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Warren Buffett, el buen amigo

El inversionista afirma que una buena comunicación con tus colegas agrega 50% de valor a tu trabajo; destaca que la tecnología permite a las personas con capacidad media brindar mejores servicios.
vie 08 enero 2010 06:04 AM
Warren Buffett teme por la proliferación nuclear, sobre todo con grupos terroristas y con Irán.  (Foto: Reuters)
Warren Buffett

El hombre no sólo vive de capital financiero sino también de capital humano. Por supuesto que Warren Buffett tenía mucho que decir al respecto, cuando nos llevó a Phil DeMuth y a mí a cenar hace un par de semanas en la nevada y fría Omaha.

"Es de suma importancia saber comunicarse bien", comentaba. "Ser capaz tan sólo de comunicarse con otros en el trabajo agrega un 50% a tu valor". Son palabras sabias de un hombre cuyos informes anuales (según mis cálculos) son leídos por más gente que los demás del mundo juntos , y cuyas palabras tal vez han salvado más vidas que cualquier otro libro, excepto la Biblia.

"También es muy importante llevarte bien con la gente", agregó Buffett. Habló detalladamente sobre la época en la que trabajó en la empresa de Ben Graham y sobre cómo dejó claro que no sólo tenían que trabajar duro, sino que debían que congeniar con toda la gente que trabajaba ahí y que lo sigue siendo. Habló sobre el viejo estándar de Dale Carnegie, "Cómo ganar amigos e influir en la gente", un libro que me sigue enseñando mucho y que consulto casi todos los días.

Le pregunté sobre los problemas que implicaba tener a una parte significativa de la fuerza de trabajo con pocas aptitudes intelectuales y que aprende poco en la escuela. "Para algunos de ellos siempre habrá mejores herramientas que permiten a la gente con habilidades medias realizar un trabajo útil" respondió.

Pero cuando le pregunté sobre el segmento de la población al que realmente no le importa aprender, como miembros de pandillas violentas o personas que simplemente se rehúsan al conocimiento, suspiró y espetó que el Gobierno tendrá la tarea de tener nuevos proyectos para ellos, tareas que paguen poco y les permitan sentir cierta autoestima (me pregunto si esas personas preferirán realizar esos trabajos a los que realizan ahora...)

Pero, ¿qué hay de la gente que se no quiere aprender a realizar trabajos que conviertan capital humano en capital financiero? Me refiero a la gente que se rehúsa a aprender a hacer inversiones de valor. Levantó sus manos y comentó: "lo aprendí justo cuando Ben Graham lo dijo, fue como una vacuna que actúa al instante. Algunas personas pueden vacunarse de lo mismo y no tiene ningún efecto, pero en otros reacciona al instante" (lo estoy parafraseando).

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Fue lo tan amable como para firmar una copia de su famoso artículo "Los superinversionistas de Graham y Doddsville", que habla sobre las inversiones de valor en comparación con otras formas de inversión . "Para Ben Stein, quien lo entendió hace mucho tiempo", y yo sólo deseo que sea cierto.

En mi caso, la vacuna sólo funciona de forma esporádica. (Buffett también ha dicho una frase famosa: que en todos los juegos de cartas siempre hay un tonto, y si no sabes quién es, probablemente eres tú. Yo sí sé quién es, y definitivamente a veces yo soy aquel, excepto cuando no lo soy).

La vibra general que percibí de Warren Buffett, además de su impresionante bondad, inteligencia y humor propio y perfecto, es algo relacionado con lo que alguna vez se dijo del vecino que conocía a Ted Williams. El gran jugador de béisbol, según mi vecino, tenía tan buena vista que podía ver las costuras de la pelota acercarse a él. Sin importar lo mucho que intentaba explicarme cómo hacerlo, sino tienes el talento natural para hacerlo, no era posible. 

Pero, ¿qué tal si hubieras podido calcular cuántas carreras iba a anotar Williams? ¿O qué tal si por unos dólares hubieras tenido una participación de los patrocinios de Williams? Eso es lo que la gente astuta pudo haber hecho con Buffett, y fue una oportunidad poco común.

Mientras tanto, las inversiones de valor comienzan en casa, construyendo tus propios valores como persona que gana dinero , el suficiente como para un día poder ser un súper-inversionista de tu propio lugar.

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