Financiera innova en créditos populares

Lo suyo es prestarle dinero a la clase popular a una tasa de interés baja. Juan Francisco Fernández descubrió el potencial de ese nicho de mercado en el norte del país y fundó la financiera Crediclub, que opera desde 2007 en Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, con una cartera de 30,000 clientes.

Crediclub ofrece tarjetas de crédito y productos financieros sofisticados al llamado sector de crédito popular; sus clientes tienen ingresos desde 2,500 pesos mensuales, pero sus tasas rondan 20% (algo inusual en este segmento, en el que los intereses de los bancos y otros prestadores no bajan de 45 o 50%).

Fernández cursó un MBA en Stanford. La idea sobre el potencial del negocio surgió en 2001, cuando asistió a una plática que dio en esa universidad Richard Fairbank, fundador de Capital One. “En un momento dijo: ‘Cuando decidas comenzar una empresa, hazlo en una industria que necesite revolucionarse’. Eso me quedó grabado para siempre”, recuerda.

A su regreso a México, trabajó para la consultora McKinsey donde pudo advertir lo descuidado que estaba el mercado del crédito popular, y hacia allí enfiló sus baterías. Inició su start up con una tendencia muy marcada en EU: hacerlo sin dinero.

Gurús como Irv Gorusbeck (profesor de Stanford) sostienen que el dinero no es necesario para arrancar una empresa. “Tener dinero puede ser perjudicial –ha dicho–. Porque puedes dimensionar el negocio en base a esa cantidad, no en base al tamaño de la oportunidad”. Los defensores de este sistema dicen que la base del éxito está en encontrar el producto, el mercado y el equipo indicados. Por eso, Fernández destaca este último punto: “No es un éxito mío ni mucho menos; la clave es el equipo”.