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Apple debe aprender a vivir… sin Jobs

Tras la muerte del ex CEO, la compañía debe elegir un nuevo curso de acción, dicen expertos; en su momento, Ford, Walmart y Disney debieron perpetuar o trascender la visión de sus fundadores.
lun 10 octubre 2011 06:04 AM
El tema principal es si Apple mantendrá efectivamente la visión de Jobs, o si evolucionará más allá de ella. (Foto: Reuters)
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Steve Jobs se ha ido, dejando tras de sí un vacío en la compañía que fundó , similar a los huecos dejados por otros visionarios estadounidenses como Walt Disney, Sam Walton, Henry Ford y Ray Kroc tras sus fallecimientos.

Ese tipo de genialidad nunca es reemplazada, pero las empresas que perdieron a un líder emblemático deben decidir cómo seguir adelante.

El mejor curso de acción no siempre es evidente. La lista de las compañías que perdieron el rumbo tras la salida de uno de sus fundadores visionarios es larga.

Walt Disney Productions, ahora conocida como The Walt Disney Co., dejó vacante el escritorio de su fundador durante años después de su muerte en 1966. La empresa permaneció en familia, y la pregunta: "¿Qué haría Walt?" permeaba todas las discusiones estratégicas. Asustada de hacer algo nuevo, la familia Disney intentó replicar infructuosamente la visión de Walt Disney durante dos décadas.

Después de que Henry Ford murió en 1947, el liderazgo de la compañía también se mantuvo dentro de la familia, y su dominio en la industria automotriz se desvaneció. General Motors le robaba cada vez más participación de mercado. Ford tuvo un resurgimiento en la década de 1970, poco nunca ha recuperado su sitio número uno en el ranking.

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David Sarnoff, líder de la compañía de electrónica RCA, murió en 1971, dejando tras de sí un exitoso negocio asentado en su invención de la televisión a color. Sin embargo, la empresa eligió imprudentemente al hijo de Sarnoff, Robert, para sucederle, y RCA fracasó en su expansión más allá del campo tecnológico. La firma fue adquirida por General Electric en 1986 y dividida en partes.

La lista sigue y sigue.

Luego está la otra cara de la moneda: las empresas que tuvieron éxito al suceder a sus visionarios después de que se habían ido.

El fundador de Walmart, Sam Walton, murió en 1992. El liderazgo de la empresa la expandió enormemente en los años posteriores, pero ha continuado el curso que él estableció. David Glass, quien sucedió a Walton como presidente ejecutivo en 1984 (Walton se convirtió en presidente de la compañía), fue entrenado por Walton durante años, y cultivó un reemplazo que mantuvo la consistencia de la empresa .

Después de que el fundador de Intel, Gordon Moore, dejara la compañía en 1997, Craig Barrett y Paul Otellini -ambos personalidades descomunales- dirigieron a la empresa en direcciones nuevas y exitosas.

McDonald's podría ser la mayor historia de sucesión de liderazgo de todos los tiempos. Su fundador Ray Kroc murió en 1984; sin embargo, su genial invención de una cadena enfocada en un control de precios, la comercialización, la uniformidad y la consistencia hizo que fuera más fácil seguir su visión. La tragedia golpeó McDonald's en 2004 y 2005, cuando dos de sus presidentes ejecutivos murieron uno tras otro en un lapso de nueve meses. Sin embargo, la empresa no perdió el ritmo.

El nuevo curso de Apple

¿Cuál es el modelo adecuado para Apple? Mantener el mismo rumbo fue la decisión errónea para Disney, pero funcionó bien para Walmart y McDonald's. Una nueva visión mantuvo el éxito en Intel, pero destruyó a RCA.

El mayor reto para las empresas que pierden a sus líderes emblemáticos es determinar cuál será su nueva identidad. ¿Pueden seguir efectivamente la visión del ex líder, o es mejor evolucionar más allá de ella?

Es una pregunta complicada con una respuesta poco clara. Como era de esperarse, los expertos difieren sobre qué curso es el mejor para Apple.

Algunos dicen que Apple debe mantener el rumbo. Eso es lo que Tim Cook sugirió en su memorando a los empleados el 25 de agosto, un día después de que Steve Jobs renunciara como presidente ejecutivo, cuando escribió: "Quiero estén confiados en que Apple no va a cambiar".

Jim Post, profesor de la Escuela de Administración de la Universidad de Boston, cree que es un acierto. Los presidentes ejecutivos que son 'cuidadores' pueden ser esenciales para mantener a una compañía sólida funcionando sin problemas.

"La lección aprendida es que no puedes reemplazar a un verdadero visionario con otro visionario en la próxima generación de gestión", dijo.

Otros piensan que continuar el legado de Jobs funcionará en el futuro inmediato , pero que Apple finalmente tendrá que pensar más allá de los límites de lo que su fundador habría hecho.

"En la sucesión ejecutiva, tienes que mantener lo que funciona en el presente, pero también tener cierta apatía selecta por lo que has hecho en el pasado", explicó Thomas Allen, profesor de la Escuela de Administración Sloan de MIT. "Nadie va a ser una 'parte dos' de Jobs. Tim Cook quiere mantener el espíritu de Jobs vivo, pero tiene que saber que eso podría tener que cambiar eventualmente".

Ésa es la cuestión: el cambio radical es lo que hizo a Apple grande. Los fundadores y los iconoclastas tienen una posición única para tomar riesgos que pongan en juego a la compañía; algo que hizo Steve Jobs en repetidas ocasiones a lo largo de su carrera. Él es reverenciado por conseguir que muchos de esos riesgos salieran bien.

Esa será la verdadera prueba para Tim Cook. En el corto plazo -por ejemplo, en un par de años- Apple está destinado a mantener su lugar de vanguardia en la industria de la tecnología.

Aunque la empresa fue reservada acerca de sus planes de sucesión, fuentes internas dicen que Jobs entrenó a Cook y a otros altos ejecutivos para reemplazarlo sin problemas tanto operativa como creativamente. Con o sin Jobs, se espera que el auge de Apple llegue a grandiosas nuevas alturas: está en camino de convertirse en la mayor empresa mundial de tecnología, en términos de ventas, a finales del próximo año. Ya es la empresa tecnológica mejor valuada en el mercado de valores, y su recién finalizado trimestre probablemente sea otro que rompa récords.

Pero, ¿qué pasará en cinco o 10 años a partir de ahora? ¿Qué sucederá cuando la industria tecnológica pase por su próximo cambio tectónico?

La habilidad de Steve Jobs para eliminar algo que parece estar teniendo éxito y poner algo mejor en su lugar era increíble. La Lisa fue reemplazada por la Mac. El iPod mini fue desechado en favor del Nano. Apple ha admitido que la iPad está comiendo sus ventas de Mac, pero siguió adelante y creó todo un nuevo mercado a pesar de la posibilidad de canibalización.

"Incluso Steve no continuaría la visión de Steve", dijo Jeffrey Sonnenfeld, decano asociado principal en la Escuela de Negocios de Yale. " Jobs tenía la capacidad de hacer caer en el olvido cada modelo que creó y canibalizar sus propios productos, y así lo hizo. Temporalmente, tienen un equipo que puede hacer un trabajo excelente, pero les falta ese agitador".

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