Corporativos, con la soga a la inversión
La modificación al régimen de consolidación fiscal podrá repercutir en el retiro de inversiones para el próximo año por parte de algunos de los grandes corporativos.
Las empresas con mayor afectación podrían ser aquellas con un gasto capital más intensivo adicional a la adquisición de deudas a corto plazo, un panorama que complicaría su liquidez para disponer en nuevas inversiones.
Carlos Ponce Bustos, director de estrategia de Ixe Grupo Financiero, considera que aún es aventurado emitir un juicio sobre las empresas que podrían resultar más afectadas por el pago del ISR diferido.
"Es muy difícil porque en principio parecería que como concepto serían aquellas empresas que tienen impuestos diferidos, pero no necesariamente toda esta partida proviene de consolidaciones, por lo que no se puede identificar con exactitud qué compañía puede ser más afectada", afirma el directivo.
Actualmente existen alrededor de 422 empresas dentro del régimen de consolidación fiscal, sin embargo por sus características las firmas del sector construcción y vivienda podrían resultar más afectadas.
La constructora dijo que los impuestos a pagar en los próximos cinco ejercicios estipulados por el poder legislativo representarían más de 3,600 millones de pesos.
El régimen de consolidación fiscal se entiende como el permiso que tienen varias empresas de consolidarse y tributar como una sola entidad económica.
El poder legislativo ha determinado hasta el momento un límite máximo de cinco años para que las empresas comiencen a pagar el Impuesto Sobre la Renta (ISR). Los primeros dos años las firmas deberán liquidar 25% de la deuda fiscal, en el tercero 20% y en el cuarto y quinto 15% respectivamente.
Directivos y analistas que cubren diversos corporativos no estuvieron disponibles para explicar los efectos de los cambios al régimen de consolidación en las finanzas de los principales grupos empresariales.
