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Kessel descarta marcha atrás en LyFC

La secretaria de Energía dijo que el Gobierno no revertirá su decisión de cerrar la compañía; explicó que se busca aumentar la eficiencia en otras empresas estatales como la CFE y Pemex.
mié 21 octubre 2009 12:10 PM
La secretaría de Energía dijo que el Gobierno no aumentará el paquete de indeminizaciones a empleados de Luz y Fuerza del Centro. (Foto: AP)
luz-y-fuerza-del-centro-lyfc-AP.jpg (Foto: AP)

México no revisará su decisión de cerrar Luz y Fuerza del Centro, una empresa estatal de energía eléctrica que devoraba miles de millones de dólares en subsidios, pese a las protestas de su sindicato, dijo la secretaria de Energía, Georgina Kessel.

Los trabajadores del sindicato de LFC detuvieron la semana pasada la actividad en el centro de la Ciudad de México con una gigantesca protesta que buscaba forzar al Gobierno a dar marcha atrás con el sorpresivo cierre de LFC, que tiene el monopolio en la distribución de electricidad en la zona de la capital.

Pero el Gobierno no tiene intenciones de cambiar de parecer sobre el cierre, que dejó a más de 40,000 personas sin trabajo, y tampoco incrementará el paquete de indemnizaciones ofrecido, dijo a Reuters Kessel en una entrevista el martes por la noche.

"No hay marcha atrás. Esta es una decisión tomada que se mantiene y se mantendrá", dijo Kessel.

La decisión de desactivar LFC, una deficitaria compañía plagada de cortes en el suministro y altos costos, ha sido elogiada por analistas en Wall Street, que aseguran es una señal de la voluntad del presidente Felipe Calderón de cumplir con su promesa de reducir el gasto en el sector público.

Pero los trabajadores han prometido luchar contra la decisión y se levantaron de la mesa de negociaciones después de que el Gobierno se negara a discutir la reapertura de la firma.

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El Gobierno de Calderón confía en que su compromiso de no privatizar al sector eléctrico y la insatisfacción pública con el servicio que prestaba LFC opaquen las protestas del sindicato, que si ganan fuerza podrían bloquear nuevas reformas.

Los subsidios para cubrir las pérdidas de LFC han aumentado en los últimos años y se esperaba que lleguen a 42,000 millones de pesos (3,210 millones de dólares) este año, un monto similar al que el Gobierno gasta en su programa contra la pobreza.

El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, dijo este mes que el cierre de la empresa le ahorraría al Gobierno al menos 18,000 millones de pesos, a pesar de los costos proyectados para liquidar la compañía.

El Gobierno busca incrementar la eficiencia en otras empresas estatales, incluyendo la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el monopolio de electricidad, y la petrolera Pemex, dijo Kessel.

El Gobierno enfrentará el desafío de mejorar el servicio prestado por LFC, donde los registros todavía se guardan en papel y la falta de inversiones durante años se traducen en fallas de las redes de distribución, que quedan superadas por la demanda de energía.

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