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El magnate ruso de Internet y Facebook

En 2009, Yuri Milner compró el 2% de Facebook por 200 millones de dólares, actualmente posee el 10%; el también físico ha invertido casi 1,300 mdd en compañías de Internet en Estados Unidos.
mar 05 octubre 2010 06:00 AM
Yuri Milner trabajó en el Banco Mundial y después se unió al banco Menatep. (Foto: Cortesía Fortune)
Yuri Miller (Foto: Cortesía Fortune)

Yuri Miller, de DST, invierte fuertemente en compañías de medios sociales y lleva una nueva influencia (y un oligarca misterioso) a Silicon Valley. Yuri Milner tiene 50 amigos en Facebook; Mark Zuckerberg es uno de ellos. Se conocieron hace algunos años, cuando Zuckerberg, el fundador y presidente ejecutivo de Facebook, intentaba aprender más sobre las redes sociales rusas de las que Milner era parcialmente dueño. En 2009, Zuckerberg vendió a Milner el 2% de Facebook por 200 millones de dólares.

En ese entonces, más de una persona dentro de Silicon Valley dijo que la inversión era absurda, pero Zuckerberg sabía que no era así. Milner y su socio, Gregory Finger, habían creado Digital Sky Technologies desde una pequeña compañía de inversiones rusa para una compañía que controlaba el 75% de los negocios de las páginas en Internet escritas en ruso. Como el mercado de publicidad en línea es menos amplio en Rusia que en Estados Unidos , las compañías de DST ya habían encontrado formas de hacer dinero que en Estados Unidos no se habían intentado antes.

"Hablé con varias compañías de inversión y estuve con Milner, y pensé que ese tipo era inteligente y tenía más experiencia en lo que estamos haciendo", dijo Zuckerberg a Fortune. Milner, de 48 años, ofreció un buen acuerdo: su compañía de inversión valuó a Facebook en 10,000 millones de dólares, una cantidad asombrosa en el momento, y no pidió un lugar en la junta ni privilegios especiales.

16 meses después, Milner ha invertido casi 1,300 millones de dólares en compañías de Internet en Estados Unidos; aumentó su participación en Facebook a más de 800 millones de dólares, por el 10% de la compañía, lo que lo convierte en el segundo inversionista externo más grande , después de Accel Partners.

Después siguió con sus mega inversiones en Silicon Valley, con la compañía de juegos en línea Zynga, y el sitio comprador de grupos, Groupon. Pagó 188 millones de dólares para comprar ICQ . Las inversiones han llamado la atención de compañías mediáticas internacionales como el gigante chino Tencent y el gigante mediático sudafricano, Naspers, que tienen participaciones en DST.

Valuada en 4,000 millones de dólares, DST se prepara para una oferta pública inicial en Londres en noviembre.

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Milner tiene tal influencia en Silicon Valley que los empresarios buscan acuerdos "tipo DST", inversiones en las que pueden recibir mucho dinero con valuaciones altas sin tener que ceder el control de su compañía.

Milner no suele pedir las protecciones que buscan otros inversionistas, como acciones preferenciales o puestos en la junta. No cree que las necesite; sus apuestas son tan grandes que si algo sale mal, las acciones preferenciales no amortiguarían su pérdida.

La historia de cómo un físico emergió de la caótica Rusia pos-comunista para volverse en un magnate de los medios sociales implica estrategia, suerte y mucho valor, pero también algo de misterio. Uno de los inversionistas externos más grandes de DST es el oligarca ruso Alisher Usmanov, quien salió de la oscuridad para volverse uno de los hombres más ricos del país.

El origen de su fortuna no es claro; pasó seis años en una prisión de Uzbek por fraude y desfalco en los 80, cargos que dice, son falsos y con fines políticos. Menos de 10 años después, Usmanov se volvió director de una junta en un banco ruso. En 1989, una corte rusa eliminó los cargos y limpió sus antecedentes. En 2000, la Suprema Corte de Uzbekistan dijo que los cargos habían sido injustos. Ahora tiene el 25% de DST y controla dos asientos de la junta.

¿Quién es Alisher Usmanov?

A pesar de su relación con alguien que estuvo en prisión, Milner ganó terreno en Silicon Valley. Dice que en un principio fue difícil, pero después, "a medida que compartíamos opiniones y visiones, todo lo demás se desvaneció". Era una visión atrevida. Milner cree que el efecto de la red social tendrá un crecimiento explosivo para una serie de compañías a nivel mundial, y planea tener una porción de la mayoría de ellas.

