Pymes sentirán las tijeras del Gobierno
Una piedra más en el camino de las Pequeñas y medianas empresas (Pymes) en México: los recortes al gasto público anunciados por la Secretaría de Hacienda podrían afectar las ventas de varios de estos negocios, coincidieron expertos. La dependencia federal anunció la semana pasada un recorte al gasto público de 85,000 millones de pesos (mdp) para cubrir parte de la caída de los ingresos presupuestarios, que se prevé sea de 480,100 millones para este año.
El recorte se divide en 5 rubros donde el gasto en inversión será ajustado en 19,000 mdp, gasto administrativo en 14,600 mdp, gasto de operación en 15,200 mdp, servicios personales en 20,800 mdp y reducción de subsidios en 15,000 mdp.
"Para las pequeñas y medianas empresas me parece que es una señal negativa que se manda porque lo que se está reduciendo principalmente el gasto corriente, el gasto de bienes muebles, inmuebles y gasto en infraestructura", dijo en entrevista el economista senior de Ixe Grupo Financiero, Luis Flores.
El secretario de Hacienda, Agustín Carstens precisó que un 78% del recorte se dirige al gasto corriente, mientras que el resto se orienta a gasto en bienes inmuebles y en obras públicas.
"Los afectados serán todas aquellas empresas pequeñas y medianas del sector privado que son proveedores de consumibles -papelería, equipo de cómputo y otros gastos de oficina- seguramente serán los más dañados", dijo por su parte el catedrático del Tecnológico de Monterrey, José Luis de la Cruz.
Los economistas coincidieron en que estas empresas serán afectadas en alrededor de unos 10,000 millones de pesos menos en ventas.
A su vez, también ven algún tipo de afectación en los negocios relacionados con la obra pública -como Pymes que abastezcan a las grandes desarrolladoras de infraestructura.
"Lo que tenemos que esperar es ver en dónde se van a realizar estos recortes, habría que ver y estudiar y por ahí reaccionar", dijo el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Salomón Presburguer.
Para compensar la caída en los ingresos fiscales, el Gobierno federal se ayudará de las coberturas del precio del petróleo que contrató este año y los fondos de estabilización. A su vez, mandará al Congreso -antes del 8 de septiembre- una reforma tributaria junto con el proyecto de presupuesto de 2010.
Esta reforma tendrá como principal tarea aumentar los ingresos fiscales, ya que el país es el último en América Latina y de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, en cuanto a la recaudación de impuestos como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB).
Carstens no detalló qué medidas específicas traería la reforma, sin embargo, los expertos han propuesto la eliminación del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), una revisión del Impuesto Sobre la Renta y el cobro de gravámenes indirectos como Impuesto al Valor Agregado (IVA) en alimentos y medicinas.
"Lo que está detrás (de todo esto) es una planeación suponiendo un escenario más pesimista", dijo en entrevista el subdirector de análisis de estudios económicos de Banamex, Sergio Luna.
El Gobierno federal espera una caída de la economía de hasta 5.5%, por las afectaciones de la crisis económica y la influenza humana; mientras que otros organismos como la OCDE prevén que esta disminución pueda alcanzar el 8%.
