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Compromiso social de BP, bastante débil

La petrolera se vendió siempre como empresa ‘verde&#039 y ocultó que el negocio del crudo es sucio; con 20,000 mdd para las víctimas del derrame, la firma trata aún de mostrar una buena imagen.
mar 20 julio 2010 11:58 AM
El Gobierno estadounidense confirmó que se realiza una investigación penal y civil sobre el derrame petrolero en el Golfo de México. (Foto: Reuters)
Golfo derrame bp

Milton Friedman dijo alguna vez que las compañías no pueden tener una conciencia social porque su única razón de ser es generar ganancias.

El premio Nobel seguramente disfrutaría con lo que está sucediendo ahora: una empresa que se vendió siempre como una abanderada de la responsabilidad social generó el desastre ambiental más grande de la historia.

A lo largo de la última década BP cultivó la imagen de empresa "verde". Incluso dejó de lado el nombre que usó durante casi 60 años, British Petróleoum, y promovió una imagen de firma que trata de mejorar el mundo.

Lo que no decían esos avisos es que el petróleo sigue siendo un negocio bastante sucio, peligroso, que genera emisiones de grandes cantidades de carbono. Es caro, lo que hace que resulte tentador tomar atajos cada vez que el precio baja.

BP estuvo a la vanguardia de un movimiento conocido como Responsabilidad Social Empresarial. Si una empresa petrolífera podía cambiar, entonces el capitalismo entero podría ser reformado. Muchos nos creímos ese cuento. Y le dimos el beneficio de la duda a BP cuando una omisión en las medidas de seguridad provocó una explosión en su refinería de Texas City en el 2005, que dejó 15 trabajadores muertos.

Luego vino la explosión del 20 de abril en una plataforma del Golfo de México, que mató a 11 empleados y provocó el derrame petrolífero más grande en la historia del Golfo.

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Esta vez, BP no se pude esconder detrás de sus folletos pintándola como una empresa comprometida con el medio ambiente. Sobran los indicios de que la firma ignoró medidas de seguridad y se opuso a iniciativas regulatorias para mejorar sus ganancias. La responsabilidad social, al final de cuentas, fue tan solo una maniobra publicitaria.

Si uno busca en Google la frase Responsabilidad Social Empresarial, aparecerán 5.6 millones de respuestas, buena parte de ellas de compañías que hablan de las bellezas que hacen por el medio ambiente. BP nos enseñó que hablar no cuesta nada e hizo que nos preguntemos si es posible ganar dinero haciendo las cosas que promueven el bien común.

"Cuando se habla de responsabilidad social, generalmente se meten cuentos", afirmó Curt Weeden, experto en esos temas que dirige una firma consultora, Business & Nonprofit Strategies Inc., en Charleston, Carolina del Sur. "Las empresas quieren que se les reconozca porque hacen cosas que en realidad son su obligación".

No se puede definir en pocas palabras lo que significa Responsaiblidad Social Empresarial. A veces alude al medio ambiente, otras a los derechos humanos. El término también podría abarcar la eliminación de prácticas comerciales nocivas, donaciones o una buena ética.

Con frecuencia las empresas aluden a su responsabilidad social. Como cuando una gaseosa dice que estudia el posible uso de ingredientes más saludables o una firma textil promete mejores condiciones para los empleados de sus fábricas en el exterior.

La responsabilidad social es hoy una verdadera industria. Firmas consultoras ayudan a las empresas a elaborar programas sobre responsabilidad social y las universidades enseñan cómo promover cambios positivos en el ámbito social, en el medio ambiente y en la economía.

Las empresas usan esos programas para atraer clientes. Una encuesta reciente entre un millar de adultos indicó que el 70% de los consumidores prefieren pagar más por productos elaborados por empresas que tienen un compromiso social, según la firma Penn Schoen Berland.

"Es más fácil decir que uno invirtió en energía eólica o solar que decir que se mejoraron los sistemas de seguridad, porque la gente no sabe nada de los sistemas de seguridad", comentó Trina Hamilton, profesora adjunta de la The State University of New York, de Buffalo.

BP decía que quería dejar atrás el petróleo. Pero no mejoró sus sistemas de seguridad.

"BP no tuvo el menor impacto en el plano de la responsabilidad social", manifestó Fabian Pattberg, consultor que trabaja con empresas especializadas en programas de responsabilidad social. "Era todo un castillo de arena destinado a desaparecer".

Hay que reconocer que BP tiene agallas. Sigue tratando de venderse como una empresa con responsabilidad social por haber creado un fondo de 20,000 millones de dólares para compensar a las víctimas del derrame.

Pero ahora nadie le cree.

La semana pasada la petrolera anunció que tapó la fuga en su pozo del Golfo de México, sin embargo, el crudo ha vuelto a emanar, pero esta vez mucho más despacio y los científicos no creen que el tapón que frenó sustancialmente el flujo vaya a agravar la situación.

El Gobierno dijo que petróleo se derramaba en el Golfo después de días de advertir que la campana experimental en el pozo podría provocar más fugas.

A pesar de que al principio pareció un problema, el Gobierno dijo este martes que el nuevo escape es insignificante y apoyó el plan de BP para finalmente cerrar la filtración en el lecho marino.

Desde que el tapón se usó para frenar la fuga de crudo la semana pasada, los ingenieros han estado examinando la situación a través de cámaras submarinas y controlando la presión y la lectura sísmica para ver si el pozo aguantaría o cedería a una nueva fuga.

Se teme que un nuevo escape fracture el lecho marino y haga que el desastre sea peor aún.

Pequeñas filtraciones de crudo y gas empezaron a emanar por el tapón el domingo por la noche, "pero no creemos que tenga consecuencias en este momento", dijo Thad Allen, encargado del Gobierno para manejar la crisis.

Además, escapes desde el lecho marino fueron detectados durante el fin de semana a menos de 3 kilómetros (2 millas) de distancia, pero Allen dijo que probablemente no tenga nada que ver con el pozo. El gas y el petróleo suelen salir de forma natural de fisuras del fondo del mar en el Golfo de México.

La próxima medida a tomar no está clara. Allen pareció cambiar de opinión en torno a sus declaraciones de que un tubo de 1.6 kilómetros (una milla) de largo podría unirse a la campana para bombear el crudo hacia buques en la superficie. Para lograr eso probablemente habría que volver a derramar petróleo en el mar durante algunos días.

Por ahora, y a menos de que surjan problemas más graves, el funcionario dijo que prefería no retirar la tapa, aunque aclaró que no está convencido totalmente de dejarla hasta que se logre tapar el pozo de forma permanente, como lo quiere BP.

"No podría decir que el pozo se va a quedar cerrado hasta que se construya un pozo auxiliar; hay muchas cosas en la incertidumbre", dijo el lunes.

 

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