El presidente ruso, Dmitry Medvedev hizo su primera visita a Silicon Valley hace un par de meses. El ex secretario de estado, George Shultz, cenó con él en San Francisco, junto con el gobernador de California Arnold Schwarzenegger y el presidente ejecutivo de Cisco, John Chambers. Y también asistió Yuri Milner.  

Rusia había dado a conocer su interés compañías tecnológicas de Estados Unidos. En la innovación de alta tecnología, Medvedev ve una oportunidad para diversificar su economía dependiente del petróleo, una urgencia actual.

Medvedev encontró patrocinios de negocios para crear una "ciudad de innovación" al sur de Moscú, bajo el modelo de Silicon Valley. Reunió a un comité presidencial, que incluye a Milner, para atender la innovación y el desarrollo tecnológico por medio de esfuerzos como la ampliación del alcance del ancho de banda. En apoyo a los esfuerzos de Medvedev, Milner se volvió embajador no oficial de la escena tecnológica de Estados Unidos.

Cuando el Departamento de Estado envió a media docena de ejecutivos de Internet, de compañías como Twitter y eBay, en febrero pasado, Milner y su esposa, Julia, fueron anfitriones de una cena para conmemorar el evento. Sabiendo que Jim Breyer, de Accel Partners, ama el impresionismo, Milner lo llevó al Museo State Hermitage en San Petesburgo para ver obras de Matisse que no estaban en exposiciones públicas.

Milner viaja cada mes para reunirse con empresarios en Nueva York y en Valley, donde realiza sus juntas en el Hotel Rosewood, en Sand Hill Road

Milner, de cabello corto y ojos disparejos, nació en 1961, cuando Yuri Gagarin dio la primera vuelta a la tierra desde el espacio y muchos niños fueron nombrados en su honor. Estudió física en la Universidad Estatal de Moscú y trabajó en la Academia de Ciencias.

En 1990, fue el primer estudiante post-soviético en enlistarse en Wharton. Trabajó en el Banco Mundial y después se unió a Menatep, un banco fundado por Mikhail Khodorkovsky, uno de los oligarcas originales de los 90, quien se negó a congraciarse con el Gobierno actual y ahora está en prisión por cargos de fraude, supuestamente con tendencias políticas.

Milner creó la correduría de Menatep y las divisiones de banca de inversión, y estructuró la primera oferta del país, una absorción del Hershey's del mundo de los dulces de Rusia, una compañía llamada Red October. "Harvard me entrevistó y escribió un caso de negocios sobre eso", dijo. En 1999, estudió una investigación de Morgan Stanley sobre el auge del Internet en Europa; sabía que las contrapartes rusas de eBay y Yahoo estaban destinadas a crecer, y el análisis sugería que era buen momento para lanzar esos negocios, por lo que unió recursos junto con su amigo Gregory Finger, quien trabajaba en la oficina en Moscú de New Century Holdings, para financiarlos.

Pero la crisis llegó pronto y Milner dejó su misión para rescatar una de sus compañías de portafolios, el servicio de correo gratuito Mail.ru. Reestructuró la compañía, despidiendo al 70% de su equipo, y la entregó a un ingeniero de 23 años para que la manejara.

Milner y Finger lanzaron DST como una compañía operadora en 2005. Compraron grandes participaciones en propiedades de Internet. Sus primeros inversionistas fueron Goldman Sachs y el fondo de cobertura estadounidense Tiger Global. Usmanov compró un tercio de la compañía en septiembre de 2008. El año pasado, Milner comenzó una segunda compañía, DST Global, que financia sus acuerdos internacionales.

Con oficinas en Moscú y Londres, Milner creó una base fuerte de empleados; el 70% de su equipo proviene del banco. La oficina en Londres fue abierta por el ex empleado de Goldman Sachs, Alexander Tamas. El socio más nuevo, John Lindfors, de Goldman, encabezó la compañía bancaria de tecnología en Europa.

A pesar de sus asociaciones de prestigio, cuando hay que tomar decisiones no hay un comité de inversiones formal. Milner y Finger están a cargo, pero como Finger (quien no habló con Fotune) pasa gran parte de su tiempo en Suiza, Milner es quien toma las decisiones, una gran ventaja competitiva. Otras empresas grandes deben llegar a un acuerdo en comités, algo que puede tomar meses, y Milner toma decisiones en cuestión de semanas.

