El sector energético va a huelga en GB
Los trabajadores británicos contratados pararon el viernes en todo el país al agravarse una disputa por el empleo de extranjeros en el sector energético.
Las tensiones estallaron después que la empresa francesa Total, de petróleo y gas, despidió a más de 600 empleados contratados el jueves después de una huelga en su refinería petrolera Lindsey en el norte de Inglaterra. Los paros se extendieron a otras plantas como Drax, la mayor de la nación impulsada a carbón.
Bernard McAulay, un dirigente del sindicato UNITE, dijo a un piquete de huelguistas frente a la refinería Lindsey, a 265 kilómetros (165 millas) al norte de Londres, que aunque los trabajadores extranjeros tienen su lugar, "la primera prioridad debe ser mano de obra de la comunidad local".
"Estas compañías tienen una responsabilidad social y económica con el pueblo de la comunidad", dijo.
Según las reglas de la Unión Europea, los trabajadores en el interior del bloque de 27 naciones tienen el mismo derecho a trabajar en Gran Bretaña que los ciudadanos británicos, al igual que éstos tienen el derecho a trabajar en otras naciones de la UE. Pero la cuestión se está tornando delicada a medida que se debilita la economía nacional.
Lindsey, la tercera refinería del país, fue escenario de una huelga este año cuando la compañía italiana de construcción IREM SpA importó trabajadores italianos y portugueses para efectuar importantes tareas de expansión. La disputa se resolvió, pero se reavivó la semana pasada cuando Total despidió a 51 empleados. Unos 1.200 contratados pararon aduciendo que la compañía había violado un acuerdo de no eliminar empleos mientras hubiese extranjeros trabajando en la planta.
Empleados del correo protestan
Más de 9,000 empleados del correo se declararon en huelga en Londres y partes de Escocia el viernes, en protesta por los recortes de empleos y lo que los sindicatos indicaron era una falta al compromiso de modernización hecho en el 2007 por parte de los empleadores.
"Estamos teniendo recortes (de empleos), pero no estamos teniendo la modernización del servicio postal", dijo una portavoz del Sindicato de Trabajadores de la Comunicación (CWU por su sigla en ingles).
La portavoz precisó que la medida había recibido bastante apoyo y había causado trastornos en las entregas de correo del viernes en Londres y Edimburgo.
Más medidas de fuerza se encuentran programadas para el sábado a lo largo de Escocia.
David Ward, segundo secretario general de CWU, dijo que era sólo cuestión de tiempo que los recortes de personal sin la inversión comprometida, en maquinarias por ejemplo, tuvieran un fuerte impacto en el servicio.
La agencia postal Royal Mail dijo que las principales oficinas en Londres no se habían visto afectadas por la medida y que cerca de 1,400 voluntarios administrativos habían reemplazado a los funcionarios en huelga para mantener el correo activo.
La entidad condenó la huelga diciendo que iba en contra de las demandas del sindicato por una modernización.
