está muy apretado para esos 500 prestamistas que tomaron fondos de los contribuyentes, según un informe publicado esta semana por el Departamento del Tesoro. Se teme que la disponibilidad de crédito se deteriore aún más entre los bancos grandes una vez que paguen el financiamiento del TARP mientras intentan aislarse de futuras pérdidas en cuanto a préstamos.

"La administración y los reguladores preferirían no recuperar el dinero en este punto", dijo Douglas Elliott, ex banquero inversionista que ahora trabaja en el Instituto Brookings. "Necesitan dejar que los bancos más fuertes paguen, pero no hacen un esfuerzo por facilitarles las cosas".  

Hasta hoy, sólo 20 de los 500 bancos que han tomado financiamiento del TARP han logrado recomprar sus acciones al Departamento del Tesoro, según los registros de las transacciones de la agencia. Muchas de esas compañías son bancos regionales pequeños o prestamistas comunitarios.

Un aspecto que los reguladores no han atendido directamente es qué van a hacer con las garantías o derechos de adquisición de acciones que obtuvo el gobierno cuando inyectó capital a muchos de estos bancos el otoño pasado.

Los bancos están ansiosos por comprar de regreso estas obligaciones, pero hay preocupación sobre si permitirle a los bancos recuperar estas garantías será una desventaja para los contribuyentes estadounidenses que pretenden lograr ganancias significativas si las acciones de los bancos siguen elevándose los siguientes meses o años por venir.

Aunque a los bancos les urge salir de las garras del TARP, los analistas dicen que no creen en verdad que esas compañías salgan libres y exentas del escrutinio.

Robert Maneri, director administrativo de Victory Capital Management, y cuya empresa es dueña de acciones de Bank of America, JPMorgan y U.S.Bancorp, dijo que los bancos tendrán que enfrentar más presión por parte de los reguladores sobre su portafolio de préstamos y sobre sus niveles de capital mientras la economía estadounidense intenta navegar en el mar de la recesión actual.

"Seamos honestos: los reguladores no necesitan el dinero del TARP si quieren estar involucrados", dijo Maneri. 

 

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