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AIG, un ‘Frankenstein’ corporativo

La aseguradora, rescatada por los contribuyentes de EU, rompió muchas reglas, dijo Elizabeth Warren; la líder de la Comisión de Supervisión del Congreso cuestionó la ayuda de 182,000 mdd que se le...
mié 26 mayo 2010 02:49 PM
AIG fue rescatada en septiembre de 2008, para evitar su colapso que podría acarrear un riesgo sistémico en EU. (Foto: Reuters)
AIG

La presidenta de la Comisión de Supervisión del Congreso estadounidense, Elizabeth Warren, dijo este miércoles que el rescate de la aseguradora American International Group (AIG) rompió "todas las reglas."

La Comisión que Warren preside supervisa el rescate al sector financiero que costó 700,000 millones de dólares (mdd) a los contribuyentes estadounidense.

"La compañía (AIG) era un Frankenstein corporativo, una conglomeración de intereses bancarios, de seguros y de inversión que desobedeció el control regulatorio" dijo Warren. Para ella, la falta de supervisión gubernamental sobre AIG y la naturaleza monstruosa de la aseguradora explican por qué la firma recibió 182,000 mdd del gobierno en lugar de acogerse a la bancarrota.

"Su complejidad, su importancia sistémica, y el frágil estado de la economía podían haber sido razones para ese trato distintivo. Pero cual sea la justificación, no cambia el hecho de que el rescate de AIG rompió todas las reglas, y cada regla rota plantea una pregunta que debe ser respondida" advirtió Warren.

Otras autoridades reguladoras, entre ellas funcionarios de la Reserva Federal (Fed) y de la Oficina de Supervisión de Ahorros (OTS), también acudieron este miércoles al Congreso para discutir el rescate de AIG.  

Cuando se le preguntó a Tom Baxter, abogado general de la Fed, por qué AIG fue rescatada con dinero de los contribuyentes en lugar de buscar una solución en el sector privado, Baxter contestó que los extraordinarios eventos a mitad de septiembre de 2008 exigían que el gobierno actuara. Sin embargo, Warren cuestionó por qué la Fed no actuó antes para buscar una solución menos costosa.

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Robert Willumstad, anterior CEO de la aseguradora, testificó que AIG dejó saber a la Fed que tenía graves problemas en julio de 2008. Mientras que Michael Finn, director de la región noreste de la OTS dijo que supieron de los problemas de capital de AIG en diciembre de 2007 y en el verano de 2008 se enteraron que tenía problemas de liquidez. Según Finn, la OTS se reunió en agosto con la Fed para discutir la situación de AIG. 

Sin embargo, Baxter declaró que los altos mandos de la Fed no se dieron cuenta de la quiebra inevitable de AIG hasta el 12 de septiembre, cuatro días antes de su rescate. Sarah Dahlgren, la supervisora jefe de AIG dentro de la Fed, admitió que antes del 12 de septiembre, la Fed ni siquiera consideraba que AIG estuviera dentro de las "principales 10 entidades expuestas."

Cuando se hizo evidente que AIG colapsaría, la OTS comunicó a la Fed que estaba negociándose un rescate del sector privado, pero éste se disolvió cuando Lehman Brothers quebró el 15 de septiembre. De allí que la Fed tuviera que intervenir rápido, explicó Baxter, quien indicó que el banco central estaba ocupado con otros problemas y no tuvo tiempo para explorar una alternativa al rescate gubernamental. "La Fed era el Plan B. En cuestión de horas tuvimos que tomar la decisión."

El pago del citado rescate, por otro lado, aún está pendiente. AIG está en proceso de vender dos grandes compañías de seguros, AIA y Alico, los fondos recaudados serán usados para pagar 51,000 mdd a los contribuyentes. Ese monto casi salda la deuda de AIG con el Banco Central de Nueva York, pero aún debe casi 50,000 mdd al TARP (el programa de alivio para activos tóxicos).

"Estamos trabajando duro para concretar las ventas de AIA y Alico para finales de año, para aumentar las ganancias en el resto de nuestras empresas y para optimizar los retornos operativos. Entonces podemos comenzar a examinar las alternativas para pagar lo adeudado al TARP" se lee en el testimonio preparado para el Congreso de Robert Benmosche, CEO de AIG.

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