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Bélgica nacionaliza filial de Dexia

El Gobierno comprará a la subsidiaria belga por 5,400 mdd como parte del rescate del banco; el grupo acepta, pero achaca sus problemas a la crisis imprevisible de euro y critica a Lagarde.
lun 10 octubre 2011 10:15 AM
Además de la nacionalización, Bélgica, Francia y Luxemburgo aportarán en total 121,000 mdd en fondo de garantía para Dexia hasta por 10 años.  (Foto: Reuters)
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El Gobierno belga comprará la subsidiaria del banco Dexia en Bélgica por 5,400 millones de dólares (4,000 millones de euros) como parte de una reestructuración de la entidad crediticia en medio de severos problemas de liquidez, anunció este lunes el banco. La subsidiaria Dexia Bank Belgium tiene 6,000 empleados y depósitos que ascienden a 80,000 millones de euros de cuatro millones de clientes.

La propuesta aceptada por el banco consiste en la división de Dexia en tres entidades (una será la adquirida por Bélgica), además de la creación de un "banco malo" al que serán destinados los activos tóxicos de la entidad, el origen de sus problemas.

Dexia es el primer banco europeo importante en requerir el rescate gubernamental desde la crisis financiera de 2008, luego que cayó bajo una intensa presión de fondos debido a su exposición a países de la eurozona con un elevado nivel de endeudamiento, como Grecia, Italia y España, y a municipios en problemas de Estados Unidos.

El primer ministro de Bélgica, Yves Leterme, dijo que la nacionalización es necesaria para proteger al banco minorista belga de los riesgos que enfrenta el grupo Dexia.

Agregó que el apoyo del Gobierno garantiza que todos los clientes de la entidad financiera "tengan la seguridad y la certeza de que su dinero está completamente seguro."

Además de la nacionalización, los gobiernos de Bélgica, Francia y Luxemburgo aportarán en total 121,000 millones de dólares (90,000 millones de euros) en fondo de garantía para el banco hasta por 10 años.

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Los fondos ofrecerán estabilidad a una autoproclamada "mala banca" de Dexia, con los que los activos tóxicos del banco serán transferidos.

Bélgica aportará el 60.5% de esos fondos de garantía, el 36.5% vendrá de Francia y el 3% restante de Luxemburgo.

Las garantías ofrecidas por los tres países a Dexia son inferiores a las concedidas en 2008, cuando el grupo, afectado por la crisis financiera mundial, tuvo que ser rescatado una primera vez, añadió.

El ministro de Finanzas belga, Didier Reynders, afirmó que la compra de Dexia sólo aumentará la ya voluminosa deuda pública del país en 1%.

Señaló que el grupo Dexia deberá pagar a Francia, Bélgica y Luxemburgo un bono de 450 millones de euros por la garantía, de los cuales 270 millones de euros serán destinados a los cofres belgas.

Para Reynders, el valor pago por la compra de Dexia Banca Bélgica es "totalmente razonable", teniendo en cuenta que la operación estaba valorada entre 3,000 y 8,000 millones de euros.

La mañana de este lunes el secretario de Estado federal para el Presupuesto belga, Melchior Wathelet, responsabilizó al consejo de administración de Dexia por la actual situación del grupo y afirmó que su actual presidente, Jean-Luc Dehaene, deberá dejar su cargo.

"Se han tomado decisiones muy malas. Los directivos de los nuevos bancos (resultantes del plan de rescate de Dexia) serán verdaderos profesionales, seleccionados con la ayuda de especialistas", dijo en una entrevista a la radio BEL-RTL.

La junta directiva de Dexia sostiene negociaciones con los bancos franceses Caisse des Depots et Consignations y La Banque Postale para hallar una solución al financiamiento de las autoridades francesas, en el que Dexia juega un papel importante.

Dexia critica a Lagarde

Los dos máximos directivos de Dexia achacaron este lunes los problemas de la entidad a la "crisis imprevisible del euro" y criticaron a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

Dexia aceptó la madrugada de este lunes su división en tres nuevas entidades, una de las cuales será nacionalizada por el Gobierno de Bélgica, para evitar la bancarrota.

El anuncio de Dexia fue dado a conocer tras una reunión de su directorio que duró unas 14 horas desde la tarde del domingo, luego de que Francia, Bélgica y Luxemburgo acordaron un plan de rescate.

La reunión extraordinaria al final del fin de semana recordó el desmantelamiento del grupo financiero Fortis en octubre de 2008 por parte de Holanda, Bélgica y BNP Paribas.

Entonces, los accionistas protestaron por los términos ofrecidos inicialmente, y sólo aceptaron términos mejorados seis meses después.

"Puede que hayamos sido ingenuos al ser demasiado obedientes a las recomendaciones gubernamentales, venidas principalmente de una persona que se encuentra en la actualidad a la cabeza del FMI", dijo el director general de la entidad financiera, Pierre Mariani.

El ejecutivo, quien ha criticado a las autoridades europeas por haber solicitado a los bancos mantener en sus carteras los bonos de deuda griegos para no agravar la situación de ese país, se refería a Lagarde, hasta hace poco ministra de Finanzas de Francia.

Dexia es uno de los mayores propietarios de esos títulos, lo que en los últimos meses le ha causado dificultades para refinanciarse en el mercado.

Tanto Mariani como el presidente del consejo de administración de Dexia, Jean-Luc Dehaene, aseguraron la mañana de este lunes que habrían logrado "sin alguna duda" corregir las finanzas de la entidad si no fuera por la crisis de la deuda en la unión monetaria europea.

Los dos directivos también criticaron a las agencias de calificación de riesgo por rebajarle sus notas, agravando sus dificultades de financiamiento.

La posible carga de rescatar a Dexia llevó a la agencia Moody's a advertir a Bélgica el viernes en la noche que la calificación "Aa1" de su deuda soberana podría caer.

Bélgica tenía una proporción de deuda sobre el Producto Interno Bruto (PIB) de un 96.2% el año pasado, superada sólo por Grecia e Italia y dentro de las más grandes de los miembros de la zona euro y a la par de la rescatada Irlanda.

Dexia posee una exposición global a riesgos crediticios de 700,000 millones de dólares, más del doble del tamaño del PIB de Grecia y su rescate ha aumentado el temor de los inversores sobre la fortaleza en conjunto de los bancos europeos.

El paquete de rescate fue dado a conocer luego de que los líderes de Francia y Alemania acordaron que los bancos europeos necesitan ser recapitalizados, pero discreparon sobre cómo esto podría llevarse a cabo.

Con información de AP, Notimex y Reuters

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