Gideon Yu casi decepciona a Milner. En enero de 2009, Yu, entonces director financiero de Facebook, recibía llamadas de multimillonarios que querían comprar parte de la compañía. "¿Cómo sé que hablas en serio?", solía preguntar. Milner pidió reunirse con él, y Yu le respondió: "no vengas nada más para verme". Milner tomó el primer vuelo a California, y la mañana siguiente, él y Tamas ya estaban tomando café en Palo Alto, esperando la llegada de Yu.

Yu sospechaba que Milner, al igual que varios inversionistas potenciales, quizás no conocía bien el negocio, pero Milner había estado estudiando a Facebook desde hacía años. Tenía una teoría, llamada la Ley de Zuckerberg: cada 12 a 18 meses, la cantidad de información compartida entre la gente en la web se duplica.

Las implicaciones del negocio son enormes. Con el tiempo, la gente dejará de usar sitios como Google para emplear sitios más sociales, donde sus amigos les dirán dónde comprar la mejor bolsa o dónde hospedarse en Estambul. Su tesis iba tan de la mano con la visión de Zuckerberg para la compañía que Yu lo llevó a las oficinas. Milner ya había hablado con Zuckerberg, y ahora hablaban de una inversión.

Zuckerberg quedó impresionado. Milner ofreció prestar sus análisis de su trabajo en Asia, donde Internet evoluciona de forma distinta; Rusia nunca ha tenido un mercado en línea fuerte, por lo que las compañías de DST sólo han generado centavos de sus usuarios con sistemas de micro-pagos, suscripciones y un fuerte mercado de regalos virtuales.

Como Milner es dueño de compañías de la competencia en Rusia, puede comparar estrategias para determinar qué funciona mejor.

Milner tiene una buena relación con el inversionista Tencent, la compañía china dueña del servicio de chat QQ, con casi tantos usuarios en China como los que tiene Facebook en todo el mundo.

Desde que Milner hizo la inversión, sus hallazgos han tenido una influencia fuerte en la compañía. Zuckerberg debe gran parte de Facebook Credits al inversionista ruso; se trata de un sistema de dinero virtual que podría generar el 20% o 30% de los ingresos de la compañía. Compañías de DST como VKontakte, la red social rusa más grande, han vendido créditos desde hace casi 10 años. Solían dejar que los desarrolladores ofrecieran créditos gratuitos a los usuarios a cambio de las descargas de su juego. Su estrategia cayó cuando los usuarios comenzaron a crear cuantas falsas para obtener más créditos, así que cuando Facebook lanzó su propio sistema, tomó medidas para evitar esto.

En Estados Unidos, las ventas son la entrada a la web, ofreciendo la estructura organizacional de la que depende la gente para crear información nueva. En Rusia, muchas redes sociales en las que invierte Milner no presentan información disponible en motores de búsqueda, si no que crean las suyas propias.

Más importante que la experiencia es la estructura de los acuerdos de Milner. Es el Masayoshi Son de la era moderna (el fundador de la compañía de inversión japonesa Softbank, protagonista y fundador de la primera etapa de la red. En 1995, después de llegar al Valley, el empresario convertido en inversionista había comprado una tercera parte de Yahoo e invertido en E*Trade, volviéndose el octavo hombre más rico del mundo).

Son y su equipo apostaban a favor de la gente en las compañías, y Milner hace lo mismo. Mark Pincus, fundador de Zynga, recuerda una reunión con Milner y Tamas. "Sus dudas no eran en torno a la compañía, sino sobre mí y mi equipo... querían saber si estábamos comprometidos con la empresa".

Cuando Milner decide invertir en los fundadores, los deja solos, aunque siempre los aconseja. Cree que lo más benéfico es que DST tenga menos control, porque puede invertir en la competencia sin que haya conflicto de intereses.

Sus acuerdos resuelven un enorme problema para las compañías en el mercado post-boom: volverse una compañía pública es difícil, pero muchas compañías web han sido privadas tanto tiempo que los primeros empleados e inversionistas ansían rendimientos.

Como parte de los acuerdos de Milner, él ofrece comprar acciones comunes a los empleados para que reciban su pago y sigan estando motivados. Es una idea fuerte que ha tomado fuerza en el Valley. "Antes de que llegara DST, no había este tipo de acuerdos. Las compañías estaban esperando hacerse o no públicas y lidiar con las complicaciones", dice Jeremy Stoppelman, quien ayudó a iniciar Yelp en 2002. Él buscaba una forma de recompensar a los inversionistas sin tener que vender, y en julio de 2009, usó este tipo de acuerdos como modelo para negociar una inversión de 100 millones de dólares con Elevation Partners.

