La migraña, enfermedad que incapacita
Entender la migraña, y su impacto real en la calidad de vida de las personas que la padecen, implica comprender que esta enfermedad no se trata de un simple dolor de cabeza , mucho menos de un pretexto creado para desatender responsabilidades , sino que en realidad es un malestar que incapacita. La enfermedad es de origen biológico y genético, el cual afecta entre al 10% y 15% de la población mundial.
Con base en estudios recientes se sabe que el carácter genético es un importante factor de riesgo para desarrollar la afección, toda vez que si uno de los padres lo presenta, el hijo tendrá el 50% de posibilidades de desarrollarlo; pero si ambos progenitores lo padecen, el porcentaje aumenta al 75%.
La Sociedad Internacional de Cefalea, informa que del total de casos reportados en el mundo, por cada hombre que padece migraña existen tres mujeres que la sufren, y a pesar de que la migraña es uno de los 300 tipos de dolores de cabeza identificados por esta institución, se sabe que es la única cefalea disparada por una circunstancia específica, como pueden ser los cambios hormonales, ciertos olores, variación en los horarios de sueño (desvelarse o dormir demasiado), irregularidad en los horarios de comida, o la ingesta algunos alimentos y bebidas como el vino tinto, el chocolate o algunos quesos añejos.
La migraña se distingue de otros dolores de cabeza por ser de tipo pulsátil, es decir, las arterias cerebrales se afectan, por lo cual la capacidad de pensar, razonar y decidir se ve muy afectada. Ésta va acompañada de al menos dos de los siguientes síntomas: náuseas, molestia al ruido o a la luz, debilidad, sudoración o vómito.
El impacto económico y social derivado de esta enfermedad es muy alto. De acuerdo a estudios de la Fundación Nacional de Cefalea, en Estados Unidos se sabe que las crisis de migraña son responsables de la pérdida de al menos 5 días por trimestre de actividades laborales, escolares y familiares, y que además de afectar la economía de las persona también influye en su estabilidad emocional, por lo que es común que los pacientes desarrollen además algún nivel de depresión.
Desafortunadamente en México, al igual que en muchas partes del mundo, los pacientes con migraña son estigmatizados y desvalorados en su entorno social, familiar y laboral.
Actualmente no existen estudios que diagnostiquen la migraña. La historia clínica del paciente es suficiente para que el médico indique el tratamiento, mismo que puede ser preventivo (que se toma todos los días) o abortivo (que quita el dolor una vez presentado el malestar). Es muy importante enfatizar que el paciente no debe automedicarse y que el uso de sustancias como la cafeína y la ergotamina crean tolerancia y adicción, además de que aumentan la frecuencia de las crisis.
Con ayuda de su médico conozca con certeza lo que debe hacer y defina los cambios de hábito necesarios, como hacer ejercicio, mismo que ayudará a liberar endorfinas , una sustancia que bloquea las vías de dolor; o bien identifique y evite los disparadores de su malestar.
El tratamiento oportuno de la migraña posibilita a los pacientes a tener una mejor calidad de vida. Un control adecuado ayuda a que el promedio de crisis sea de dos eventos al mes con una duración menor a las dos horas, esto impide el ausentismo laboral y escolar, por ello es importante que los profesores y empleadores de pacientes los inviten a llevar un control de su enfermedad y así evitar todos los efectos colaterales del padecimiento.
*La autora es Egresada de la Universidad Autónoma Metropolitana como Médico Cirujano con especialidad en el manejo de la migraña y dolor de cabeza en la Diamond Headache Clinic de Chicago; y presidenta y socia fundadora de la Asociación Mexicana de Cefalea AC. Además es miembro de la National Headache Foundation, de la American Headache Foundation y de la International Headache Society.