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Chevron ¿culpable o inocente en Ecuador?

La petrolera enfrenta el mayor juicio por daños ambientales de la historia por 27,000 mdd; si pierde la demanda, sentaría las bases para que otras firmas sean demandadas a nivel mundial.
sáb 28 agosto 2010 01:35 PM
La petrolera aún tiene pendiente una demanda en su contra por contaminación en Ecuador. (Foto: AP)
chevron (Foto: AP)

Un deteriorado edificio judicial que además alberga el casino local en la ciudad ecuatoriana de Lago Agrio, en la selva del Amazonas, es la insólita sede del mayor juicio por daños ambientales de la historia. En el primer piso, la gente juega por centavos en el bingo The Mirage y en la sala de tragamonedas. Tres pisos más arriba, en la corte provincial de Sucumbios, hay 27,000 millones de dólares en juego.

Ese monto es el que le reclaman los campesinos locales y tribus nativas al gigante petrolero estadounidense Chevron Corp. para financiar la limpieza de las zonas que dicen que fueron contaminadas por prácticas inadecuadas de perforación en las décadas de 1970 y 1980.

La pintura está rajada y despegándose en las oficinas del juez del cuarto piso con vista a Lago Agrio, una pobre y violenta ciudad del norte de Ecuador cercana a la frontera con Colombia.

Los cortes en el suministro eléctrico detienen los equipos de aire acondicionado del edificio y hacen sudar a apostadores y funcionarios judiciales, mientras el magistrado Leonardo Ordoñez revisa miles de páginas de evidencias.

El juez dice que se llegará a un veredicto en el 2011, tras 18 años de litigio en las cortes de Estados Unidos y Ecuador.

A medida que se acerca el fallo, cada lado acusa al otro de presentar evidencias fraudulentas, mientras que en Estados Unidos y Europa hay un montón de acciones legales relacionadas en curso.

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Los inversionistas y la industria del petróleo están atentos a ver si Chevron tiene que pagar una indemnización por los enormes daños causados, lo que sentaría un precedente que podría avivar otras grandes demandas contra las compañías petroleras acusadas de contaminar en todo el mundo.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se ha solidarizado públicamente con los demandantes.

La compañía -que acusó al Gobierno de interferir- promete apelar cualquier decisión adversa.

La querella dice que Texaco -una petrolera que Chevron compró en el 2001- daño grandes zonas de la jungla ecuatoriana al verter desechos de la perforación en pozos no pautados y dejarlos pudrirse, una acusación que la compañía rechaza.

Chevron dice que limpió todos los pozos de los que era responsable antes de entregárselos a la firma petrolera del estado ecuatoriano, Petroecuador, que todavía opera en Lago Agrio.

"Si hay contaminación en esta zona es responsabilidad únicamente del Estado, que en 1998 liberó a Texaco de toda responsabilidad", dijo el portavoz de Chevron, James Craig, quien apuntó hacia uno de los pozos de residuos limpiados por Texaco.

Texaco construyó y operó más de 330 pozos en Ecuador, cada uno de los cuales tenía al menos una laguna de reserva cerca. La suciedad que se encuentra inmediatamente debajo de la superficie de algunos antiguos pozos de residuos todavía tiene un brillo negro y tiene el hedor lacrimógeno del petróleo.

La demanda menciona a 46 personas que afirman representar a todos los residentes de la zona que podrían haber sufrido a causa de la contaminación.

Los demandantes no están buscando recompensas individuales sino dinero para financiar la limpieza del medio ambiente, como así también proyectos de salud y potabilización de agua.

"Queremos que el dinero sea destinado a una solución permanente", dijo Carmen Pérez, cuya pequeña granja de maíz está cerca de una serie de pozos de residuos de perforación que todavía huelen a petróleo y, dice la mujer, le hacen padecer dolores de cabeza crónicos.

¿El Chernobyl del Amazonas?

Los analistas dicen que el caso podría tener mayores implicancias.

"Si Chevron pierde el caso, podría sentar un precedente para casos similares en otros países no sólo contra Chevron sino otras compañías petroleras internacionales" dijo Fadel Gheit, director general de investigaciones en petróleo y gas de Oppenheimer & Co.

"Podría desencadenar un aluvión de reclamos similares, empezando en Nigeria, donde Royal Dutch Shell está siendo acusada de daño ambiental", dijo Gheit desde su oficina en Nueva York.

La saga legal de Ecuador comenzó en 1993 cuando se presentó una demanda contra Texaco en una corte federal de Estados Unidos.

El caso fue rechazado en una apelación en el 2002 con la condición de que Texaco acate la jurisdicción ecuatoriana si fuese acusada allí.

Al año siguiente se presentó una demanda en Lago Agrio, esta vez contra el nuevo propietario de Texaco, Chevron.

Unas 200,000 páginas de documentos y 64,000 muestras químicas conforman la evidencia mientras que las intrigas del caso han llegado a asemejarse a una suerte de película de suspenso de Hollywood.

Un juez anterior se excusó de escuchar la demanda el año pasado después de ser grabado hablando del caso con una pareja de personajes oscuros quienes lo registraron en video sin que se diera cuenta con cámaras ocultas en un reloj pulsera y una lapicera.

Uno de los hombres que grabó el encuentro, un ex contratista de Chevron, fue sacado inmediatamente de Ecuador por la compañía.

La querella dice que la grabación secreta fue un intento de Chevron por retrasar el juicio, una acusación que la compañía rechaza.

Mientras tanto ha surgido una industria local en torno al caso, con querellantes que proveen a reporteros de gruesas carpetas llenas de información que responsabiliza a Texaco/Chevron por lo que ellos denominan el "Chernobyl del Amazonas", y ofrecen excursiones al norte de la jungla ecuatoriana conocidas como "las excursiones tóxicas."

Chevron también organiza excursiones para periodistas, llamadas "las excursiones no tóxicas", que recorren los pozos que fueron limpiados por Texaco.

Pero el medio ambiente es sin duda la principal preocupación para José Briceño, quien vive cerca de Lago Agrio y dice que no puede tener ganado porque se le enferma y se muere.

"El problema ahora es la calidad del agua. Nunca limpiaron realmente la zona", dijo Briceño, mirando su tierra vacía.

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