Si algo puede meterse en el camino de las ambiciones globales de Milner es su relación con Alisher Usmanov. En julio voló a Nueva York para entrevistarse con Fortune. Milner defendió la reputación de Usmanov, y dijo que no habría aceptado su dinero sin saber que era un empresario respetable.

También señaló que otras instituciones, como Goldman Sachs , Tiger Global y Naspers, habían estudiado a DST antes de invertir. Pero el argumento de "todos dicen que está bien" no responde la duda de si Milner hizo o no algo ilegal. Usmanov habla más sobre su relación; llamó a Milner un "buen amigo" y dijo que no tiene control directo sobre la compañía, "pero en ocasiones él viene a mí en busca de consejo, y yo intento dárselo".

En una conversación telefónica, agregó que conoció a Milner cuando éste le pidió consejos de inversión hace tres años, y que ya tenía activos fuertes, incluyendo una fuerte participación en la comunidad de blogs LiveJournal.

Varios ejecutivos de la industria tecnológica quieren saber más sobre DST y Usmanov, pero pocos le han dado la espalda a Milner. "Estoy seguro de que mis padres no analizaron el dinero de los Kennedy cuando votaron por Jack Kennedy", dice Bing Gordon de Kleiner Perkins, miembro de la junta de Zynga . Pincus dice que no conoce nada sobre Usmanov más allá de lo que le han dicho, y sabe que Yuri y Alexander Yamas tienen opiniones muy distintas sobre Usmanov. "Confío más en el punto de vista de Yuri que en lo que leo en la prensa".

Ni Zynga ni Groupon estudiaron meticulosamente a DST, porque el acuerdo de Facebook les dio la credibilidad de socios de negocios. El acuerdo avanzó rápido, y cerró semanas después de que iniciaran las conversaciones. Zuckerberg ni siquiera dependió de banqueros externos para negociar, sino que, según fuentes cercanas que no han sido confirmadas, Facebook contrató a un investigador privado para que inspeccionara a DST. 

Zuckerberg dice que hubo todo un debate para saber si era algo demasiado riesgoso, y "tuve que llevar las respuestas para poder ganar el debate. Creo que hay que ver más allá de los estilos y culturas diferentes".

Milner cree que hay al menos 50 compañías de redes sociales que valen más de 1,000 millones de dólares. "En los próximos cinco años, nuestro modelo de negocios tendrá sentido. Seguiremos invirtiendo en entre dos y cuatro compañías de Internet "avanzadas" para el consumidor cada año". En la web social, un acuerdo "avanzado" puede ocurrir cuando una compañía tiene apenas meses de edad.

Todo es culpa de la Ley de Zuckerberg, que propone la aceleración masiva doble . Las compañías crecen más rápido en la web, y las compañías web crecen más rápido cuando son sociales.

Cuando Milner invirtió en Groupon, el sitio sólo tenía 17 meses de edad, y el acuerdo se firmó en 24 horas. En una sociedad con Battery Ventures, inyectó 135 millones de dólares, dando a Groupon una valuación instantánea de 1,350 millones de dólares. La compañía pronto generará 500 millones de dólares en ingresos en su segundo año de existencia. Este tipo de crecimiento temprano hace que Amazon y Google luzcan lentas.

Milner acelera el paso. Está llenando oficinas, y su calendario de viajes está tan saturado que suele viajar con su familia para no dejar de verlos. Anticipando su oferta pública, recientemente cambió el nombre de DST a Mail.ru Group. DST Global, la compañía que invierte en compañías de Estados Unidos, mantendrá su nombre.

Su estrategia es riesgosa; tiene muchos inversionistas pacientes, pero tendrá problemas si las compañías en las que invierte no se hacen públicas eventualmente. Zuckerberg no tiene prisa; los inversionistas especulan que no lanzará una oferta inicial pública sino hasta 2012. Como no tiene influencia sobre las decisiones de las compañías, Milner no puede garantizar cuándo es que sus inversionistas verán rendimientos.

También existe la posibilidad de que Milner esté equivocado con respecto a las compañías que decidió respaldar. Cualquiera podría fallar o ser superado por la competencia. Facebook creó una tormenta cuando sus usuarios y el Gobierno sintieron que las herramientas sociales que lanzó ponían en riesgo su privacidad . Google y Apple podrían seguir el mismo camino de Facebook.

Pero Milner tiene una fe ciega en la red social, y no es que aparezca ahí. Apenas ajustó sus configuraciones de seguridad, y su perfil no aparece en las búsquedas. Además de Zuckerberg, ¿quién más está en su lista de 50 amigos?

Lo único que responde es "los sospechosos de siempre".

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