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Congreso argentino aprueba estatización

La Cámara de Diputados avaló el proyecto de ley para la nacionalización de la petrolera YPF; previamente el Senado había dado el visto bueno a la medida promovida por la presidenta.
jue 03 mayo 2012 07:45 PM
La norma impulsada por el oficialismo fue aprobada con 207 votos a favor. (Foto: AP)
ypf (Foto: AP)

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La Cámara de Diputados de Argentina aprobó en la noche de este jueves un proyecto de ley que autoriza la expropiación de la petrolera YPF a la española Repsol, luego de que el Senado le diera el visto bueno a una medida que despertó furia en el Gobierno español. La norma para expropiar el 51% de las acciones de la mayor petrolera del país, que fue respaldada por varios partidos de la oposición -además del oficialismo, que controla la Cámara baja-, tuvo 207 votos a favor, 32 votos en contra y 6 abstenciones.

"A partir de hoy en Argentina el petróleo deja de ser un commodity (materia prima) para YPF. El petróleo pasa a ser el insumo básico para el crecimiento y el desarrollo económico del país", dijo Agustín Rossi, jefe del bloque oficialista de diputados, en su discurso en la Cámara baja.

La presidenta Cristina Fernández anunció el plan para que el Estado expropie YPF a mitad de abril, acusando a Repsol de no invertir lo suficiente para aumentar su producción de hidrocarburos en el país, que desde hace años sufre problemas de abastecimiento de energía.

"Nuestra principal empresa petrolera jugaba en el mercado financiero e invertía poco en la Argentina. YPF financió el crecimiento de Repsol en todo el mundo. Repsol (...) muchas veces nos desabastecía. Esto fue lo que nosotros venimos a cortar", destacó Rossi entre los aplausos de simpatizantes que seguían el debate en el Parlamento.

La acusación fue rechazada de forma reiterada por Repsol , en una defensa que, sin embargo, no logró el apoyo de los argentinos, que en su mayoría respaldan la nacionalización de YPF, que había sido privatizada en la década de 1990.

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La expropiación, que fue celebrada por una multitud -en gran parte de militantes oficialistas- que se movilizó a la puerta del Congreso, ya había sido aprobada por una abrumadora cantidad de votos en el Senado, donde el Gobierno de Fernández también cuenta con mayoría.

"Apoyamos este proyecto porque es nuestra ideología. Esperamos que el Frente para la Victoria (el oficialismo) haga las cosas bien y no sea simplemente un relato", señaló el diputado Ulises Forte, de la opositora Unión Cívica Radical.

Las conjeturas sobre una posible nacionalización de YPF habían aumentado en meses recientes luego de que Fernández culpara a la empresa por la necesidad de aumentar las importaciones de energía, que están reduciendo el superávit comercial del país. Las compras de combustibles se duplicaron el año pasado.

Luego de que Fernández anunciara el proyecto de ley, España anunció represalias comerciales e inmediatamente después restringió millonarias importaciones de biodiésel argentino.

En medio de la polémica bilateral, analistas de Wall Street han advertido que el país sudamericano está ahuyentando las inversiones que necesita para mantener su crecimiento y está avanzando hacia un mayor aislamiento económico.

Para entrar en vigencia, la ley debe ahora ser promulgada por el Poder Ejecutivo, algo que se descuenta que sucederá en las próximas horas.

Reputación empañada

Muchos críticos de Fernández están de acuerdo en que YPF debe estar en manos estatales, pero algunos dicen que su estilo de confrontación puede dañar aún más en los mercados externos la ya deslucida reputación del país.

Argentina se encuentra fuera de los mercados financieros mundiales desde hace una década, cuando protagonizó una histórica cesación de pagos de su deuda soberana en medio de una grave crisis socioeconómica.

"Me parece que es una buena acción para el país, porque si el Gobierno no controla los recursos estratégicos como el petróleo pierde poder; pero la metodología en la expropiación fue demasiado violenta, autoritaria, sin negociar", dijo Leonardo Rodríguez, un analista financiero de 32 años, mientras bebía un café en el exclusivo barrio de Puerto Madero, en Buenos Aires.

"La forma en que la manejó puede generar represalias serias. ¿Quién quiere invertir en un país donde el Gobierno puede expropiar los bienes privados de un día al otro?", agregó.

Pero la decisión oficial cuenta con un amplio respaldo en la sociedad argentina: un sondeo publicado el mes pasado por la encuestadora Poliarquía mostró que un 62% de los entrevistados estaba de acuerdo con la expropiación y sólo un 23% en contra.

Ahora que la nacionalización de YPF es ley, la atención estará puesta en la compensación que Argentina pagará a Repsol. Algunas autoridades de la nación austral han dicho que será muy inferior a los más de 9,000 millones de dólares que pide la empresa española.

Los analistas también estarán atentos a los planes para YPF, que ya opera bajo el mando de interventores del Gobierno y prometió elevar rápidamente su producción.

Fernández, que el año pasado fue reelegida para gobernar por otros cuatro años, prometió profundizar las políticas intervencionistas que comenzaron durante el Gobierno de su predecesor y fallecido esposo Néstor Kirchner.

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